4| Acorralado

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Se sentía triste y culpable. Lo único que quería era ir y disculparse con Daemon, su intención no había sido empapar al chico con soda, pero tampoco es que le sorprendiera tanto. Al menos había sido solo soda, no como la vez que volcó una taza de café caliente sobre el padre de Billy, eso si había sido un caos.

Aún sabiendo que todo había sido un accidente, no podía dejar de pensar en cual era la mejor manera de arreglar su error y disculparse con el pelinegro, pero todos sus intentos se veían frustrados cuando la mirada oscura y fría de Daemon le decía que no era bienvenido.

Suspiró y dejó caer la cabeza contra el escritorio.

—¿Acaso le aburre mi clase, Archer?

Maldijó mentalmente y levantó la cabeza poniendo en sus labios la mejor sonrisa de disculpa que tenía. La Profesora Graham lo veía con el ceño fruncido y los labios apretados en una fina linea.

—Lo sinto, le juro que pondré atención...

—No— la mujer rodó los ojos y camino hasta su mesa para luego tomar una pila de libros. —Mejor vaya a la biblioteca y regrese esos libros, son los que usamos en la clase anterior.

—Si señorita Graham. —Dijo Max poniéndose de pie, sabía que negarse era peor. La profesora de Lengua no era famosa por su paciencia. Y de cualquier manera, prefería salir de la clase y tomar un poco de aire.

—¡Señorita Graham!— Lily Price levantó su manos de manera desesperada— Esos libros pesan mucho, si gusta puedo acompañar a Max hasta la biblioteca.

—No es necesario, usted no es que este muy bien en mi clase como para andar saltandósela con la escusa de ser buena samaritana.

Max sintió pena por la chica, sus mejillas se habían puesto rojas por la vergüenza, así que le dedicó una sonrisa de agradecimiento, supó que funcionó cuando Lily asintió y le devolvió el gesto.

—Bueno, pero sugongo que Price tiene razón, asi que no hay nadie mejor para ayudarlo a llevar estos libros que nuestro acomedido capitán...—el sarcasmo en la voz de la mujer era difícil de ignorar. —Jason Cooper, haganos el favor de acompañar a su compañero hasta la biblioteca.

El castaño Max se estremeció de puró miedo al ver como Jason se levantaba desde el fondo del salon con cara de fastidió. "Al menos Henry no esta aquí" Pensó Max con cierto alivio y es que de verdad era una suerte que no compartiera la clase de Lengua con aquel chico. Por otro lado tampoco compartía esa clase con Billy y eso ya no era divertido.

—Los quiero de vuelta antes de que la clase terminé ¿entendido?

—Si— dijeron ambos chicos tomando la mitad de la pila de libros cada uno.

Max no sabía que decir, se sentía incomodo mientras caminaba al lado de Jason. ¿Debía ronper el silencio o era mejor quedarse callado? Opto por lo segundo, después de todo no es que tuviera algo en común con Jason.

—¿Por que tan callado, mariposita? —Dijo Jason en su oido haciéndolo saltar del susto. —¿Me tienes miedo?

—N-no— mintió.

—No voy a hacerte nada. —Le sorprendió escuchar la siceridad en la voz de Jason.  El más alto le sonrió de medio lado. Era bastante atractivo. —Se que no eres tú quien  me escribió la carta.

—¡¿Qué?!— Max detuvó su paso y se le quedo viendo con incredulidad. —¿C-cómo lo supiste?

—Reconocí la letra— confesó el capitan encogiendose de hombros sin dejar de caminar. — Lily price se sienta junto a mi en la clase de biología.

Un Golpe De Suerte (Suerte #1)Where stories live. Discover now