Capitulo 13

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Hola! Paso algunos días y como pudieron notar no actualice, la razón es que me había quedado sin Internet y no podía hacer nada, tampoco tenia crédito en el celu; así que estuve desconectada por todo este tiempo.

Tampoco tuve la oportunidad de desearles un feliz año nuevo. Espero que este año sea de ustedes y que este lleno de noticias felices. Gracias por todo lo que hacen por mi! Es algo importante y saber que a pesar de que no puedo actualizar por diferentes razones (escuela, enfermedades, problemas, etc) aun están ahí. Así que un millón de gracias!









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Sky:

Después del fabuloso-noten el sarcasmo-encuentro con Ethan, alias El Idiota Mayor, me aleje de mi familia para saludar al resto de las personas, como una buena niña que quiere escapar de sus problemas.

En este caso, mi problema era Ethan quien en este momento se estaba ganando el cariño de todos.

Menos el mío, obviamente.

La fiesta transcurrió con tranquilidad, baile con mis hermanos y padre, y lo más importante fue que no me volví a encontrar con Echan. Sabía que no podía gozar de este privilegio por mucho tiempo por el simple hecho de que ahora está en Mi territorio, así que solo iba a provechar esto lo más que pueda.

Alrededor de las tres de la madrugada no podía mantener mis ojos abiertos, los acontecimientos de los últimos días se hacían presente en mi cuerpo, así que decidí alejarme de la fiesta. Me acerqué hasta donde estaba mi padre y madre hablando con algunas personas.

—Sky, ¿Cómo la estas pasando? —pregunta mi padre, pasando uno de sus brazos por mis hombros.

—Bien, solo que estoy cansada. —me limito a decir.

—Esta bien, ve a tu habitación, lleva a Alice contigo.

Asintiendo, me despido de mi padre y el resto de las personas para dirigirme con mi pequeña hermana a mi habitación a descansar.

Avanzo por la habitación, esquivando de vez en cuanto algunos meceros con sus bandejas con tragos y aperitivos y en otras ocasiones a personas que querían hablar conmigo. Yo solo pido disculpas y sigo caminando, puede que sea algo maleducada pero realmente necesito mi cama para descansar y dejarme llevar por los brazos de Morfeo.

Al día siguiente:

Me levanto de mi cama lentamente para no despertar a Alice, al conseguirlo agarro un jean, una blusa y unas zapatillas para ponerme después de bañarme. Al terminar de bañarme y cambiarme, me acerqué a mi cama para despertar a Alice.

¡Pero era algo difícil! Lo único que conseguía al moverla era uno o dos manotazos de parte de ella. Cansada de esquivar sus manos, la alzo y la meto en la regadera. Inmediatamente se despierta y comienza a gritar como una loca. Realmente era una escena divertida: Ella gritando mientras movía sus manos como si eso pudiera evitar que el agua cayera a su cuerpo.

—¡Ya, ya me desperté! Sácame de aquí, Sky. —chilla.

Riendo, cierro la regadera y le lanzo una toalla para que se seque.

—Vamos anda que hay que desayunar. —salgo del baño escuchando aun los reproches de Alice.

Mientras esperaba que Alice se termine de bañar, comencé a despejar mi habitación, no tenía que hacerlo porque mi padre había contratado un personal para el cuidado de la casa, pero mi madre me había enseñado una que otras cosas respecto al cuidado de la casa, además que no me gustaba que otras personas estén en mi santuario. Para mí, mi habitación era MI lugar, aquel en el que yo solo mandaba, en el que podía decidir sin que me ordene los demás, también lo considero mi refugio, solo familia y amigos tienen permitido entrar en él, mi padre sabía muy bien que en mi habitación no podía entrar nadie sin mi autorización. Igual si quieren invadir mi privacidad no podrian, conseguí que mi padre me dé la llave de mi habitación y todas las copias, así el no tiene ninguna. Fue algo difícil  pero lo conseguí.

La privacidad, Mi privacidad, es lo esencial.

Estaba acomodando las almohadas cuando Alice sale con lo que parece ser un vaso de agua.

—¿Qué estas planeando Alice Bianca Stewart? —pregunte, alejándome de mi cama.

—Es mejor que corras.

No fue necesario que diga más nada, Salí de mi habitación con Alice detrás de mí.

—¡Alice no te atrevas! —ahora soy yo la que chilla como una desquiciada.

Corrí por el pasillo hasta las escaleras, las baje hasta llegar al comedor donde estaban todos, literalmente todos- el también- mirándome.

Antes de que pueda decir algo siento el agua fría recorrer por mi espalda.

—¿Alice? —pregunte tratando de respirar.

¡Joder, el agua está congelada!

—¿Si? —pregunta ella con una sonrisita inocente.

Inocente, mi tía abuela.

—¡Sera mejor que corras!

Ella inmediatamente hace lo que le digo y para no abusar de la diferencia de edad, cuento hasta diez.

Pero lo hago rápido, no iba a dejar que se salga con la suya.

Comienzo a perseguirla por la cocina y el patio, estuvimos un buen rato así mientras que los demás nos veían.

Los de la Manada que pasaban cerca por donde estábamos, sonreían tiernamente. Mis padre y hermanos nos veian divertidos.

Rendida Alice se sienta en el suelo.

—Me rindo. —suspira pesadamente.

—Ya era hora que terminen con esto. —se acerca mi padre con una sonrisa en la cara.

—Dile eso a la enana. —resoplando, imito la acción de Alice.

—La que ha empezado a sido tu. —se queja ella.

—¿Quién era la que no se quería despertar? —demando yo.

—Bueno ya, ahora vamos adentro que hay que terminar de desayunar. —dicta mi padre, pero aun conservando esa sonrisa en su rostro.

—Vamos renacuajo.

Al ponerme de pie, pude observar en lo profundo del bosque una sombra que estaba observando, mejor dicho, observándome. Cuando estaba por preguntar a mi padre si lo veía, ya no había nada. Seguramente fue la sombra de algún objeto y que interprete mal.

Si, seguro que era eso.

—¿Sky? —pregunta Alice quien aún estaba en el suelo.

Saliendo de mi confusión, levanto a Alice y juntas nos dirigimos a la casa, pero antes de entrar vuelvo a mirar hacia donde estaba la sombra, pero como hace un rato ya no había nada.

—¿Estas bien? —susurra Alice.

—Sí, solo pensé ver algo pero no es nada.

—Viste a una sombra, ¿Verdad? ¿Tú también la viste? —me interrumpe.

Asintiendo, seguimos el recorrido.

Si antes estaba desconcertada por lo sucedido, ahora estaba preocupada. No me agradaba que Alice haya visto la sombra de que claramente puedo interpretar que era un hombre quien nos estaba observando, a mi familia y a mi.

—¿Le diremos a papá? —pregunta.

Me detengo y me agacho hasta quedar a su altura.

—Mira Alice, papá ahora está muy alterado por algunas cosas y mamá está preocupada. No queremos que se preocupen más de lo que ya están por algo que pude ser producto del reflejo del sol o nuestra imaginación, ¿verdad? —niega la cabeza. —¿Entonces que te parece si esto, lo que sucedió, sea nuestro secreto?

—¿Secreto de hermanas?

—Si, ¿Tenemos un acuerdo? —pregunto extendiendo mi dedo meñique.

—Si.

Entrelaza su dedo con el mío.

Poniéndome de pie y sonriendo a mi hermanita, seguimos cambiando hacia donde nos esperan todos.

Pero de igual forma me pregunto si ocultar lo que sucedió sea una buena idea.

Luna Llena. (LS #2) Where stories live. Discover now