Juego de Cartas //Emison// Completa

Capítulo 19: La calma después de la tempestad

CAPÍTULO 19:

Lo bueno de estar tan alto en el edificio es que tienes unas vistas increíbles. Lo malo: que cuando amanece en la mañana, no hay manera de evitar que el sol te dé totalmente de lleno en la cara y, aquella mañana, es el encargado de levantarme.

Sin embargo, aquella mañana, el despertar no está tan mal.

Nada más abro mis ojos, allí está, dormida a mi lado. Sonrío, no ha sido un sueño. Por fin hemos hablado las cosas. Por fin, las hemos aclarado. Solo espero que ahora, si que pueda disfrutar del momento lo suficiente.

Me quedo mirándola. Emily está profundamente dormida. Respira tranquila con su brazo alrededor de mi cuerpo y no puedo evitar pensar en aquellos días que me levantaba de la misma manera. Sintiéndome feliz por el solo echo de tenerla a mi lado. De ser capaz de enfrentarme al mundo entero.

Miro mis pernas:

-Ni se te ocurra ponerte triste nada más levantarte- Emily me sorprende- Menos el día de tu cumpleaños...

-Oficialmente lo celebro el diez, no el seis de junio...- y todo a una larga historia para que ligaba el momento de concebirme al momento en el que mi padre quería tenerme.

-Pero oficialmente naciste el seis, hoy- esta se acerca, pone la mano sobre mi rostro y sonríe- Asique...-me besa- Feliz cumpleaños.

-Gracias- tengo que reírme.

-¿Por qué no se lo dijiste a las chicas?

-No es que tuviera muchas ganas de celebrar ser un año más vieja en mi condición.

-¿Ni siquiera teniendo los veinticinco finalmente?

Bajo mi mirada cuando menciona el tema:

-Es irónico ser "libre" ahora- tengo que mencionar.

-HEy, no, ¿vale?- menciona volviéndome a mirarla- Ni se te ocurra...

-Lo siento- sonrío cuando el sonido de mis tripas, rompen el silencio- Y esta es la manera en la que se puede romper el encanto.

-Te has levantado con hambre- Emily simplemente, me sigue la broma- Voy a por algo de comer- Emily se levanta, aunque no la dejo ir.- ¿Qué...?

La miro, sonrío y la acerco para que me bese:

-Solo...

-¿Querías besarme?- asiento un poco avergonzada- Bien, porque yo también quería.

Se acerca y esta vez, el beso se hace más fuerte, se hace más apasionado.

-Oh, ¿interrumpo?

Las dos saltamos cuando observamos que es Lorenzo quien está parado en la puerta. Miro a Emily un poco avergonzada, pero no dejo que se separe de mí. La tomo de la mano, después de todo, Lorenzo ya nos vio.

Además, ya tengo veinticinco. En un mundo más perfecto, las cosas ya se hubiera arreglado y yo estaría libre para hacer lo que quisiera.

-Lorenzo...- sonrío- ¿Qué haces aquí?

Desde el día que había pasado el accidente, a penas lo había visto. Es más, aquella era la primera vez que lo veía desde el día de la cárcel. No es que me importara, al decir verdad, ni siquiera me había importado demasiado.

-Pues odio tener que venir solo por el motivo y no haberlo hecho antes, pero... ¿el trabajo que ibas a tomar fuera del país? – el trabajo, casi me había olvidado de él.

Aquella semana era en la que finalmente me iba del país. Sin embargo, ahora, con todo lo que había pasado; desde luego, tenía que pensar un poco en todo de nuevo.