Real Friends|S.M|TERMINADA|

14

-Ay, no -se lamentó Alison, cubriéndose la cara. La mire sin entender, señaló la puerta de entrada, un chico lleno de tatuajes y piercings en toda la cara, nos miro. Le sonrió con cinismo a Alison y caminó hacia el mostrador.

-Quien era? -pregunte mirando los ojos marrones de Alison.

-La razón por la cuál no creo en los hombres.

-Quieres irte? -señale la puerta de entrada sin dejar de mirar sus ojos marrones. Ella negó e inspiró profundamente.

-En qué nos quedamos? -me sonrió y bebió de su agua. Terminé diciendo nada porque no me dejaron.

-Ali, tanto tiempo -se sentó a su lado. Alison se veía incomoda. Le sonrió forzudamente y asintió.

-Tanto tiempo, Drake, hubiese querido que fuese más -susurro lo último y reí. Drake poso la vista en mi. Me miro con desagrado.

-Yo te conozco -me señalo-, actuaste como un cobarde aquella noche, llamar a la policía? No podías enfrentarnos tú solo? Bebé -hizo énfasis en las últimas cuatro letras y me miró fijamente. Él fue, él fue el que me detuvo por atrás, él que casi me mata. Él quería matarme. Tragué duro y miré a Alison, le hice una seña para que nos vayamos.  

-Bueno, mucho gusto, Drake, hasta nunca -trató de pasar por delante de él pero la detuvo, haciendo que se siente en sus piernas. Alison trató de soltarse pero no la deje. Di vuelta la mesa y la tiré a mi. Alison salió de su agarré y Drake miro como la colocaba detrás mío. Sentí como Alison hizo puño mi remera. A partir de ese momento estábamos solo Alison, Drake y yo, nadie más.

-Ahora te haces el hombre, esa noche no rodeabas a Alison, sino a Greta -se mofó de mí.

-Cómo la conoces? -pregunte.

-Cómo no la conocías? Es la pregunta, Shawn -lo miré fijamente, esto daba miedo.

-Por qué sabes mi nombre? -retrocedí un poco.

-Todos lo sabemos, Shawn, es una apuesta, cuantas veces puedes caer en el mismo juego? -lo mire sin entender.

Dejé de sentir el agarré de Alison detrás mío y se colocó al lado de Drake. La mire suplicante, esto no es verdad.

-Shawn, nunca nadie fue tu amigo realmente. Todo es parte de una misma apuesta. Por qué Clarie tan de repente te defraudo? Por qué Greta estaba ahí, sí no la habías visto entrar? Por qué Will te habló? Por qué Francisco se cruzó en tu camino? Que sucedió con mis tuterías? Desaprobé a propósito, solo para ganarte, y lo hice, sigues siendo un iluso -no, no lo creeré, todo es parte de un mal sueño. Mire a mi alrededor y todos seguían hablando como sí nada, a nadie le importaba lo que pasaba, no lo entiendo, me acabo de perder a mí mismo. Siempre es lo mismo en estas viejas calles, camino hacía delante y  todo vuelve hacia atrás. Mis emociones me delatan y siempre termino llorando. Sabía que esto seguiría pasando, pero nunca pierdo la fe que le tengo a la vida. Retrocedí y choque de nuevo. Pasos hacia delante, siento que nunca cambia. Volví al principio de nuevo.

-No es verdad -la miré suplicante. No podía hacerme esto, no a mí, no ahora. Pero de esto se trata, la sorpresa siempre llega y me sigo lamentando cada vez más. Ya no encuentro calor en los brazos de mi madre. Mi padre no hace nada, mi hermana solo me sonríe. El perro me sigue haciendo estornudar pero es lo único verdadero que siento.

Alison me miro- Me sigue sorprendiendo que te sorprendas. Jamás sabes de lo que es capaz una persona, hasta que lo vez, hasta que lo sientes -tomó el cuello de mi camiseta y me echo hacia atrás. Retrocedí un par de pasos. Y le eché una última mirada. 

Salí de ese recuerdo, ya es pasado, solo perdura en mi memoria la satisfacción que sintió. Dolor nubla mi vista y por primera vez lluevo en un día soleado. Debería de haber previsto que nada sale a mi manera, pero me cegué al obtener algo. No se puede esperar lo que se brinda, y todavía no lo entiendo. Cuantas veces debo caer? Cuantas veces debo doler para dejar de intentarlo? Pero nuca se es demasiado tarde, y las esperanzas siguen flotando a mi alrededor.

Esto no sucedía en las historias de mi padre, él jamás sufrió o es lo que él quería que pensará. Sus historias eran felices, o eso es lo único que perdura en el tiempo. Y es lo que todavía perdura en mi mente.

Jamás se es demasiado joven para sufrir, ni demasiado viejo para seguir doliendo. Mi abuelo lo repetía cada vez que iba. Ahora lo entiendo.

No sé pero me gusto, espero que a ustedes también.

Les gusto?

Acquaro.