Capitulo 59

71.7K 3.4K 783
                                    

Ahora nos encontramos en la cabaña, solos, con mi cabeza hecha un desastre, ¿De que querrá hablar?

Es algo que no puedo dejar de pensar desde que veníamos en camino y el no quiso decir alguna palabra de ello.

—Ven siéntate.- me habla Aarón pero yo niego—.¿Como que no?

—Primero dime de qué quieres hablar, porque desde ahora te digo que si es para terminarme quiero que sepas que te vayas a la mismísima mierd....

—¿De que hablas?—me mira confundido pero a la vez con una pizca de diversión—. No voy a terminar contigo, acabamos de empezar.

—Uf qué alivio—llevo la mano a mi pecho con dramatismo.

—Ahora ven, toma asiento—yo hago lo que me pide y tomo asiento enseguida de el—. De lo que te quiero hablar no es de nosotros, bueno en parte si—. Yo lo miro confundía—. Tu no sabes mucho de mi estoy, consiente de eso, y eso nos ha traído problemas, no quiero que por tu cabeza vuelva a pasar la idea de que no te tengo confianza, por qué estás muy equivocada, te traje aquí para hablar tranquilo y poder contarte mi pasado.

—¿Enserio?

—Si—. Toma un suspiro, yo guardo silencio y lo miro detenidamente—. Cuando yo era un niño vivía en una pequeña, humilde casa, con mi madre y padre, todo estaba bien, bueno eso creí, cuando uno es niño no se da cuenta de muchas cosas, a medida que fui creciendo me di cuenta que mis padres se drogaban, yo traté de hacer que lo dejaran pero fue imposible, ellos estaban metidos hasta la mierda—toma un suspiro—. Llegaron hasta el grado de una sobredosis, sobrevivieron y prometieron dejarlas, yo me dispuse a conseguir un trabajo, ellos igual, parecía que todo estaba volviendo a la normalidad pasaron 2 años, yo ya tenía 14 años, trabajaba en un taller cerca de donde vivía, una tarde recibí una llamada, era de la policía, resulta que ellos volvieron a caer en las drogas, pero está vez fue muy tarde, los encontraron muertos de una sobredosis.

Siento como mi pecho se estruja.

—Como era aún menor de edad quisieron llevarme a un orfanato, yo me negué rotundamente así que lo único que me quedo fue escapar y esconderme, no tenía nada, estaba sin casa, sin dinero, solo, ah y con una deuda de mis padres, los muy hijos de puta dejaron deudas a mi nombre, pero no cualquier deuda—una risa sin ninguna pizca de gracia sale desde el fondo de su garganta—. Un día me subieron a una camioneta toda negra, como si fueran a secuestrarme, pero no, era solo para decirme que toda la droga que consumían mis padre la pedían a mi nombre, así que básicamente les debía una fortuna, yo no tenía ni un cinco, ellos me iban a matar si no les pagaba, la única opción que tuve fue trabajar para ellos, fue una buena opción en ese momento, ellos me dieron un techo, comida, pero, ¿A que costo?, estuve 3 veces por ir a la carcel, 2 veces casi me matan.

Trago duro.

—Ahí estuve por 4 años, con una deuda que parecía que nunca iba a poder terminar de pagar, un día mande a la mierda todo y me desaparecí, conseguí un trabajo normal de jardinero y ahí fue donde conocí a Connor, el fue un maldito ángel para mi— ríe sin gracia—. Me ayudó a conseguir un trabajo estable de chofer, ahí fue donde conocí a los anderson, para no hacerlo tan largo, supieron todo por lo que pase, yo creí que me correrían inmediatamente pero no, ellos pagaron lo que debía, me borraron del mapa para que no me volvieran a encontrar esas personas, por alguna razón se encariñaron conmigo y yo con ellos, y como yo era lo suficiente mayor para que me adoptaran solo hicieron unos tramites y listo, yo ya era legalmente su hijo, Connor y los Anderson son para mí una segunda oportunidad de vida.

Bajo el mismo techo  (BeMT#1)Where stories live. Discover now