Luna Llena. (LS #2)

Capitulo 20

¡FELIZ AÑO NUEVO! Este capitulo lo reescribí el segundo de enero pero no me gustaba por lo tanto fue trabajando en el. Espero que este año sea mucho mejor que el año pasado.

Podría decir que las cosas eran diferentes. La pesadez que mi cuerpo cargo durante este último año ya no se sentía igual, era mucho más ligero, más manejable. Fuera como si las cadenas que venía arrastrando ya no existen, un sentimiento muy alentador la verdad. Nunca llegue a pensar que me sentiría así en mi propia casa, con mi propia familia, el pensamiento era tan utópico que aún me sentía algo adormecida. Sabía que las cosas no quedarían ahí, no. Todavía había muchas cosas para hablar, cosas que se debían resolver antes de que se termine el tiempo. Tiempo, era lo que sentía que me quedaba poco pero la gran pregunta es ¿Para qué?

Tu tiempo se acaba. Eso había oído en ese sueño antes de despertar y ver el dibujo que con mis propias manos había hecho. Eso significaba algo y ciertamente tenia cosas sin resolver pero son tantas que no se siquiera por donde comenzar. Debía comenzar a armar el rompecabezas sin embargo no sabía por dónde empezar.

Debía disculparme con toda mi familia, no por una obligación sino como una sanación para mí, un fin, una demostración para que noten que soy lo suficientemente madura para que me tomen en cuenta. Debía retomar- o precisamente iniciar-las búsqueda de aquel-no tan extraño-sujeto; también tendría que enfocarme en los estudios para lograr terminar el año. Esas cosas que parecen tan simple son las que debería terminar antes que el ultimo grano de are caiga. Y no olvidarme de pedir explicación sobre las extrañas voces que he comenzado a escuchar. Como si no fuera extraño el hecho de escuchar murmullos, estos comenzaron a sonar como advertencias. Algunos no le tomarían mucha importancia, pero vamos, siendo un cambia forma, hija de Alphas quien escucha murmullos, ve personas en sus sueños y ocultos, ve auras, adquiere una habilidad que antes no tenía y dibuja un reloj de arena; creo que tengo el derecho a preocuparme un poco.

Sin embargo, hoy solo quería tener una cena tranquila con parte de mi familia sin tensión de por medio. Así que respirando hondo deje de lado esa advertencia, mis dudas y atravesé el comedor donde se encontraban todos sentados.

A diferencia de las otras veces, la cena estaba transcurriendo bien, ninguno gritaba, no nos dirigíamos miradas de odio, en mas, los hombres hablaban sobre posibles tratados, partidos y otras cosas más que realmente no me interesaba y por otra parte estábamos nosotras, si yo también estaba incluida, y nuestra conversación variaba entre ropa y planes para tomar algo, en más ¡Estaba teniendo una conversación con Jullieta y Nicole! Estas dos dejaron de lado el rencor de años para tener una conversación digna de personas maduras, bueno, digna de adolescentes que tienen un trato aceptable. Pero como nadie podía dejarme disfrutar una cena tranquila rodeada de mi familia después de tantos problemas y mi atención era tan requerida, deje de escuchar lo que hablaba mi prima para prestar atención a los tan constantes y conocidos susurros. Comenzó como un pequeño zumbido acompañado de un escalofrió para nada agradable que se fue haciendo mediamente soportable, luego un susurro apenas audible que iba sufriendo la intensidad poco a poco hasta convertirse en un grito que llamo por completo mi atención. Era más de una voz que escuchaba, fuera como si los estuviera alrededor mío, inclinados, gritando asustados; tanto que el sentimiento fue adherido a mí.

—Sky, ¿Está todo bien?

Observo a Nicole quien me miraba como todos en la mesa, sin embargo solo dirijo la vista a mi padre y repito aquello que las voces aún continúan gritando.