CAPITULO 2 "Cazando al cazador"

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Fort Collins, Colorado –  26 de Agosto  

POV Hanna

– ¿Qué demonios es este lugar? –dije temerosa mientras observaba a mi alrededor. 

Las cañerías oxidadas que pasaban por sobre mi mientras recorría el estrecho y oscuro pasillo emitían ruidos muy extraños. Cada 20 metros aproximadamente, colgaban focos que se encendían y apagaban continuamente. Había estado en sueños antes pero nunca me había encontrado con alguien tan perturbado, era la primera vez que me metía a los sueños de otro portador, ya que antes solo había usado mis poderes sobre humanos normales. Garenisse seguía de cerca mis pasos. No tenemos una buena relación, pero le encanta venir conmigo a los sueños, le encanta el sufrimiento, creo que desde que llegamos no a quitado la sonrisa de su rostro. Llegamos a una puerta que tenía una Manivela, la cual accioné. 

 La habilidad que me cedió mi demonio, me da la posibilidad de meterme a los sueños de las personas, ya sea para averiguar algo, hacerle que haga o crea lo que se me plazca. También puedo matarlos, no es algo que haga muy seguido, pero en ciertos casos era muy necesario. Debo decir que amo mi habilidad, y matar no es algo que me cueste hacer, para ser sincera. La contra de mi habilidad es que necesito alguna pertenencia de la persona a la que quiero acechar.   

   – Debe ser por aquí.  –pronuncié con entusiasmo. 

Ingresamos a lo que parecía ser el interior de un gran salón de fiestas, de techos tan altos que a penas se podía determinar que se encontraban ahí. Desde el centro descendía un enorme candelabro que iluminaba cada esquina del enorme saló. Telas de muchos colores rodeaban las anchas columnas, globos flotaban en círculos, pareciera que se movían al son de la música clásica que se oía de fondo. 

Yo me escabullí entre las personas que bailaban sin notar mi presencia. Me sentía muy sofocada dentro de tanta gente, el aire comenzó a escasear. Gire la vista hacia atrás para encontrar a mi acompañante pero no estaba ahí. Entre en pánico. Lo buscaba entre la muchedumbre pero era en vano. Comencé a lanzar empujones hacia todos lados para abrirme paso, en un intento desesperado logré abrir un hueco para poder salir de el centro del lugar. La gente estaba en un estado de trance, no escuchaba ni veía, parecían marionetas sin vida, lo único que hacían era bailar y sonreír. Era una escena de horror.

De repente veo una cara conocida.

  – ¡Grace! –grité mientras intentaba recuperarme. Ella nota mi presencia pero no detiene su paso. Llevaba un vestido de cola larga muy extravagante. No quería levantar demasiado la atención de los presentes, no necesitaba agregar más problemas a mi visita aquí.

 Grace era mi mejor amiga, ella siempre estuvo para mi en los momentos difíciles. Supo también entender mi desesperación cuando hice lo que hice. Cuando emprendí mi búsqueda de un portador para poder alargar un poco mi tiempo de vida, ella se ofreció sin dudarlo a ayudarme.   Ella me ayudó a contactar con el otro propietario y conseguir una de sus pertenencias. Que yo me hubiera acercado hubiera sido muy peligroso. Por lo visto él se enamoró de Grace.

Ella sabe que estoy aquí, ahora me llevará a dónde sea que se encuentre el portador.

Ya recuperada, subí una extensa escalera hasta la puerta por donde ella cruzó. Entonces entré. 

Este debe de ser su inconsciente. Aquí se debe llevar a cabo.

Si quería matarlo, tenía que encontrarlo primero. La mente de una persona es lo suficientemente grande como para que pase toda mi vida aquí dentro buscándolo.

Ahora me encontraba en un tenebroso bosque. Sólo podía ver en los lugares donde iluminaba la enorme luna rojiza. El viento soplaba fuerte, eso me aterrorizaba. Di tres pasos en la oscuridad. A lo lejos se veían unas puertas iluminadas de distintos colores, esos eran los mayores y más reprimidos recuerdos de mi victima.

Aliados de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora