[IX] Levanta La Mano Antes De Hablar.

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El doctor les dijo a los padres de Kageyama que el chico solo necesitaba descansar y volver a tomar sus hábitos, pues no dormía ni comía lo suficiente.

La madre, todo lo que restaba de la tarde, se dedicó a consentir a su hijo. A pesar de que éste le decía que no era necesario y su esposo le pedía que lo dejara descansar.

- ¡Melody, deja al niño en paz!- Le dice a su mujer, que se estaba encaminando al cuarto de Tobio.

- ¡Pero cariño!

- Sin peros. Déjalo dormir, mujer.

La rubia caminó hacia su esposo, con un puchero muy marcado.

- Quiero el divorcio.- Hizo un berrinche.

- ¡Claro que no!

El hombre, riendo, se abalanzó contra su mujer, que olvidó su enfado al momento.

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Tobio despertó en la mañana temprano, pero al salir arreglado de su habitación su padre lo detuvo.

- ¿A dónde crees que vas?- El hombre, con el traje que usaba para ir a trabajar, se interpuso entre su hijo y las escaleras.

- A la escuela, tengo entrenamiento y...

- ¿Y?

- Quiero hablar con Hinata hoy...

- Al fin.- Se burló.- El cocinero tiene tu almuerzo, tómalo y te llevaré a la escuela, no puedes irte solo.

- ¡Papá!- Se quejó. Su padre lo miró amenazante, obligándolo a aceptar.- ¿Y mamá?

- Durmiendo.

- Siempre.- Ambos ríen.

Bajó las escaleras y se dirigió a la cocina.

⚙️⚙️⚙️⚙️

En la entrada de la escuela el costoso auto de la familia Kageyama coincidió con los capitanes y el ace del club de vóleibol, además de algunos compañeros más.

- Si te sientes mal llámame y te llevo a casa.- El menor asintió y abrió la puerta del auto, para darse cuenta de las miradas curiosas.

- Te dije que me dejaras a dos calles.- Se bajó y cerró la puerta.

El auto arrancó y desapareció en la calle.

- ¡Kageyama!- Saludó el capitán.

- Daichi-San.- Se acercó a los tres sempai.

- ¿Te sientes mejor que ayer?

- Si, ya estoy bien. El doctor dijo que me hacía falta dormir y comer.- Metió las manos en sus bolsillos.

- Kageyama, no te descuides de esa forma. Pronto vamos a Tokyo, estamos en temporada de exámenes. Además ya está sucediendo lo de Hinata, no queremos que te pase nada malo a ti.- Le dijo Sugawara.

El azabache recién se daba cuenta de que los capitanes venían tomados de las manos, se veían bien. Hacían honor a sus títulos de "Madre y padre cuervo"

- Lo sé, lo siento.- No sabía que decirles, pues él tenía la culpa pero no quería admitirlo.

- ¿Quién te trajo?- Le pregunta el ace.- ¿Es una de esas compañías de Taxis por medio del celular?

- Es mi papá.- Contestó.

Los tres se quedaron sin habla, pero Asahi se puso nervioso.

- L-L... ¡Lo siento!

- No pasa nada, Asahi-San.- Le dijo el armador de primero.

Al llegar a la entrada al pasillo de la escuela se separaron, pues ellos obviamente iban hacia los casilleros de tercer grado.

Para su tal vez desgracia, se topó con un par de novios a mitad de camino para el vestuario del club.

- Te ves mejor que ayer. ¿Cómo te sientes?- Volteó hacia un lado, donde se cruzó con la mirada de un rubio de lentes.

- Estoy mejor.

- Que bueno. ¿Te firmaron el permiso para ir a Tokyo?- El menor asintió.- Tenía la esperanza de que no aparecieras por ahí.

- ¡Confié en tu amistad!- Chilló.

- Tsukki.- Reprocha el pecoso.

- Bromeo.- Si lo hacía.

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- ¡Daichi-Sempai!- Hinata llegó corriendo al vestuario.

- ¿Sempai?- Se preguntó bajito.

- ¡Me firmaron el permiso para ir a Tokyo! Mamá no quería al principio, pero le dije que así tal vez recordaría algunas cosas.

- Bien, Hinata. Habrá que dárselo al Sensei.- Sawamura no sabía como reaccionar, se sentía como un padre con su pequeño hijo.

- Hinata.- El aludido dio un bote y se escondió detrás del capitán.- Quiero hablar contigo, maldición.- No lo dijo bruscamente, sino más bien insistente.

- Y-Yo...

- Habla con él.- Le susurró Suga en el oído..

- Ahora no. Tal vez... ¿En el almuerzo?

- Perfecto.

¡Se había atrevido! Su corazón latía más rápido que Hinata en los partidos.

- Que valiente que eres, estabas temblando.- Se burló Tanaka.

- No temblaba, tengo... Frío.

- Claro, por supuesto.- Nishinoya le contestó con sarcasmo.

Cuando todo el equipo estaba reunido, Takeda-Sensei y el entrenador entraron y pidieron los permisos firmados.
Al ver que todos tenían la posibilidad de ir, Hinata se emocionó bastante.

Saltaba arriba y abajo, extendiendo manos y piernas, Nishinoya lo segundaba.

- ¡Dejen de hacer eso, me canso de solo verlos!- Reclamó Tsukishima.

- Tsukki, cállate.

- ¿¡Eh!?

El equipo rió al ver la escena diaria invertida.

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Está corto...

Quiero que cuando me case mi relación sea como la de los papás de Kageyama :'v

¡Gracias por leer! 💜💜💜

«Don't Forget Us» [Haikyuu!! Español] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora