Sirius Black y los Merodeadores.

LA CITA DE JAMES Y LILY

Decir que James se esperaba que su hermana y su mejor amigo iban a salir juntos sería una total mentira, de hecho, nunca antes había conocido a dos personas que fuesen tan distintas y que intentasen mantener una relación.

El día en que se enteró de la noticia decidió ir a dar un paseo para asumirlo. Era plenamente consciente de que su hermana ya era mayor y que debía hacer su vida, pero conocía bien a Sirius y temía que su hermana fuese igual que el resto de chicas que se habían enamorado del chico y que terminaron dándose un golpe contra la realidad al ver que él no correspondía sus sentimientos. Además, Emeraude se había convertido en una parte importante del grupo de amigos, si ella y Sirius rompían era muy posible que el grupo se dividiese y no volviesen a estar juntos...

Eso le llevó a otro punto: si el grupo se disolvía perdía muchas delas oportunidades que tenía para estar con Lily, las cuales se habían incrementado durante el último curso.

Justo cuando estaba pensando en ella, James notó cómo alguien le daba un toque en el hombro. Al girarse vio a Lily Evans, tan preciosa como siempre. El paso del tiempo no había provocado en ella la menor muesca de la pubertad y su sonrisa y el brillo de sus ojos eran los mismos que en el día en el que se conocieron. A su vez, la reacción de James ante la presencia de la chica, seguía siendo exactamente la misma que había tenido cinco años atrás, el día en el que se conocieron: sonrojarse y ser incapaz de pronunciar palabra alguna.Con una sonrisa estúpida en el rostro, James alzó la mano hacia ella.

-Hola, Evans.

-Hola, Potter, ¿qué haces por aquí sin tu grupo?

-Nada... Pensaba en mis cosas, nada más.

-Ignoraba que pudieras pensar.

El tono de voz de Lily dejaba ver que hablaba en broma, pero era tan infrecuente que la chica hablase en broma que James tardó en reaccionar, aunque cuando lo hizo no pudo evitar soltar una carcajada que no alivió sólo los nervios de la pelirroja, sino que también animó la cara de circunstancias que se le había quedado, pues ya en ese momento se estaba temiendo haber dicho algo que pudiera haber ofendido a su amigo. Lily no tardó en contagiarse por la risa.

-Eres idiota, Potter.

-Sí, me lo llaman mucho.

-¿El qué? ¿Idiota?

-No, Potter.

Esta vez Lily fue capaz de reprimir la risa.

-Lo que yo decía, idiota. En fin... ¿En qué pensabas para estar tan entretenido?

-No sé si te habrás enterado... Pero Sirius y mi hermana están saliendo juntos.

-Ah, sí, los he visto paseando por el jardín interior... Además, no se habla de otra cosa. McKinnon está hecha un mar de celos, aunque se niegue a admitirlo. ¿Y por esa tontería estabas tan preocupado?¿Qué hay de malo con que salgan juntos?

-Pues...Que es Sirius.

-Y Emeraude es Emeraude, tú eres tú y yo soy yo. Sigo sin ver el problema.

-No lo entiendes... Me preocupa que pueda hacerle daño...

-James...-Lily sonrió enternecida por las palabras del chico, pocas veces podía verlo siendo él mismo, sin preocuparse por ser el "rebelde perfecto" al estilo de John Lennon y, de ser así más a menudo,sin duda habría aceptado salir con él antes.- Tu hermana ya es mayor y es capaz de decidir sobre su vida. Y siento ser yo quien te lo diga, pero a lo largo de su vida es casi seguro que van a hacerle daño, aunque a lo mejor ni siquiera es Sirius... Y aunque se lo hagan, sabrá salir adelante, es una chica fuerte. No podrás protegerla siempre de todo...