Capítulo 30.

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Ella gritaba, asustada por la oscuridad que le invadía. No estaba acostumbrada a sentir ese extraño sentimiento de que alguien le estaba persiguiendo. Zombies por todas partes, aquellas criaturas extrañas de las que no tenía ninguna idea de dónde habían salido, estaban ahí, para perturbarla. Sus pedidos de ayuda eran ignorados completamente por el resto de las personas a su alrededor, pero no podía culparlos; estaban muertos después de todo.

Con esta guerra absurda había perdido, no sólo a su familia, sino también a muchos de sus amigos. No sabía qué hacer ahora que se encontraba sola, desprotegida, a la merced de quien quiera hacerle daño o aprovecharse de ella. Ni siquiera sabe qué hacer. Está perdida.

Pero, dentro de sí aun almacena la esperanza de encontrar a alguien capaz de ayudarle a superar sus miedos y junto con esa persona salvar a la humanidad.

Después de leer el resumen de la película, Christian miró a Charlotte esperando su opinión. Ella desvió su mirada hacia la morena que estaba junto a ellos.

– ¿Por qué me miras? –preguntó Raquel–. Me da igual lo que ustedes escojan. Yo ni siquiera sé qué hago aquí de mal tercio.

–Raquel, no seas ridícula –contestó Charlotte–. Estás aquí porque yo te invité. Además, Christian estaba de acuerdo –se dirigió a su, ahora, novio– ¿Verdad?

Él la miró con algo de diversión.

–Yo dije que sí porque se trataba de Raquel, pues la idea era que vinieras sola –se alzó de hombros.

Ella le dio un pequeño golpe en el hombro y él se echó a reír. Raquel se sentía muy feliz por ellos, pero no quería molestarles.

–No me importaría irme ahora mismo –dijo mientras comenzaba a levantarse.

–No te preocupes, Raquel. Quédate, eres muy divertida –animó Christian. Raquel estaba un poco desanimada desde aquella mañana, cuando le dieron una nota que no le gustaba y sabía que no se merecía. Intentó arreglar la situación, pero simplemente su voz fue ignorada y nunca le dieron importancia.

–Gracias por la invitación, pero tengo algunas cosas que hacer –se despidió de Charlotte con un beso en la mejilla y de Christian con un saludo de manos–. Nos veremos pronto.

Dicho esto, se fue.

Unos cinco segundos después de que la puerta se cerró, Charlotte se volvió hacia Christian.

– ¿Por qué dijiste que la aceptaste por obligación? ¡Probablemente se fue por eso! –regañó.

–Tranquila, Charlotte –replicó–. Raquel no suele tomarme en serio. Quizá sí tenía cosas que hacer.

La muchacha se recostó en su hombro.

–Pobre Raquel –comentó–. Ella estaba muy desanimada esta mañana, pero no me dijo porqué e intentó ocultarlo. Por eso la invité.

Él se lo pensó unos segundos.

– ¿Quieres que vayamos a buscarla? –preguntó.

–No. Si Raquel quiere estar sola, lo mejor es dejarla así.

Él no estaba muy cómodo con dejar a la mejor amiga de su novia en tal estado, pues esto le afectaba muchísimo a Charlotte. Sin embargo, no podía hacer nada si ninguna de las dos chicas se lo permitía.

Abrazó a la chica y ella le correspondió. Quedaron así durante un rato, hasta que Charlotte recibió una llamada de Raquel.

– ¿Raquel? ¿Pasa algo?

Al otro lado de la línea sólo se escuchaban los sollozos provenientes de la chica. No había respuesta.

– ¿Raquel? ¿Dónde estás? –volvió a preguntar, esta vez preocupándose un poco más por su mejor amiga.

–Estoy en la puerta. ¿Puedes abrirme? –balbuceó.

Charlotte prácticamente tiró el teléfono celular para ir en busca de su mejor amiga. Al abrir la puerta, la encontró sentada en el suelo llorando.

– ¡Raquel! –exclamó. Le tomó de un brazo y la subió. La llevó adentro y cerró la puerta.

Cuando Christian vio el estado de Raquel también se preocupó. Era su amiga después de todo.

– ¿Qué te pasó? –preguntó con preocupación. Ambos dejaron que la morena se sentara junto a ellos. Se inclinó hacia Charlotte y se recostó en el hombro de la muchacha sin mediar palabra extra.

Después de unos minutos de silencio, Charlotte decidió hablar.

–Raquel, no podremos ayudarte si no nos dices qué es lo que te pasa –dijo.

–Charlotte, no fue lindo lo que vi –murmuró la morena.

Su mejor amiga asintió con la cabeza. Le acarició la cara como si fuera una niña pequeña siendo consolada por su madre.

– ¿Y qué viste, cariño? –preguntó con dulzura. Ni siquiera Christian sabía que su novia podía ser tan dulce y eso le conmovió.

Raquel no respondió; sólo se abrazó más a su mejor amiga.

–Vi cómo asesinaron a alguien –soltó por fin–. Iban a robarle un teléfono celular y lo asesinaron. No supe cómo reaccionar y salí corriendo de ahí con lágrimas en los ojos por el impacto y la tristeza. De verdad que lamento no haber podido hacer más.

Charlotte estaba muy sorprendida. Comenzó a acariciarle el cabello.

– ¿Y por qué no llamaste a la policía?

–No lo sé –Raquel se quitó las lágrimas–. No sé porqué no lo hice. Quizá ya los hayan llamado, pero...

Charlotte siseó, en señal de que guardara silencio. Ya había dicho suficiente.

–Probablemente ya hayan encontrado al tipo. Quizá no está muerto –teorizó Christian. Él mismo sabía que las probabilidades de que eso sucediera eran muy bajas, pero quería contribuir a hacer sentir un poco mejor a su mejor amiga.

–Espero que le hayan dado la ayuda que yo no pude darle –dijo Raquel antes de separarse de Charlotte. Se limpió la cara con su blusa y miró a ambos, quienes la miraban con compasión y lástima. Ella sonrió, agradecida por tener al menos alguien en quien confiar.

Ahora las cosas habían cambiado. Raquel, sin darse cuenta, poco a poco fue desarrollando un miedo a quedarse en ese lugar. Quería irse a otro sitio, aunque sea un tiempo para relajarse y pensar bien las cosas.

Había rechazado la oferta hace tiempo y varias veces; sin embargo, su opinión ahora era otra.

Quería irse del país. No aguantaba la situación.

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Disculpen dos cosas: Lo corto y lo tarde. Se me cruzaron muchas tareas, ya saben, liceo y todo eso. Tuve que dejar de escribir por un rato hasta que pudiera estar libre otra vez.

Este capítulo no es largo como los otros por el simple hecho de que las cosas sucedieron tan rápido como parecen. Raquel sale, regresa traumatizada y en ese mismo instante se replantea muchas cosas. 

La historia está a punto de llegar a su fin. El final quizá no sea el más feliz de todos, pero así era que tenía que ser la historia en primer lugar. Espero que les haya gustado, se les quiere ♥

-Vic~

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