Parte 4 "Familia"

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Era tarde cuando ya había llegado a casa y como de costumbre, la cena ya estaba servida en la mesa. La comida estaba fría, pero servida.

Si es que a los intentos de Papyrus podían llamarse comida... Sin pensarlo mucho, me senté a comer solo en la oscuridad de la sala. Por lo visto, ya esos dos habían cenado y estaban durmiendo en su habitación conjunta.

- Al menos esto no sabe a plástico, como la vez pasada... - Me dije a mi mismo mientras daba otra probada al extraño plato de pasta que tenía fragmentos azules de algún tipo de material. Lo mejor era no indagar sobre qué era y seguir comiendo.

La casa donde estábamos era realmente funcional y cómoda. No tenía quejas de vivir en la capital, con el sueldo que Asgore me pagaba como científico real, era más que suficiente para cubrir todas las necesidades de la casa y de mis dos hijos.

Hijos... Me sentí extraño utilizando esa palabra. Deseché el pensamiento rápidamente y me regañé por haber usado ese término en dos personas que jamás usarían la palabra "Padre" conmigo.

Ni siquiera yo lo haría, luego de todo lo que les hice pasar.

Terminando la cena, me dispuse a lavar mi plato e irme a terminar parte de los planos de la nueva zona de ventilación del CORE. No tenía mucho tiempo para descansar y en verdad la situación dentro del gran núcleo se estaba volviendo compleja, debía hacer lo posible para mantener el margen de la situación, y aunque habían ciertos impedimentos que no me permitían ejecutar mis verdaderos planes...

"Debes matar a tu padre, el rey Asgore..."

- Pronto todos desaparecerán. - Terminé pensando en voz alta con una sonrisa dibujada en mi rostro. Sin embargo, no me había percatado de que alguien me estaba escuchando a mis espaldas.

- ¿A qué te refieres con eso, G?

Me volteé rápidamente para ver a Sans parado justo detrás de mí. No tenía su usual chaqueta azul y sólo estaba con su franela blanca, shorts negros y pantuflas. Tenía una expresión de completo sueño en su rostro y pude deducir que estuvo esperando hasta que regresara.

- Oh, no significa nada, Sans. - Le dije en tono neutral, debía ser más cuidadoso a la hora de hablar en voz alta.

A pesar de que la duda se veía reflejada en sus ojos, Sans no objetó ante mi respuesta. Aunque con él, nunca se sabía lo que realmente estaba pensando.

Terminando de colocar el plato en su sitio, le cuestioné su desobediencia, puesto que ya había pasado la hora de dormir establecida y él aún seguía despierto.

- No seas ridículo G, tu nunca... - Un gran boztezo interrumpió su oración. - Respetas tu propia regla... Uf, estoy cansado hasta los huesos, viejo.

- Entonces ve directo a la cama, Sans. Y esa regla no implica conmigo, sabes bien que muchas veces debo quedarme hasta tarde trabajando. Cuando tengas un trabajo, entenderás lo que es esforzarse. - Le decía con autoridad en mis palabras.

- Heh, creo que no me visualizo trabajando.

- De seguro harás algo que desaproveche completamente tus habilidades. Algo como vender chatarra en un puesto de comida u otra cosa parecida. - Le dije sin ningún tipo de suavidad en mi voz.

Sans era inteligente, calculador, observador y paciente, pero todo eso se veía desperdiciado por su vaguedad. Apenas si había accedido a verme trabajar en el laboratorio, él era el único que podía seguir con mi legado de investigaciones en caso de que yo... Bueno, era mejor no pensar en eso por ahora.

Por otra parte, su hermano Papyrus... De verdad jamás podría ser un científico, por mucho que yo le explicara. El no tenía lo "necesario" para trabajar en el ámbito de la ciencia.

Almas olvidadas "Mini-Historia"Where stories live. Discover now