Hace cuatro Días:

563 51 1
                                    


Mi cuerpo se movía hacia el bosque, desobedeciendo la orden se girar e ir hacía donde se encontraba mi hermano y el insoportable. Seguía escuchando la voz susurrando mi nombre y cada vez más profundo estaba, más clara era.

Mi cuerpo se detuvo al llegar en una parte del bosque en donde la tierra tenía algunos montículos y estaba cubierta de flores y grandes rocas. En una de esas rocas, a unos pocos metros en donde yo me encontraba, se hallaba un hombre de espalda con un saco largo de color negro.

—Te estaba esperando.

Esa voz yo la conocía, era una juguetona y maliciosa que te provocaba escalofrío, ya tuve la oportunidad de escucharla una vez y pensé que sería la última, no obstante me equivoque.

—¿Qué haces aquí Zigor?

Decir que me encontraba sorprendida era algo ridículo, después del encuentro desagradable que tuve con el...

—Tenemos que hablar.

—¿Y yo por qué tendría que escucharte?

—Porque lo que te tengo que decir es importante, tanto para ti como para tu familia.

¿Qué sabría el que yo no supiera sobre mi familia?

Me encuentro debatiendo conmigo misma si vale la pena quedarme a escucharlo o debería irme antes de que sus largos y puntiagudos colmillos decidan que yo hoy era su cena.

—¿Por qué en este momento no te encuentras rodeado de lobos encabezado por mi padre?

Necesitaba preguntarle eso porque me parecía raro que ya no hayan notado la esencia del vampiro que en este momento se encontraba con sonrisa/mueca en sus labios.

—¿Crees que soy tan estúpido en venir a un territorio repleto de lobos? Mira, se que tengo que hablar contigo pero tampoco voy a poner en juego mi vida por una niña de quince años.

—Diecisiete.

—Quinde, diecisiete, son números y a mí eso me da igual. Solo vengo a disculparme, si lo se un vampiro disculpándose es algo raro, pero en este preciso momento no tengo paciencia ni edad para lidiar con una chiquilla que le encanta desobedecer a su padre.

— ¿Y a ti que te importa eso?

Sabía lo que hacía, no necesito a un chupa sangre para que me lo repita.

—Desde el momento que recibí una paliza por haberte atacado, mucho. —Zigor comienza a caminar y esta vez porque yo quería, lo seguí.

En el camino estuvimos en silencio, no sabía hacia donde nos dirigíamos pero quería saber de qué hablaba. Seguí sin importar el grito de mi hermano llamándome. Nos detuvimos cuando llegamos al lugar en donde el vampiro que tenía al frente me había atacado.

—¿Qué hacemos aquí?

—Mira el tiempo se agota porque tu hermano, tu amiguita y el chico ese vienen hacia acá a buscarte, ellos no tienen que saber nada, El no cree que sea lo adecuado. Y antes de que me preguntes de quien te estoy hablando, solo te puedo decir que el quiere que sepa que te va a proteger cueste lo que cueste. El pronto se contactara contigo y si tienes alguna duda llámame a mí, estaré siempre vigilándote. Por alguna razón tienes una manera de que los problemas siempre estén alrededor tuyo, me darás mucho trabajo niña.

—¿Por qué te tengo que creer?

—Porque te gusta los misterios y lamentablemente niña, tu vida está repleto de ellos.

No lo iba a admitir pero en lo más profundo le creía.

—Ellos ya están por llegar, recuerda no comentes nada a nadie, es por su propio bien.

Eso y el grito de mi hermano es lo último que escucho antes de caer al suelo inconsciente.

Luna Llena. (LS #2) Där berättelser lever. Upptäck nu