Capitulo 10: Prisionera

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Desperte, me sentia observado. Tenia algo entre mis brazos un pequeño cuerpo rigido y un buen olor que solo venia de Alice.

—Buenos dias— No habia abierto los ojos pero supuse que ella sabia que habia despertado por mi ceño fruncido y por mis quejidos de no querer levantarme o de querer mover un dedo.

—¿Por que me observas mientras duermo?— abri uno de mis ojos para comprobar que si me estaba viendo y me encontre con su rostro a pocos centimentros de distancia del mio.

—Porque me tienes atrapada tonto— La solte y deje que se moviera lo mas lejos de mi,  me estire en la cama y bostece un poco. La mire de reojo, de nuevo tenia los brazos cruzados y su mirada estaba seria y mirando hacia la nada.

—Lo siento estoy acostumbrado a dormir asi, ya sabes por... Sina.

—Si, mira no necesito tantos detalles— resoplo y cruzo sus brazos.— Mira si vamos a dormir juntos ¿no te puedes poner una camisa?.

Me levante de la cama y camine hacia la ventana. —¿Qué? ¿Te incomoda? — Mire su expresion sonrojada y sus ojos que apenas y se podian apartar de mi. Claramente, la hacia sonrojarse.

—De hecho. Si, me incomoda— Gire mi rostro hacia la ventana, solo veia el bosque y a mis hermanas que jugaban con Rex. El dia estaba bastante soleado y el jardin estaba verde como lo recordaba cuando era tan solo un niño, bonitos recuerdos llenaron mi mente, recuerdos que solo lograrian que soltara un lagrima. —No se que vaya a pensar Sina de todo esto ¿Sabes?— Casi olvidaba que Alice estaba en la misma habitacion que yo. La lagrima ya estaba en mi mejilla. Maldicion, que debil era cuando se trataba de mi madre. La limpie con prisa como si fuese un delito Tal vez estaba mal que reprimiera mi dolor, pero no podia dejar que me vieran asi. Nadie.

Me gire como si nada. —No hables de Sina como si la conocieras.— Su ceño se frunció y reconoció mi cambio de animo.











Después de esa platica bajamos las escaleras y desayunamos. Alice se sentó a un lado de Brenda. Ella se veía realmente incomoda, sabia muy bien que se sentía culpable por todo que había pasado con Sina. Por otro lado, mi padre no dejaba de darme miradas en todo el desayuno, miradas que no entendía.  Hubo un silencio incomodo que decidí romper.

—¿Dónde esta Hunt? — Pregunte, mi padre no dejo de mirar su desayuno mientras respondía, Brenda solo miraba con ceño fruncido a la chica que tenia a un lado y la pequeña Allison solo jugaba con su comida.

—Hunt debe estar por llegar— Miro de reojo a Alice. Alice estaba con la cabeza baja,  no había terminado su comida, ni siquiera la había tocado.

—Creo que yo... me retiro. — Alice obtuvo todas las miradas del comedor. Se levanto con calma. Iba a detenerla pero mi padre me lanzo otra mirada, así que deje que se fuera, mientras la seguía con la mirada, con la esperanza de que tuviera seguridad la puerta principal.

—¿Quién es la chica? — pregunto Brenda, miro a mi padre y luego me miro a mi. —¿Dónde esta Sina?, no la he visto desde que volvimos—.

—Su nombre es Alice y es un tema muy delicado Brenda— Mire de reojo a Allison y Brenda entendió a que me refería.

—Bien— Dijo sin mas, cruzando los brazos. —Pero en algún momento me voy a enterar que sucede en esta familia— Se levanto de la silla y con ella también se fue Allison del comedor.

Deje mi plato a un lado y me asegure de que mis hermanas no estuvieran a la vista.

—Bien papá ¿Me vas a decir que significan esas miraditas que me das? — me pase las manos por el cabello y me estire. Mire a papá que estaba tomando un trago de su bebida y espere lo suficiente hasta que contestará.

—¿Estas durmiendo con ella?— Así que de eso se trataba. Bien tal vez cuando lo decía él no se escuchaba bien.

—Cuando lo dices así se escucha tan mal...

—Entonces ¿Es cierto?— Me miro, puso sus codos en la mesa y sus manos entrelazadas tapando su boca.

—Si pero... tu me dijiste que la mantuviera a salvo.

—Si, pero no de esa manera Tom. Lo único que lograras es hacer malentendidos con el padre de Sina.—Acomodo sus brazos en la mesa y se acerco un poco mas, abriendo sus ojos y señalándome con su dedo índice. —Sina es tu prometida. No lo olvides.— Mi estomago me comenzó a doler. Me sentía un tonto. La primera vez que había cruzado palabra con Sina me sentí enamorado. Pero estos últimos días ya no era igual. La llama se había apagado, incluso antes de que Alice llegara a nuestras vidas. —La puedes amarrar o algo pero...

—No papá, no voy hacer eso. Ella fue prisionera de vampiros, nosotros no somos como ellos. No es nuestra prisionera. — Mi padre alzo su rostro y cruzo sus brazos.

—Bien tienes razón pero no quiero sorpresas Tom, suficiente tenemos con su sangre y esta cosa de los vampiros.

Asentí. Me sentía sorprendido de que mi padre estuviera de acuerdo conmigo o me diera la razón en algo esta vez.

—¿Qué vamos hacer? ¿Ya tenemos un plan?— negó con la cabeza y puso una mano en su frente.

—Si la entregamos, ganamos a Sina, pero en cierta manera perdemos. Si solo sacamos a Sina de ahí, nos descubrirán y haremos la guerra.

—No podemos entregarla.

—No hijo , no lo haremos. — Me levante de mi asiento y me fui del comedor buscando a Alice por el pasillo.

Encontré a Ben que estaba hablando con Martha, la cocinera y la que estaba a cargo de todo el personal de limpieza.

—Ben, Martha, ¿Han visto a Alice?— Ben se giro al escuchar mi voz y me respondió.

—Joven Tom, esta en la sala de estar, hablando con el señor Hunt— Fruncí el ceño. Que Hunt estuviera hablando con Alice no tenia nada bueno. Di las gracias y me apresuré a buscarla. A veces odiaba que esta casa fuera tan grande.

Encontré a Alice en el suelo, limpiando el suelo con sus delicadas manos. Busque a Hunt pero no estaba por ninguna parte. Alice se detuvo y me miro con diversión.

—Wow, en serio, no puedes estar lejos de mi Tom— baje mi mirada hacia ella. Me odie verla limpiando suelos. Si lo que dije fue cierto "no es nuestra prisionera" debía ponerlo en practica.

—¿Qué te dijo Hunt? Estuvo contigo. — Bajo su mirada y paso sus manos por su uniforme, secándose.

—Solo me dijo que no me sienta culpable... bla bla bla— Se levanto y paso una mano por su cuello, por sus cicatrices.

Vaya, no sabia que Hunt iba a entenderlo tan fácilmente. Extraño.

—¿En serio?— pregunte extrañado.

Alice se relamió los labios y solo asintió.

—Que extraño.

Un silencio incomodo y después mire el suelo. Reluciente.

—Haces un buen trabajo — La mire, Alice miro su trabajo con una sonrisa.

—Bueno, si Martha no ve que esta bien hecho me va a golpear— Reí. Y ella me miro con sorpresa. 

—Vaya, deberías de reírte mas seguido.— Pronto se sonrojo y yo solo reí. Sus ojos no sabían a donde mirar, parecía nerviosa.

—Deberíamos pagarte por esto— Se cruzo de brazos y paso una mano por su coleta lisa.

—Si deberían. Pero bueno, yo creo que quieres que siga con mi buen trabajo. — En seguida se iba a inclinar para tomar la esponja.

La tome del codo y la levante con lentitud.

—De ninguna manera.

—Sabes que odio que me tomes asi del codo.— Se soltó de mi agarre y alzo una de sus bonitas cejas.

—Por eso lo hago.— dije alzando las manos mientras ella negaba.

—¿De ninguna manera que? — pregunto alzando sus cejas.

—De ninguna manera seguirás con este tonto trabajo— Frunció el ceño en señal de duda. —Vámonos de aquí.



























Cuando te vi (#2 de LLA) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora