Luna Llena. (LS #2)

Capítulo 2: Sky

-No. -niego por décima vez.

-Vamos, Sky. -insiste.

-Que no.

-Si.

-No.

-Si.

-No. -me estaba hartando de el.

-Si...

-¡Dije que no! - ya colmo mi paciencia.

-¿Qué pasa acá? -pregunta mi padre al entrar a la sala.

-Papá, Sky no quiere aceptar mi propuesta. -le dice el malnacido a mi padre.

-¿Qué propuesta, Kevin?

Ni se te ocurra. Lo miro alzando ambas cejas, esperando su respuesta.

-De ir al bosque conmigo. -hijo de tu mamá.

Mi padre me mira atentamente y confundido. -¿Por qué no quieres ir al bosque Sky? -pregunta.

-Ya tengo planes. -contesto.

-Te recuerdo que estas castigada, Sky.

- ¡¿Pero qué?! ¡¿Por qué?! -alzo la voz.

-Sky, no estas prestando atención en clases...

-Y yo te recuerdo que te conté lo sucedido.

-No me interesa, Sky. El estudio es muy importante. -dice cansado.

-No me puedes castigar porque el maldito profesor no le gusta que no lo mire. Es algo ilógico. -estaba realmente enojada. Y puede que haya alzado la voz.

-A mi me bajas la voz, jovencita. Soy tu padre y me tienes que obedecer. -dice lentamente.

-Agh, yo no voy a ir a un lugar que no quiero. -grite.

-¡Sky, basta! -grita e inconscientemente me encojo en mi asiento. -Tu haces lo que yo te diga.

-Como usted diga Alpha. -murmuro a regañadientes.

Odiaba cuando gritaba, daba miedo.

-Bien. Kevin ten cuidado y cuida a tu hermana. -le dice a Kevin.

-¡Ey! Yo soy la mayor, yo debería cuidarlo.-estaba ofendida.

-Hazle caso a tu hermano Sky y no quiero una escenita. -dice antes de irse.

-Me la vas a pagar Kevin. -siseo entre dientes, mirándolo.

-¿Qué? Yo no hice nada. -se hace el inocente.

Salgo pisando fuerte de la sala y voy hacía mi habitación a cambiarme.

No es que no me guste el bosque pero hace una semana no veía a Julietta y necesitaba hablar con ella, urgentemente. Necesitaba que me cuente que pasaba con Ariel, el era un buen chico pero no era como nosotras. Sin olvidar que mi tío mataría a cualquiera que toque a su niña, y no solo él, sino todos los hombres de la familia. Realmente estábamos en desventajas las mujeres de esta familia, había más hombres que mujeres, y encima si tu padre o hermano no te veían hablar con un chico, las buchonas le iban a contar. Y después sí que tenías un gran problema.

-Permiso. -entran a mi habitación.

-Alice, ¿Qué pasa? -le pregunte a mi hermanita.

-Kevin dijo que te apures.

-Gracias Alice, ve a desayunar.

Cuando mi hermanita sale de la habitación, voy al armario y me cambio de ropa.