Capítulo 17

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Micaela salió a su portal al encuentro de Mateo. El niño bajó corriendo del auto para abrazar a su amiga. El chofer les dijo que a las seis volvería a buscar al pequeño. 

Subieron al departamento donde Micaela buscó su bolso y le preguntó al niño que plan tenía para ese domingo. 

—Bien Mateo, ¿dónde quieres ir hoy? 

—No sé, tal vez al parque a comer algodón de azúcar.  

—Me parece genial, vamos al parque entonces. 

Salieron del edificio y se fueron caminando tomados de la mano hasta que llegaron al parque. 

Fueron a la parte donde había juegos y el niño corrió hasta los columpios y luego también subió al tobogán. Micaela lo miraba jugar, y reía al verlo tan contento. Cuando Mateo se cansó de correr, compraron algodón de azúcar y se sentaron en el pasto a comer. 

—¿Mica? 

—Dime Mateo. 

—¿Tú te has enamorado alguna vez? 

Micaela no sabía qué contestar. A ella le habían atraído muchos hombres y muchas mujeres pero nunca se había enamorado. 

—Creo que no Mateo, ¿Por qué lo preguntas? 

—Porque quiero saber si tú te puedes enamorar de mi mamá. 

Micaela sintió cómo sus mejillas se encendían de lo ruborizada que estaba. 

—Mateo, yo... no es tan sencillo como crees. 

—¿Por qué Mica? 

—Porque uno no elige de quien ni cuando enamorarse.

—Lo mismo me dijo mi mamá. Pero yo creo que sí, que ella se puede enamorar de ti y tú de ella. 

Micaela no sabía cómo explicarle al niño que eso nunca pasaría, por lo menos por parte de su madre. Ella se sentía atraída hacia Bárbara, y sabía que no le sería difícil enamorarse. Pero Bárbara al parecer no tenía la más mínimaintención de volver a compartir su vida con otra mujer. 

—Mateo, el amor no es así. El amor llega de pronto sin darte cuenta. Sé que ahora no entiendes esto, pero cuando estés más grande lo harás.

—Pero Mica, yo quiero que tú vivas con nosotros. Tú eres mi amiga, eres buena conmigo. Yo quiero que te enamores de mi mamá y así puedes venir a casa con nosotros. 

—Cariño, eso no puede ser. Pero siempre que me llames yo voy a estar para ti. 

—¿Lo dices de verdad? 

—Claro, tú eres mi mejor amigo.  

—Qué bien, ¿sabes? Yo te quiero mucho Mica, mucho. 

El niño se abalanzó sobre ella y se fundieron en un gran y apretado abrazo. Micaela no pudo contener las lágrimas. Las palabras de su pequeño amigo le habían traspasado el corazón.

Micaela y Mateo llegaron al departamento de ella. Prepararían un rico almuerzo, Micaela no quería que Mateo volviera a comer chatarra. 

Cuando entraron en el departamento lo primero que escucharon era el sonido que salía desde la X box. Se encontraron con Karen que estaba frente al televisor jugando concentrada. 

—¡Hey! Hola Mica, y este apuesto joven, ¿quién es?  

—Hola Koko, él es mi Amigo Mateo. Mateo ella es Karen o Koko como le digo yo. 

-La Ogro-(Barbica G!p)-Where stories live. Discover now