Hasta Que Seas Mío ||Omegaverse|[W]|

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Samuel

El imbécil entrometido me repitió su nombre miles de veces, aún así yo insistía en llamarle imbécil entrometido que me hizo pensar cosas estúpidas de mi niño.
Se que él no representa ninguna amenaza ya que es el hermano de Guille pero no me agrada, Guille puede quererlo mucho pero yo no.

Nos reunimos con él para que nos ayudara a encontrar a Guillermo.
Pero él insiste en que no sabe nada, según el mi Omega fue a su casa a dormir, y en realidad no pensaba buscar a Saúl.

Le hubiese creído si no fuese porque ya busque a Guillermo en su casa y no está ahí.
Ahora solo lo veo discutiendo con Miranda y esperando que en algún momento se den cuenta de la situación en la que nos encontramos, Guille podría estar en peligro y ellos están más concentrados en quien gane la pelea que en mi pequeño Omega.

  -¡Dejen está pelea estúpida! ¡Que no ven que solo estamos perdiendo el tiempo!- mi grito fue tan fuerte que juro que Guille sería capaz de oírlo donde sea que este.
No sirvió para detenerlos pero si me hizo darme cuenta de algo.
Lo hacen apropósito, me están distrayendo.
Sin esperar a que ellos se calmaran tomé el brazo de Miranda y la jale hacia un lado para hablar a solas con ella.
El tipo ese solo se quedó ahí confundido mientras me llevaba a Miranda un poco lejos para hablar.

  - ¿Que está pasando? ¿Porque me están distrayendo?-

  -¿Qué? N-no, no estamos haciendo eso-
Hay una cosa curiosa sobre ella y es que a veces es increíblemente buena mintiendo y a veces es muy mala, en este momento parece que ni siquiera intento mentir bien.
No le dije nada para convencerla de decir la verdad, con solo dirigirle una mirada asesina logré hacerla hablar.

  - Okay, Guille está planeando algo, quizás resulte y no necesites ir ahí, el es bastante inteligente, sé que sabrá manejar la situación-

Está loca si piensa que voy a dejar que mi Omega se encargue de esto.
Este es mi trabajo, el nunca debió involucrarse en esto.
Y mi orgullo no va a permitir que el haga nada.
Y soy demasiado celoso para dejar que este con ese hombre a solas por más de un segundo.
Y Miranda lo sabe.

-Es una estupidez ¿verdad? Lo siento, Evan me dijo del plan de Guillermo y no sé porque le hice caso, mierda, Guillermo puede estar en peligro, ¿qué hice?, Lo siento, no que estaba pensando, mierda, mierda, mierda, ay Dios, ¿y si algo le pasó?- de repente se puso realmente nerviosa, creo que compendio finalmente la situación en la que estamos.

  - ¡Miranda!- ella se sobresaltó con mi grito

  - Deja de perder el tiempo y dime donde está Guille-
  Por fin, ella asintió y con seguridad nos llevó a mí y el idiota hacia el lugar.

No fui consciente del tiempo que pasó, hasta que llegamos ahí.
Estaba muy nervioso, decidí enviar la idea de un Guillermo en peligro al fondo de mi mente.
Pero aún así no pude controlar el temblor en mis manos ni la sensación aterradora de perder lo más importante que tengo.

Pero esos nervios y esa sensación fueron sustituidos por otra completamente diferente en el momento en que llegamos a donde vivía Saúl.
Del cual Miranda no me había hablado nunca incluso cuando sabía la dirección desde hace quien sabe cuando tiempo, me aseguraré de reclamarle eso después.
Volviendo a lo importante, mi pequeño y según yo tierno e indefenso Omega no está precisamente en peligro.