Capítulo 24. "Mis demonios"

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Leah


Comencé a abrir los ojos y lo único que pude destacar de mi escasa visión fue una pared blanca. Me encontraba recostada en una camilla que estaba segura que no era mía. 

Un hospital.

Alguien abrió la puerta sin tocar y caminó dentro de la habitación. Emily. Levantó la mirada y me vio despierta, lo que causo una sonrisa. 

Caminó lentamente hacia mi y tomó una silla. La arrastró hacia mi lado y se sentó. Abrí la boca para decir algo, pero me fue imposible. La garganta me ardía, señal de que necesitaba beber algo. 

- ¿Qué sucede, Leah? - preguntó ella asustada.

Señalé con el dedo un vaso que se encontraba al lado de mi cama y ella entendió. Caminó hasta el dispenser y sirvió algo del líquido en un vaso nuevo. 

Lo acercó hacia mi y tomé de él. Que placer. 

- Hola. - dije ahora ya pudiendo hablar. 

- Hola, Leah. ¿Cómo estás? - preguntó ella dulcemente. 

- Bien. ¿Qué ocurrió? - pregunté confundida. 

No recordaba nada de lo que había pasado ayer. Solo recordaba pelear con Louis. 

- Tuviste un coma alcohólico. Hace dos días que no despiertas. Ya empezaba a desesperarme. - dijo ella y yo suspiré fuertemente. ¿Hace cuánto tiempo no tenía problemas con el alcohol? 

Flashback.

- Debes terminar con esto, Leah. Esto no puede ocurrir más. Entiendo que estés triste con lo de Louis - me tensé al escuchar el nombre.

10 meses habían pasado desde que él me dejó. Maldito desgraciado, me dejó con un vacío en el pecho que ya no puedo curar. 

Pero si puede olvidarme de ese vacío cuando tomó. Por eso lo hago diariamente. Tomo, tomo, y tomo sin parar. 

- No puedo, mamá. Esto es más fuerte que yo. - dije y ella me abrazó mientras las dos nos encontrábamos sentadas en mi cama.

Comencé a llorar. 

- Bebé, tienes que seguir. La vida sigue. - dijo ella mientras acariciaba mi cabello. - Él es solo un recuerdo más, ¿sí? 

Asentí con mi cabeza mientras sorbía mi nariz. 

- Pero lo extraño. - dije secando mis lágrimas. 

- Sí, lo sé, amor, pero no puedes pasar todos los días llorando por él, porque él no te merece a ti ni a tus lágrimas, ¿sí? Deber seguir tus sueños al igual que él lo hizo y olvidar que alguna vez él fue algo para ti. - dijo mi madre y por primera vez en estos 10 veces pensé en mi. 

Me enderezé y sonreí. 

- Esta es mi vida y no dejaré que alguien o algo la defina. Haré de ella lo que yo quiera.- dije decidida y mi madre sonrío. 

- Bien dicho, pequeña. - dijo ella y me abrazó. 

¿Qué haría yo sin mi madre?



- ¿Está mi madre aquí, Em? - pregunté preocupada. No quería que mi madre se preocupara más de lo que ya estaba por mi y viniera a verme. Sabría que se decepcionaría al saber que tuve un coma alcohólico.

You and I ➳ tomlinsonWhere stories live. Discover now