Clavados en un bar || OT 2017 AU

6. In The Middle

El día siguiente era un viernes. A eso de las ocho de la tarde, Roi volvía a casa de su ensayo con la orquesta. No es que tuviera muchas ganas de llegar, ya que iba a pasar la noche solo: aunque Ana tenía la noche libre en el trabajo, Capde se la había concedido para que pudiera salir con Jadel a celebrar su cumpleaños, ya que el domingo el canario no podía quedar de ninguna de las maneras porque tenía que preparar un montón de pedidos en el estudio de artes gráficas para la semana siguiente.

Aún así, para la sorpresa del gallego, cuando introdujo las llaves en la cerradura y abrió la puerta del piso comprobó que no estaba solo. Se encontró a Ana sentada en el sofá y hablando por teléfono con quien resultó ser Jadel, o eso le pareció a él por el fragmento del diálogo que pudo escuchar por parte de su amiga:

—Jo, ¿de verdad que no puedes escaparte? Sabes que había pedido la noche libre solo para ti... —se quejaba con voz triste. —Sí, lo sé, sé que es importante para ti, pero esperaba que yo también lo fuera.

En aquel momento, Ana levantó la mirada hacia Roi y su cara preocupó mucho al gallego, que le hizo un gesto con la mano que podría interpretarse como un "Luego me lo cuentas". Ana levantó su mano con el pulgar hacia arriba y Roi respondió rápidamente con otro gesto, esta vez uniendo el dedo índice y el pulgar, confirmando que la había entendido y así concluyendo el breve intercambio de comunicación.

Seguidamente, Roi fue hacia su habitación para dejar su guitarra y conceder algo de intimidad a Ana durante un rato. Se dejó caer sobre la cama: se sentía muy mal por ella, sabía lo que le había costado poder cuadrar los horarios para celebrar su cumpleaños con Jadel. No quería de ningún modo que pasara aquella velada sola, y pensó que estaría bien disfrutar de esa noche libre juntos. No en vano, Roi quería pensar que seguía siendo su mejor amigo y, además, ¿qué tenía de malo aprovechar su último mes y pico en aquel piso...?

Sí, había aceptado irse a vivir con Cris. Mientras se incorporaba y se quedaba sentado en el borde de la cama, rememoró el momento en el que Cris lo abrazó con fuerza cuando accedió: si era sincero consigo mismo, ni él entendía por qué no se lo había pensado mejor, ya que últimamente tenia dudas sobre sus sentimientos y sentía que su relación con su novia se había estancado. Cuando la chica del pelo fucsia le propuso vivir juntos aquella noche en el bar, Roi se lo tuvo que pensar unos días y finalmente le respondió que sí. Quizás así conseguiría huir de esa confusión, centrarse en su relación y olvidarse de Ana como algo más que una amiga. Quería creer que era por su bien, que acabaría siendo la opción sensata, que era lo mejor.

Pero ahora... Qué mal trago. Sabía que se lo tendría que decir a Ana tarde o temprano, pero no estaba seguro de cuándo ni cómo hacerlo y, viendo la situación de Ana aquella noche, ese día no era definitivamente un buen momento: Roi era consciente de que él era todo un apoyo para la canaria y no quería acabar de estropearle la tarde diciéndole que se iría pronto. Así, decidió aplazar esa noticia tan agridulce por momentos y, después de golpearse ligeramente ambos muslos con las palmas de sus manos en un impulso enérgico, se levantó de la cama y decidió volver al salón.

Asomó su cabeza por el umbral de la puerta del pasillo que daba a la sala y vio a Ana aún con el móvil en la mano y con la espalda echada hacia adelante. Por los suspiros que dejaba ir, supuso que no se encontraba en su mejor momento, así que se acercó a ella despacio y tomó asiento a su lado, ofreciéndole ayuda con sus palabras:

—Ey... —dijo, acariciándole la espalda con su mano izquierda.—¿Quieres hablar?

Ana se incorporó un poco y se giró para mirar a su amigo con una sonrisa triste antes de empezar a hablar.

—Bueno... —respondió, encogiéndose de hombros y reprimiendo algunas lágrimas que estaban a punto de asomarse por sus ojos.—Que tiene mucho trabajo y que no vamos a poder vernos esta noche. De verdad que yo intento que quedemos más a menudo, pero si él no pone de su parte... Y tengo la impresión de que nos estamos distanciando y...