Parte 6 "Preparaciones"

59 10 16
                                    

- ¡¡Rápido, ven rápido!! Es por aquí... ¡Si, justo en esta habitación! - Indicaba mi madre con nerviosismo al doctor que apenas iba entrando a nuestra casa.

- ¿Se puede saber qué comió? - Preguntaba éste al entrar en el cuarto de mi padre. El mismo se hallaba acostado en su enorme cama completamente estático.

De no ser por unas leves respiraciones en su pecho, cualquiera hubiera jurado que estaba muerto.

Incluso yo lo había pensado tras envenenarlo. Pero parce que celebré muy pronto.

- Chara... Papá... Es por nosotros que él está... - Decía mi hermano quien me acompañaba justo en la puerta de la habitación. No paraba de sollozar mientras hablaba, lo cual se me hacía sumamente molesto.

Callada e inexpresiva, seguí mirando con más molestia aún aquella situación, ignorando por completo a Asriel. Mamá le explicaba detenidamente a aquél monstruo todo lo sucedido con los renánculos, a su vez este empezaba a sacar cosas de un maletín negro que había traído consigo.

"Maldición..." Pensé al mismo tiempo que apretaba mis puños.

No sólo había fallado en mi misión de asesinar al rey, si no que también ese estúpido doctor le estaba salvando la vida. Y para colmo, ese era...

- Doy gracias al ángel por que viniera tan rápido, doctor Gaster, pero por favor dígame... ¿Mi marido podrá salvarse? - Preguntaba Toriel seriamente.

Sin mostrar algún tipo de expresión en su rostro, el alto esqueleto con agujeros en sus manos siguió haciendo su trabajo. Con magia invocaba y mezclaba distintos antídotos y se los daba debe beber al rey. Luego de darle el tercero, hizo una pausa para responder la pregunta anterior.

- Estaba en un estado crítico, pero con esto debería de sentirse mejor... Hizo lo correcto al llamarme. - Decía Gaster sin mirar aún a mi madre. - Es un monstruo fuerte, después de todo. Sólo necesita unas semanas de descanso y seguir tomando estas medicinas.

- Entonces... ¿Significa que...?

- Si su majestad, el rey seguirá viviendo sin problemas. - Concluyó el científico metiendo todo nuevamente en el maletín que había traído consigo. - Pero le recomiendo que no ingiera esas flores nuevamente, aún para él, fueron casi letales.

Toriel dejó escapar un suspiro aliviada mientras que agradecía al doctor por sus servicios, pero en cuanto a mí, ya me estaba yendo a mi habitación completamente indignada.

"Ese maldito... Si tenía pensado curarlo, ¿Entonces para qué demonios me pide que lo envenene? Quizás quería matarlo él mismo..." Pensaba sin parar mientras daba un salto para meterme en mi cama.

- Hmpf... Qué desperdicio de regalo. - Me dije a mi misma con la cara hundida en las almohadas.

- Fue un mal regalo, sin duda alguna... - Escuché decir a una voz infantil en la puerta del cuarto.

Me giré levemente en la cama para ver a Asriel con la cabeza hacia abajo. Las lágrimas no dejaban de caer de sus ojos mientras apretaba con furia los dientes de su hocico.

- Es nuestra culpa... ¿No es así? De no haber leído mal esa receta... Papá no estaría en ese estado.

Lo observé unos segundos más antes de responderle.

- No es culpa de nadie, Asriel. Además, se pondrá mejor, ¿No es así? Deja de ser tan llorón y alégrate. - Decía mientas me volteaba en mi cama.

- E-Es verdad Chara, pero... Mamá en serio se puso molesta, y me preocupa que...

- Si, te preocupa que esto afecte de alguna manera al reino. - Lo interrumpí poniendo mis ojos en blanco. Últimamente, Asriel estaba demasiado concentrado en lo que era bueno o no para el reino de los monstruos en el subsuelo.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jan 16, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Almas olvidadas "Mini-Historia"Where stories live. Discover now