3| El chico que sobrevivio

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—¡No puedo creerlo!— gritó Billy pasándose las manos por la cara. —¿Por qué no me habías dicho nada?

Max suspiró. Sabía que su amigo reaccionaría de esa manera cuando le contara sobre el problema que había tenido con Jason y Henry.

—Por que sabía que reaccionarias de esta manera. Y no quería meterte en problemas.

Por un momento Billy no dijo nada y ambos continuaron su camino hacía la escuela. Max y Billy vivía muy cerca uno del otro, era por eso que todas las mañanas Billy pasaba a regerlo y caminaban juntos hasta el centro de estudios.

—A mi no me importa meterme en problemas —Dijo Billy apretando las correas de su mochila — Sabes que eres como mi hermanito menor y haría lo que fuera para ayudarte.

—Sólo soy un año menor que tú, además ya tienes suficientes problemas con el entrenador como para que te busque más —Hizo una mueca — Y no creó que confrontar al capitán del equipo al cual perteneces, sea buena idea.

—De igual forma debiste decírmelo— Billy era especialmente bueno haciendo pucheros —Pero dejando eso de lado...¡¿Cómo demonios se te ocurre sentarte en la mesa de Daemon Colter?!

Si, también le había contado sobre eso, la verdad no quería hacerlo pero sabía que tarde o temprano se enteraría.

—Henry y Brice estaban siguiéndome ¿Qué otra cosa podía hacer?

—No lo sé, ir a buscarme tal vez —Lo dijo con ese tono de Duh, que Max tanto detestaba.

—Claro, si hubiera hecho eso, pinky y cerebro me hubieran alcanzado.

—Y lo mejor que se te ocurrió fue lanzarte a la boca del lobo —El rubio rodo los ojos —Pudiste haber muerto en esa mesa.

Max soltó una pequeña risita, cuando Billy lo quería, podía actuar como toda una reina del drama.

—Daemon y sus amigos no son malos, incluso son ambles...

—Si claro y mi abuelita baila cumbía en calzones.

Max soltó una carcajada.

—Tu abuelita de verdad baila en calzones, la navidad pasada lo hizo ¿recuerdas? — rió aun más fuerte ante la expresión lastimera de su amigo.

Habían llegado a la escuela y mientras subían los escalones hacia la entrada, Max se dio cuenta de que en una de las bancas, que a la vez funcionaban de jardineras, se encontraba sentado Daemon. Sonrió ampliamente y empezó a caminar en dirección del pelinegro.

—¿A dónde vas?— Preguntó Billy al ver como su amigo se alejaba.

Max camino sigilosamente y rodeó la banca hasta posisionarse a espaldas de Daemon y este al estar concentrado en su teléfono, no se percato de que estaba siendo acechado.

——No te atrevas...—rogó el rubío Billy al entender las intenciones de su amigo.

Pero Max no le hizo caso. Cubrió los ojos de Daemon con sus manos y contuvó la risa para no ser descubierto. Max a veces era demasiado inocente, y por eso esperaba que Daemon lo tomara de las manos y le preguntara "¿Quién eres?" Eso no sucedió; el pelinegro lo tomó por las muñecas y en un movimiento rápido lo jaló por sobre su hombro haciendo que Max callera sobre su regazo.

—Hola— dijo Max con una enorme sonrisa mientras era observado por un muy enojado Daemon.

El pelinegro no respondió, en cambio lo empujó de su regazo haciendo en se estrellara contra el suelo.

Un Golpe De Suerte (Suerte #1)Where stories live. Discover now