Llámalo ya

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2. Llámalo ya.

Decirle a Star fue mucho más difícil de lo que pensó, con sus recientes deberes de princesa e interés por la inclusión de los monstruos, empleaba todo el día yendo de un lugar a otro, firmando papeles y planificando reuniones. Pero, finalmente, una mañana logró emboscarla aún en su habitación, antes de que todo el asunto de princesa ocupada se desatara.

—Muy bien,Star, tenemos que hablar.

—Claaaro que tenemos que hablar, esta es una de las decisiones más importantes en el reino. —Ella chilló, llevaba aún su pijama y pantuflas mientras caminaba incesante a través de la habitación. —¿Rosa o aguamarina?—Preguntó frente al espejo, mientras apoyaba dos vestidos contra su pecho.

Marco ya estaba sentado en la cama con los Cachorros Láser, jugando a sus pies.

— Ros-¡No! Debemos hablar sobre algo más importante, de todos modos. ¿Para qué el vestido?

—¿Para qué? ¡¿Qué hay más importante que el vestido?! Oh, Marco, no me digas que se te olvidó que hoy es el baile del Lago Creciente de WaterFolk, ¡estuve toda la semana preparando tu traje!

Oh, por eso era que había una caja con ropa de etiqueta en su cama esa mañana.

—¡Eso no importa!—Negó, recordando porque estaba allí. Star se cruzó de brazos y lo miró con ojos estrechos.

—¡Claro que sí! Eres mi caballero real, necesito el apoyo de todos los príncipes de Mewni. Y si Tom va, pues tú también. —Star le regañó,apuntándolo con la varita para luego empujarlo. —¡Ahora, a tu habitación!—Y lo empujó por los hombros para sacarlo de la habitación a trompicones.

—Espera, Star. —Marco apenas pudo sostenerse de la puerta para evitar ser sacado del dormitorio.—¡No lo entiendes! He estado soñando con ese estúpido baile de la Luna Roja, y sólo quiero quitármelo de la cabeza.

Star paró de empujarlo, Marco se giró con el ceño fruncido para ver el rostro atónito de la rubia volverse tan blanco como el papel.

—¿Estás bien? Tus corazones están azules.

—¿Dijiste el baile de la Luna Roja?—Murmulló, los grandes ojos azules lo miraron con incredulidad.—¿Ese baile de la Luna Roja?

—Sí, ese baile de la Luna Roja. He tenido un par de sueños recurrentes y me preguntaba si podr-

—¡Llama a Tom! —Como era usual, Star lo ignoró. En vez de prestar un poco de atención a sus palabras, se volteó a gritarle a su espejo en la pared, la baratija respondió con un "Llamando a Tom" seguido del tono mientras marcaba.

—¿Para qué llamas a Tom? ¿No es más fácil que encuentres un hechizo? No sé, ¿en la biblioteca? ¿Tienen biblioteca? Deberían tener biblioteca. —Divagó, metiendo las manos dentro de su sudadera, un sueño no podía causar tanto escándalo.

—No, no, no, ¡no! Esto no es un simple sueño, Marco, no lo entiendes. Estamos en problemas cuando mamá se entere de esto: Estaremos. En. Problemas. ¡No es algo que podamos solucionar con un hechizo!

Star parecía alterada, incluso llegó a tomarlo de los hombros y sacudirlo mientras seguía murmullando sobre lo irresponsable que era jugar con cosas como la Luna Roja.

¿Quién era Star siquiera como para decir que algo era irresponsable?

—Emmm, Hola. — En el espejo finalmente la llamada había caído, Tom estaba aún en una pijama de conejito, los ojos entrecerrados lo delataban como alguien poco mañanero para ser despertado por una llamada a una hora tan avanzada del día.

Star se volteó con lentitud, una risa nerviosa entre los labios.

—Ey, Tom. Mi novio, ya sabes... ¿cómo lo digo?

—Sólo suéltalo. Ya.

—MarcoSoñóConLaLunaRoja.

—¡¿Qué?!—Entre una llamarada de fuego, Tom apareció en la habitación de Star en cuestión de segundos.

Allí fue cuando se desató el infierno.

Rosas en llamasWhere stories live. Discover now