09.•Subidas inesperadas•.

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El dio unos pasos tímidos en lo que se adentraba en la habitación y casi me desmayo cuando vi a mi madre con tu típica mirada pícara señalando a Jungkook por la espalda y elevando sus pulgares mientras que en sus labios pude leer un "muy lindo". Levanté mi mano sacudiéndola y le respondí un "vete" de la misma forma, me miró fingiendo enojo y cuando pude oír sus pasos por la escalera clavé mi mejor mirada asesina en Jungkook

―¿Qué haces aquí? ―grité en un susurro, me impulsé estirando ambos brazos con fuerza de mi escritorio y mi silla con rueditas fue a parar frente al extremo de mi cama donde él tomó asiento.

Se tomó la libertad de no responderme en seguida, tal cual yo esperaba. A cambio, se quedó observando todo a su alrededor, como si se tratara de un museo o algo por estilo y aunque mi cuerpo estaba siendo consumido por la desesperación que me condenaba por ser impaciente, no pude evitar sentirme algo avergonzaba al darme cuenta que casi toda mi habitación había permanecido tal cual yo había elegido a los 8 años. Todo rosa.

―Tu madre es una persona muy simpática, ¿sabes? ―Comentó con cierta gracia, fluctuaba entre lo ofensivo y lo simplemente amable, por lo que no pude distinguir su verdadera intención―Que lastima que no hayas heredado eso―hizo un puchero fingiendo aegyo y entonces algo se revolvió en mi panza, seguramente era el hambre.

Abrí mi boca con la clara intensión de quejarme por su actitud hasta que mi propósito se vio afectado al oír los pasos de mi madre subir por la escalera.

―¡El té está listo! ―exclamó bastante alegre bajo el umbral de la puerta de mi habitación, caminó hasta mi escritorio y dejó sobre él una bandeja con dos tazas y una tetera―Hija, debo ir a revisar al paciente que operé de urgencia ayer―Posó una mano sobre mi hombro y se agachó levemente para dejarme un beso en la cabeza, luego se dirigió hacia Jungkook― Y tu, no te quedes hasta muy tarde, el sol está próximo a meterse y se pondrá bastante frío afuera...Aun así, fue un placer conocerte Jungkook, espero verte más seguido, hace tiempo que HyeMin no recibía una visita que entre por la puerta principal y no por la ventana, maltratando toda la enredadera.

A pesar de que se había quejado con gracia, había dejado un ambiente bastante incómodo en la habitación que duró incluso hasta que se escuchó el ruido de la puerta principal abrir y luego cerrarse con el bloqueo. Jungkook se había quedado con la mirada fija en la puerta de mi habitación y luego de unos segundos, cuando se pudo escuchar el ruido del motor del auto desde afuera, comentó con ese tono que seguramente usaba para ligar con cualquier chica:

―Realmente, no me molestaría tener una suegra así.

Lo vi con cansancio y le aventé un peluche que fue directamente a su rostro, despeinando su flequillo y dejando al descubierto sus cejas.

¡Ah! ¿Por qué se veía tan bien con el rostro descubierto? Yo me sentía un monstruo sin mi flequillo.

―Yah~ ¿Qué es lo que haces aquí? ―inquirí amenazándolo con otro peluche― Por tu culpa ahora mi madre preguntará por ti.

―Y no puedo culparla― dijo con altanería, quitando polvo imaginario de su hombro. Subí el peluche de manera intimidante, con cara de asesina y, luego de tragar saliva con seriedad, él cambió su postura por una más tranquila y hasta relajada, pero por alguna razón ahora lo notaba preocupado―¿Te encuentras bien? ―De un segundo al otro su tono se había convertido en uno completamente serio y ya que aun no se había acomodado el cabello pude ser capaz de ver su ceño fruncido. Encontrando que, de alguna manera, me gustaba la forma de sus cejas y como estas armonizaban perfectamente con el resto de su rostro.

Bajé lentamente el peluche que estaba listo para ser estampado contra el rostro del pelinegro y lo vi directamente, llevándome así la sorpresa de que no había rastro de sarcasmo o algún tipo de burla en su mirada.

FRDZ: Friendzone |J.JungkookWhere stories live. Discover now