Blow Your Mind ♡ Bill Skarsgård.

Capítulo 1.

Tres meses después.

Estos meses que llevaba viviendo en Sídney han sido un tanto difíciles. Pasaba todo el tiempo posible trabajando para poder mantener mi mente ocupada. Sino fuera porque mis padres han venido a visitarme, por las llamadas de Sophie todos los días y por la existencia de Noah, ya hubiese entrado en depresión.

Apenas me había instalado en Sídney mis padres vinieron unas semanas a quedarse conmigo con la excusa de querer saber cómo iba a ser mi vida aquí, pero la realidad era que estaban preocupados por mi estado de ánimo y mi salud. Mantenía contacto cada día con Sophie y por lo tanto también con Alex, la última noticia que supe de ellos es que comenzaron a vivir juntos.

También había hecho un amigo: Noah, es uno de los estilistas que trabaja para la revista, tiene treinta años, ojos color aceituna y siempre lleva su pelo rubio desordenado; es realmente guapo y aunque nadie lo creería, homosexual. Gracias a Noah, me había podido adaptar bien a esta nueva vida. Cuando no estaba con él, tenía la mente ocupada en el trabajo y eso me hacía olvidar el dolor de mi ruptura con Bill, pero al llegar por la noche a la soledad de mi departamento, los recuerdos de aquel día invadían mí mente y el dolor volvía a aparecer; es por eso que mi hermana iba a venir a pasar un tiempo conmigo, llegaba hoy.

Me encontraba en la cocina preparando el desayuno, eran las siete de la mañana. Después de terminar de desayunar, salí de mi apartamento para ir a la redacción. Tenía una junta importante con los del departamento de arte a las nueve de la mañana.

Al salir del ascensor, camine hacia mi oficina.

- Sam.. perdón, Olivia - sacudí levemente la cabeza por el error- podrías llamar a mi hermana y preguntarle a qué hora llega al aeropuerto, dile que yo iré a buscarla.

- Claro, Emma.

Extrañaba mucho a Sam, siempre fue muy eficiente en su trabajo, pero sobre todo extrañaba la confianza y la relación que existía entre nosotras. Olivia era muy profesional y su trato era muy distante. Después de dos largos meses de intentarlo pude lograr que me llame Emma, y no "señorita Jones".
Me metí en la oficina, tire mi bolso sobre el escritorio y camine hacia el enorme ventanal que estaba detrás para observar la ciudad. Me dedico a distraerme con mis propios pensamientos y, en cuestión de minutos, mi mente se aleja completamente de este lugar. Me veo a mí misma por las calles de New York, esa ciudad que me ha visto crecer día a día; recorro velozmente los años de mi vida allí y sobre todo el día que marcó mi historia, el día que conocí a Bill. Como siempre, él es el dueño de mis pensamientos. Pienso tanto en él que a veces tengo miedo de perder la cordura.

El ruido del teléfono me saca de mis pensamientos.

-Emma -Olivia del otro lado-tu hermana me ha dicho que llega aproximadamente a la una de la tarde, y en media hora comienza la reunión.

- Genial, muchas gracias Olivia.

Agarro una carpeta que tenía sobre mi escritorio y salgo de allí para ir a la sala de juntas. Cuando llego al lugar, tomo asiento del lado derecho de donde se encontraba Edwina. La salude y comenzamos a hablar, ella se paró a atender una llamada y yo me dedique a leer las pautas sobre la reunión que se encontraban en una carpeta sobre la mesa. Estaba concentrada leyendo cuando desde detrás mío escucho una voz que, al parecer, se dirige a mí.

- Buenas días.

La voz proviene de un hombre, eso no es difícil de notar por su tono grave, pero lo extraño es que me resulta conocida y solo he hecho un amigo en esta ciudad. « Y esa, definitivamente, no es su voz».

Giró la cabeza lentamente para comprobar de quién se trata. Mi sorpresa es enorme cuando veo esa sonrisa. Abro los ojos como platos y siento que mi corazón palpita más deprisa.