White se acercó otro poco a ellos, hasta que la mano de Kat se apoyó sobre su hocico. La mano de Harry seguía sobre la de ella, e hizo el movimiento descendente para que ella acariciara a White. Se quedaron en silencio.

El corazón de Harry latía rápido. Él no sabía bien por qué estaba haciendo aquello. No debería estar tan cerca de ella. Su perfume lo rodeó. La tenía tan cerca, era como un sueño.

Ella se mordió los labios. La situación era la misma que hace diez años atrás. ¿Qué debería hacer ahora? ¿Besarlo? Sacudió la cabeza.

—¿Lo ve? —inquirió él cerca de su oído —Él no va a hacerle daño.
Ella se estremeció, su voz era tan masculina. Giró un poco la cabeza para encontrarse con sus ojos a escasos centímetros.

Él podía besarla si se inclinaba un poco, y la idea lo emocionó de una tonta manera. Ya no era un niño, no iba a besarla como tal. Pero, por dios, era como una extraña para él ahora. Aunque en su mirada podía ver que ella seguía siendo la misma de siempre. Se había ido una niña y ahora veía una mujer. Una hermosa mujer. Se alejó de ella rápidamente. Eso era extraño, él no podía comportarse de esa manera.

Kat se quedó quieta en su lugar, acariciando a White por sí sola. No sabía que decir, ni que hacer. Todo era tan raro. Acomodó su garganta.

—Está realmente hermoso White, Harry —le dijo para romper el hielo.

Él se rascó la nuca y no la miró.

—Es el mejor caballo de la estancia.

Kat le sonrió al caballo y lo palmeó un poco. White se le acercó más hasta tocar su rostro con su hocico. Rió por lo bajo. Harry la miró, y su corazón palpitó. Se veía tan hermosa allí parada, casi abrazando a White. Al parecer el caballo no lo había olvidado. Él no se mostraba tan cariñoso con las personas.

—Harry —lo llamó ella sin mirarlo.

—¿Sí? —le preguntó. Kat tenía los ojos cerrados y ahora abrazaba a White. Era como si estuviera recordando algo.

—¿Recuerdas cuando éramos niños y jugábamos a las escondidas? —inquirió y abrazó un poco más fuerte a su caballo. Se sentía bien así —Tú te escondías en algún lugar de la caballeriza y yo tenía que buscarte. Y cuando te encontraba...

Abrió los ojos y él no estaba allí. Frunció el ceño extrañada. ¿Podía ser posible que él se fuera dejándola sola? Pero entonces escuchó el sonido de algo que se caía. Sonrió al recordar que esa era la señal. Él estaba escondido en algún lugar.

Comenzó a caminar, pero el sonido de paja bajo sus pies era muy delator. Se quitó los zapatos y los tiró a un costado.

—¿Dónde podrá estar Hazza? —preguntó con cierto tono de burla.

Harry sonrió mientras estaba escondido detrás de uno de los caballos. No podía creer que ella recordara algo como aquello. Al parecer lo tenía presente. ¿Tendría presente también aquel beso que compartieron en aquel lugar? Tal vez no...

Un sonido proveniente de unas de las cuadras alertó a Kat, él estaba cerca. Ella se acercó en silencio y se asomó de repente pensando que él estaba allí. Pero no, no estaba. Miró hacia su derecha y sonrió con malicia. Ya sabía en donde estaba.

Harry no escuchó ni un sonido más. Aquello era extraño. Asomó la cabeza con cuidado y Katie no estaba por ningún lado. ¿Se habría ido?

—¡Te encontré! —exclamó de repente haciendo que él cayera hacia atrás.

Ella estalló en risas.

—Esto no debería ser así —se quejó él divertido mientras se incorporaba.

White Horse (Harry Styles)Where stories live. Discover now