Amor Inmortal [COMPLETA]*

Capitulo VI. Decepciones.

Narra Shion

Después de mi entrenamiento en Jamir, y luego de salvar a Josuriha (no sé cómo se escribe,nadie que no juzguen :'() mi maestro me ordenó permanecer en el santuario y cuidar de Athena, según él, Sisifo la llevo al refugio. Han pasado dos años, ahora me encuentro en la entrada del santuario. Llegó a mi casa, aries, en donde acomodo mi equipaje. Luego siento un cosmo, lo conozco. Dohko. Él entro y se sentó en la entrada, con la mirada pérdida, es increíble que no haya sentido mi cosmo. Me le acerque, a ver si reacciona.

Shion: Dohko...- lo llame.

Volteo a verme, y se sonrojo. ¿Por qué hace eso?

Dohko: S-S-Shion, ¿Q-que tal el... Viaje?- dijo, con una sonrisa y tan rojo, creo que no le gana un tomate.
Shion: Bien, gracias por preguntar, ¿Te puedo preguntar algo?
Dohko: ¿Que?- me miro con desconfianza.
Shion: ¿Por qué estás rojo? ¿Acaso te dará fiebre?
Dohko: Ehh... Yo...- se puso aun más rojo.
Shion: Ves, aún te pones más rojo, jajaja- me rei, se veía gracioso- pareces tomate.
Dohko: Si, y yo sirvo para divertirte.- me sonrio.
Shion: No te ofensas. Oye, ¿Y Albafica?- vi que su expresión cambio de una feliz a una molesta.
Dohko: Está bien, solo que...- se detuvo.
Shion: ¿Que? Dímelo, Dohko.- dije, presentia algo malo.
Dohko: El ya no podrá acercarse a las personas. En especial a los aldeanos, ni mucho menos a los del santuario.
Shion: ¿Por qué?- dije, tomandolo de los hombros.
Dohko: Por su sangre...- ya no lo deje continuar, me temía algo así.
Shion: Entiendo.- dije, triste.
Dohko: Lo siento, Shion... Te falle...
Shion: No digas eso, tú eres mi amigo y no me fallaste en cuidarlo, en eso te lo agradezco.- le sonreí.
Dohko: Pero no es sólo eso que te hará alejarte de Albafica...
Shion: ¿Que? ¿Que otra cosa me hará alejarme de Albafica?- dije, desesperado.
Dohko: Verás, yo...

No termino de hablar, cuando vi que Manigoldo que venía con unas rosas, parecía que venía del pueblo. ¿Para quién era?

Manigoldo: Hola Dohko... Hola Shion, ¿Cómo has estado?- me dijo, sonriendo de forma amable. Demasiada, diría yo.
Shion: Pues bien... Supongo...- mire las rosas- ¿Para quién es?- dije, señalandolas.
Manigoldo: Son para...
Dohko: Para nadie, es para que adorne su templo.- dijo, interrumpiendolo.
Manigoldo: Quisieras, no tengo esos gustos, son para Albafica, o sea, mi novio.

Al oir eso, sentí como que algo dentro de mi se rompiera. No puede ser, ¿Por qué? Albafica yo...

Manigoldo: Shion, ¿Que sucede? Te quedaste mudo.- dijo, sacandome de mis pensamientos.
Dohko: Te podrías ir ya, Manigoldo.
Manigoldo: Esta bien, adios- y se marchó. Me sentía mal.
Dohko: Shion, ¿Te encuentras bien?- dijo, preocupado.
Shion: Si, es solo... Que estoy cansado por el viaje...- dije, con una sonrisa forzada.
Dohko: Si, espera que me lo crea... Escucha, Shion,- dijo, serio- quizá no sea el mejor momento, pero te lo dije.
Shion: Si, lo sé.

Me abrazo, yo le correspondi al abrazo. Llore como si fuera un niño pequeño. No sabía por qué amaba a Albafica, pero me partió el corazón que eligiera a Manigoldo. Te amo, Albafica.

Narra Dohko

Cuando llegue a su casa, pensé que sería de Shion en Jamir, pero al sentir que alguien me llamaba y era el, me hizo sentir que mi corazón latiera de felicidad y amor. Lo amo tanto.
Creo que me sonroje, rayos, debo controlar esa parte de mi. Cuando pregunto sobre Albafica, me sentí molesto. Pensé que se había olvidado de él, pero aún lo sigue amando. Quería decirle sobre el noviazgo de Albafica y Manigoldo, pero llegó Manigoldo solo para molestar.
Cuando dijo que él y Albafica eran novios, Shion se puso triste. Odio verlo así y me destroza no poder ayudarlo. Por eso, le pedí a Manigoldo que se marchará, pregunte a Shion que si estaba bien y me respondió que si, que solo era el viaje, pero se que no es eso. Lo conozco demasiado como para que me engañe. Lo abrazo, quería librarlo de sus penas y tristezas. Lloro en mis brazos, me parte el corazón verlo así.
Lo deje en su recamara, para luego irme a mi casa.
Pase en mi casa toda la tarde y fui a ver al patriarca, pues me mandó a llamar con uno de los soldados.
Cuando estaba en su oficina, me incline.

Sage: Bien, Dohko de Libra, quiero que vayas a la península italica, hay actividad de espectros en esa zona, quiero que vayas a investigar.
Dohko: Si, maestro.- dije, al momento que le hize una reverencia y salí de ahí.

No quería dejar solo a Shion, pero órdenes son órdenes. Cuando llegue a mi casa, aliste mi armadura. Luego, fui a despedirme de Shion, pues saldré en la madrugada, según el patriarca. Cuando llegue, no había nadie, así que decidí esperar. Empezó a llover, cuando distingui una silueta, era la de Shion. Estaba ebrio. Que demonios... ¿Por qué se fue a embriagar?

Dohko: Shion, con un demonio, ¿Que hiciste?- dije, molesto.

Me envolvi en mi capa, salí para cubrirlo. Soplo el viento, la capa ondeaba en mi espalda. Vi que Shion se acercó a mi, tambaleandose.

Shion: ¿Albafica?- llamo.
Dohko: No, Shion, soy...

Iba a decir mi nombre, cuando se abalanzo a mi y me beso. Que demonios... Sentí sus labios un amargo sabor a cerveza, pero también un ligero sabor a cereza. Me sentía tan bien que lo atraje a mi, lo abrace de la cintura y abrí mi boca, dándole paso a su lengua. Él me acarició la mejilla y luego me abrazo, no queriendo soltarme. Le acarició su espalda, solo llevaba una camisa manga larga negra, con mis dedos.

Shion: Ah...- gimio.

Lo abrace más a mi, caminamos hasta llegar a su casa, sin dejar de besarnos, luego a su sillón. Lo acosté con cuidado, yo encima de él, iba a quitarle la camisa, pero lo vi en su estado. No quería aprovecharme de la situación.

Dohko: Te amo, Shion- dije, mirándolo a los ojos.
Shion: Yo también... Albafica- dijo, jadeando.

Me sentí destrozado, él me había confundido con Albafica. Le di un beso en la mejilla, lo mire. Me veía confundido. Se abalanzo a mi, me mordió el cuello ligeramente. Solté un jadeo e hice lo mismo, le mordí su cuello, dejando una marca rojiza. Aspire su aroma, me fascinaba, llevaba la colonia que le regale el día de su cumpleaños. Luego lo deje dormir. Se veía tan angelical. Te amo, Shion. Eres... Mi primer beso.