Cuando te vi (#2 de LLA) PAUSADA

Capitulo 11: Descontrol

—¿A donde me llevas?— Llevaba a Alice tomada de la muñeca por la sala de estar y después por el vestíbulo hasta llegar a la puerta principal y salir. Alice se me quedo viendo un poco confundida.

—¿Siempre tienes estos cambios de humor tan extraños?—Sonreí de lado mirando sus bonitos ojos.

—Bueno si quieres regresamos y... — Comencé a retroceder.

Me tomo de la mano, ese movimiento de parte de ella me tomo por sorpresa. Extrañado, no aparte mi mano, debía sentirme mal por esa electricidad que recorrió todo mi cuerpo, pero no me sentía mal. Algo se removió dentro de mi y me dio un advertencia. —No, solo era broma— Mire nuestras manos entrelazadas confundido. Ella aun sonreía pero al ver a donde iba mi mirada soltó mi mano con rapidez llevándosela a su mentón y a su boca. Trague saliva y me pase mi mano por el cabello.

Bien, tenia que aceptar que Alice era muy hermosa. Sus ojos eran como la miel y sus labios eran de un tono rosa muy besables. Sus pestañas adornaban cuidadosamente sus ojos y sus  cejas le completaban a la perfección su bonito rostro, mientras que su cabello largo y ondulado caía en sus hombros y le seguía hasta su espalda.  Y no hablemos de su esbelto cuerpo. Pero yo estaba comprometido con alguien, alguien que por mi culpa estaba en manos de un vampiro, no podía darme el lujo de pensar en Alice de esa manera cuando Sina estaba en peligro. Simplemente no podía.

—Bien vamos a ver que podemos hacer aquí afuera— Caminamos saliéndonos completamente de la entrada principal.  —Pero no intentes escapar.

—En serio tienes que dejar de decirme eso porque... no lo hare — la mire intentando ver sus ojos en busca de sinceridad pero ella estaba viendo el césped en ese momento.

—Bien dejare de hacerlo. 

Alice estaba a un lado mío con la distancia correcta, aunque nuestras manos casi se rozaban y cada vez que intentaba decir algo tenia que inclinar mi cabeza muy abajo para ver su rostro. Caminamos al rededor de la casa enorme de piedra, pisando el bonito césped. Alice hacia muchas preguntas sobre nuestra manera de vivir o también sobre en donde se encontraba la mayoría de la manada y también por qué nosotros teníamos la casa mas grande. Todo lo respondía con real sinceridad. Por un momento, no había peleas entre nosotros y esta vez ella de verdad era platicadora, y no dejaba de preguntar cosas como si de una niña se tratase.

—¿Por que odias tanto a los vampiros? — su pregunta no me tomo por sorpresa. Mi odio hacia ellos era tan notorio que sabia que en algún momento me lo preguntaría. Pero la razón, realmente no quería que se supiera.

—Porque se apoderan de lo que no les pertenece, porque nunca están satisfechos y siempre quieren mas.— Alice se paso una mano por el cabello, intentando dejar un mechón de cabello detrás de su oreja pero el aire lo regreso de nuevo hacia su rostro. 

—Es por tu mamá ¿verdad?— mi ceño se frunció, me gire para ver su rostro. "Alice no toques ese tema" dije en mis adentros. Porque sabia que iba a pasar después de eso. La habíamos pasado tan bien juntos platicando y bromeando que no quería que me viera así pero cuando alguien hablaba de mi madre era como si un botón de imbécil se encendiera. Inmaduro, lo se pero era como una protección para mi.—La asesinaron.

—Tu no sabes nada Alice, te dije que no me gustaba hablar de eso.

Mis puños a mis lados se cerraron. Pero la voz de alguien mas nos sorprendió, asi que me calme por la sorpresa.

—Hola—Una Brenda muy agitada y con un balón de Futbol americano estaba en frente de nosotros. —¿Quieren jugar con nosotros? — Observe a Alice que le sonreía a Brenda con amabilidad y le eche un vistazo al pequeño grupo de jugadores. Estaba Rex, que siempre las acompañaba por su seguridad y la pequeña Allison.

—No, nosotros ya nos íbamos — Tome del codo a Alice y comencé a llevarla hacia adentro.

—Adios Alice— dijo mi hermana detrás de nosotros, Alice solo alcanzo a girarse por unos momentos, después cerré la puerta.

—¿Por que me sacaste si te ibas a comportar como un imbécil? — Tenia que calmarme, sentía la sangre hirviendo.  Apreté mis puños hasta que estuvieron blancos. Jamás me había sentido así de ira. ¿Qué me estaba pasando? Tenia que calmarme intente respirar. Le di la espalda a Alice intentando no escuchar lo que decía, pero lo siguiente que dijo no pude ignorarlo. —Tienes que superarlo Tom, no puedes tratarme como si yo la hubiera matado solo porque provengo de ahí.— Me gire observandola. Su mirada no dudo ni un segundo de lo que habia dicho. Alzo su rostro. Mi enojo comenzo a dominarme por dentro. Temia lo que iba hacer a continuación. Me acerque hacia ella con rapidez,  mis pasos eran fuertes y decididos.  Mientras yo avanzaba ella retrocedía, topándose con la pared y sin escape.  Estábamos tan cerca uno del otro, nuestros pechos subían y bajaban,  apreté mi puño y lo acerque a ella con lentitud y solo lo deje caer con fuerza en la pared. Intente mantener todo sentimiento dentro. Incline mi rostro casi tocando su hombro. No sabia si era tristeza, ira o otra cosa. Pero lo que sabia era que este descontrol de emociones no era normal. Me fui de ahí lo antes posible, dejando a Alice detrás de mi pegada a la pared con la respiración agitada.  

Después de el descontrol de mis emociones con Alice invite a Rex a cazar algunos vampiros alrededor del territorio y de la piedra de la paz para calmarme. Cazamos unos cuantos que estaban intentando entrar a nuestra área.

—¿Qué esta pasando con esa chica Alice?— dijo Rex mientras caminábamos de vuelta a casa.

—¿A que te refieres? — dije pateando un rama del suelo.

—Tom muchas cosas se escuchan en la aldea y los lobos sacan sus propias conclusiones. Aunque yo nunca les creo ninguna de las cosas que dicen— me toco el hombro con un agarre fuerte.  —Sabes que eres mi mejor amigo. Puedes contarme lo que sea.

Bien tal vez seria bueno hablar con alguien.— Rex ¿Tu ya encontraste a tu mate?—

—Yo creo que si— se paso una mano por el cabello castaño— ¿Por que lo preguntas?

—¿Qué sentiste cuando la encontraste?— pregunte mirando el suelo mientras caminaba, pisando hojas secas. El aire era cálido, y los rayos del sol se quebraban gracias a las ramas de los altos arboles .

—La verdad al principio no sentí nada, pero después de hacer contacto con ella y estar cerca de ella me sentí muy atraído.—  Observe a Rex. El no me había contado nada de una chica. ¿Me estaba ocultando algo?— ¿No lo sentiste con Sina?.

—Me sentí atraído a ella cuando la conocí, pero últimamente solo hemos tenido problemas, fue por eso que se fue en primer lugar. — suspire. Y mire una vez mas el cielo. —¿Quién es la chica?— Observe a Rex que miraba al suelo, sus gruesas pestañas ocultaban sus ojos.

—¿En serio quieres saberlo?— una sonrisa traviesa se dibujo en su rostro y las sospechas comenzaron.