'Cosa de niños.'

Segunda lección: Alumno

El rubio se encontraba de nuevo esperando en la puerta de su salón a que los niños y sus padres llegaran.

Estuvo en eso por treinta minutos, el último fue el hombre llamado Jarvis y Tony.

- Disculpe la tardanza. Buenos días.

- Oh, no está a tiempo. Buenos días a ti y a Tony.

Steve había decidido que iba a dar todo de él para que Tony lo aceptara.

El pequeño sólo asintió, jaló de la manga a Jarvis haciendo que el hombre se agachara para conseguir un beso de despedida. Y luego entró al salón.

El profesor sólo suspiró.

- Nos vemos Jarvis.

- Nos vemos, Profesor Rogers.

La clase pasó de forma rápida y entretenida. Los niños eran entusiastas y ávidos de aprender. Tony se mantenía leyendo su libro de ayer, Steve trató de incluirlo a su clase y aunque el pequeño respondió todas las preguntas, el rubio se sintió derrotado.

Ahora en la hora de almuerzo había decidido quedarse con el pequeño que no quiso salir al patio. Había encargado su clase a Sam como un favor único y especial. Esperaba que no pasara algo.

- Tony ¿Es comida hecha por mamá?

Era una pregunta sencilla que el niño luego de verlo fijamente por unos minutos contestó con una sílaba.

- No.

Aquí se encontraba un adulto de veinte y tres siendo despedido por un niño de cuatro.

- Jarvis prepara toda nuestras comidas.

Steve no pudo evitar no sonreír ante el aumento de la respuesta.

- ¿Él es tu padre?

El niño volvió a verlo y de alguna forma el rubio se sintió mal.

- Mi padre está ocupado. Pero vendrá por mi pronto.

- Eso es bueno. Me gustaría conocerlo.

El pequeño volvió a callarse pero siguió viéndole fijamente. Steve por inercia sonrió.

Pasaron cinco minutos en eso cuándo la campana que marcaba el final del recreo hizo voltear a Steve. Los pasos de niños regresando lo hizo pararse para arreglar los restos de su comida.

Después de eso Tony ya no leyó su libro, sólo miraba directo hacia Steve.

¿Lo odiaba o qué?

¿Cómo la mirada de un niño podía ponerle nervioso?

Y sólo era el segundo día.