[V] Batallas Perdidas.

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El fin de semana pasó por completo, después de haber sido una completa tortura para el armador.
Sus padres se preocuparon mucho por su hijo, sin embargo, solo se encerraba y no los dejaba pasar a verlo.

El Lunes llegó de nuevo, el azabache tenía la ardiente esperanza de que su amado fuera hoy a la escuela, recuperado.

No solía ponerse audífonos para salir, siempre los usaba durante lo viajes largos, y nada más, pero no tenía ganas de hablar con nadie y esa era la mejor forma de evitar la conversación.

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Si, la técnica de ponerse audífonos había funcionando. Nadie en la escuela le había dirigido la palabra, ni siquiera sus compañeros de clase que siempre lo saludaban. Pero para su desgracia y por obvia razón, no podía usarlos en clase. Cuando el timbre sonó, se los sacó y los dejó sobre su cuello.

- Buenos días.– Entró la profesora y los saludó.

Los alumnos corearon sin ánimos:
- Buenos días.

Era la primera hora, nadie tenia gran emoción.

- Uy, parece que vienen muy animados.– Soltó con sarcasmo la sensei.

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A medida que pasaban las clases el ánimo de sus compañeros se elevaba, hasta el punto de estar felices, riendo por los comentarios de los demás. Pero su ánimo no subía.

El armador no podía evitar sentirse muy mal, no quería estar en la escuela, para nada.

La hora del almuerzo llegó. Algunos se quedaron en el aula de clase, otros fueron al patio. Y la gente como él, que habían olvidado su almuerzo en casa, se tenían que resignar.
El armador se dirigió hacia las máquinas expendedoras, donde puso el dinero y presionó dos botones, Yogur y Leche, saliendo una caja de tonalidades azules y blancas: Leche.

Se volvió a poner sus audífonos y comenzó a dar la vuelta por el patio. Aunque estaban casi muertas, sus esperanzas de que el pelirrojo haya ido hoy estaban ahí, luchando por su vida.

De pronto lo vio. Sin alguna duda, supo que era él. Nadie en el colegio tenía ese mismo color naranja chillón en el cabello, debía ser él. Corrió hacia donde estaba:

¡Sí era Hinata!

Estaba rodeado de sus compañeros de clase, almorzando con ellos. Pero algo estaba mal.

- Y yo me llamo Suguro.– Le comentó uno de sus amigos, de los que platican a diario con él en el receso.

- Oh, vale, lo tengo.– Le dio un sorbo a su jugo de manzana.– ¿Y ella como se llama?– Le preguntó al chico, apuntando hacia su también compañera habitual.

- Mako.– Contestó la muchacha.

«¿Es qué sigues sin acordarte?»
Pensó el armador, acercándose a los chicos.

- Hinata.– Lo llamó.

- Uy, Ya llegó.– Los chicos y chicas reían por lo bajo, lo hacían siempre que el azabache iba a buscar al pelirrojo al salón: ya sabían que eran novios.

El bajito se alarmó al escuchar su voz, poniéndose detras de Suguro.

- ¿Qué pasa?– le preguntó.

- Y-yo no quiero verlo.– Su corazón se partió.

- Oye, no sé si estés enojado con él, pero no es momento, tiene am—

«Don't Forget Us» [Haikyuu!! Español] Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ