Capítulo diez: RÁPIDO QUE YOONGI SE ME DESMAYA [FINAL part. 01]

Start from the beginning
                                    

—¡Jimin! —rápidamente fue a mi rescate, cargándome en sus brazos como a un bebé— Es todo, nos vamos.

----



Cariño, Jimin es afortunado, él puede, tiene el don de la vida —la señora Park fue apacible y muy calmada al soltar aquella revelación, sus labios gruesos, idénticos a los de su hijo se dibujaban en una sonrisa especial. Todo lo contrario a su yerno, el cual había perdido el color de su rostro y la movilidad casi absoluta de su lengua.

—O sea que... é-él puede... él... —tragó saliva, tratando de diferir aquella noticia que le ponía la piel más pálida de lo que ya era—... ¿Lo sabe?

—Me temo que sí pero ignora mis palabras y se hace el sordo.

—Prometo hacerme responsable, señora Park.

—Sé muy bien que lo harás, Yoongi, mi marido y yo confiamos en ti.

--♡--


—¿Jimin? —me llamó una voz suave y melodiosa. Era ésa clase de voz que te transmitía apacibilidad y paz, mucha paz. Como el canto del viento en las mañanas soleadas, o como la brisa cálida de una tarde de otoño.

El doctor Kim Jun Myeon era un amigo mío desde que yo había llegado a Holchester; su familia tenía los años viviendo aquí y estaba acoplado con un omega súper caluroso -hablo del sentido de que es increíblemente tratable y tierno- llamado Yixing. Era uno de nuestro círculo de amigos, porque cuando yo digo que en Holchester todos se conocen con todos por estos lares, lo digo de forma muy literal. La vida del Doctor Kim siempre había sido el hospital, su compañero y la cachorrita que adoptaron hace tres años.

Una cachorrita...

Pensar en ello hacía que la cabeza me volara y que mi cerebro se batiera como masa para torta.

—¿Cariño? —oí la voz de mi alfa y automáticamente mi omega se revolvió en mi interior, haciéndome soltar un gemido de ansiedad.

—Yoongi —gemí de nuevo su nombre, alzando mis brazos hacia un punto ciego para que viniera a mí y me reconfortara con su olor.

—Aquí estoy, cariño —lo sentí aproximarse a mí y a los segundos sus brazos ya me tenían rodeado por completo.

Mis párpados se sentían la mar de pesados y me costó bastante abrir los ojos, la cabeza me pulsaba y tenía en verdad, en verdad mucho sueño.

—Me siento muy cansado... —murmuré aplastando mi figura menuda con la de Yoongi. Mi nariz se hundió en su cuello y empecé a frotarme contra él aunque tuviéramos un poco de público— ¿Por qué no estamos en casa? Quiero ir a casa.

—Estamos con Suho, bebé, en el hospital.

—¿Mhm? —parpadeé para aclararme la vista, torciendo mi cuello hacia la derecha para ver a Jun Myeon observándome con una sutil sonrisa casi burlona.

—¿Cómo te sientes ahora?

De mi boca brotó un balbuceo como respuesta, tenía mi lengua medio dormida y lo único que me importaba era conseguir muchísimo calor de mi alfa.

—En vista de que lo que me ha contado Yoongi, tengo que extraerte una muestra de sangre para que los del laboratorio la analicen mientras te hago un chequeo de rutina.

—¿Y para cuándo el examen estará listo? —preguntó Yoongi seriamente mientras yo me ocupaba de arrimarme a él buscando mimos.

—Para mañana en la tarde o pasado. Con seguridad.

LOVERWOLF [YOONMIN]Where stories live. Discover now