Capítulo 51

1.7K 136 48
                                    

Quedé abrumada. Me era imposible moverme. Diablos! Que bochornoso.

Estaba ahí. De pie. Había visto y comprendido perfectamente lo que sucedía.

—¿Tony? —pregunte en casi un susurro. Un tono de voz que ni siquiera Peter —que estaba más cerca mío— había escuchado.

Apenas había volteado con Stark, pero al intentar ponerme de pie resbalé con la playera de Peter que había tirado. Ya para ese entonces me encontraba en el suelo. Era tan bochornoso...

Un pequeño grito salió de mis labios, jadeo un poco por lastimarme las nalgas. Peter enseguida fue el primero en reaccionar. Pero antes de conseguir ayudarme, Tony habló.

—Niño, ponte algo encima antes de tocarla. Por Dios! —comenta Stark, un poco fastidiado. Tan grosero y dirigente. Diablos! Vaya como me enfurecía aquel modo de ser suyo cuando algo no salía como él esperaba.

Fue entonces cuando apenas me había enterado de como ardía totalmente. Estaba molesto. Muy molesto. ¿Por Peter y yo... juntos?

—Sí, sí señor, Stark. —obedece Peter mientras iba siguiendo las instrucciones que le venían ordenando.

Increíblemente Peter había actuado más deprisa que nunca, quizá por el respeto o ¿miedo? hacia Tony.
—¿Te encuentras bien?

—Sí, sí.

En lo que Peter se alejaba, Tony se aproximó a mí. Demostrando que sólo el podía acercarse a mí. Pero antes de que intentara ayudarme, rechacé todo de él.

—Yo puedo... sola. —comenté con dificultad, esquivando su mirada, mientras efectivamente yo misma me las arreglaba. Al ponerme de pie sentí un ligero y rápido dolor en mi espalda. Traté de dar a entender que me encontraba bien pero una mueca que no tuve en consciencia al instante demostró todo lo contrario.

Cuando podía incorporarme con los pies en el suelo, Peter ya tenía puesta una playera, mientras que el millonario no paraba de observarme. Estaba por dirigirme la palabra.

—¿Estás...

—Sí, ya te dije. Estoy muy bien. —respondí secamente. Esperaba que el comprendiera lo furiosa que podía sentirme con él en ese momento. Y si hacía algo estúpido empeoraría aún más las cosas—. ¿Qué diablos fue eso? —cuestioné.

—¿Qué fué qué? ¿Mi preocupación hacía tí?

—Haha. Demasiado gracioso... —fingía​ diversión—. ¿Cómo es que puedes dirigirte hacía Peter de tal manera? —me crucé de brazos y espere respuestas. Al menos una buena.

—No es modo de agradecer cuando alguien intenta ayudar... —dice Tony.

—¿Peter? —ahora me dirigí hacia el muchacho. Esperaba que él pudiera decirme que sucedía, pero en vez de eso miró fugazmente a Tony y enseguida a mí.

—Lo siento, Georgie... —agacha la mirada. Mientras su tono de voz va bajando.

Los miré a ambos ofendida. Esperaba más de los dos. Vaya decepción!

—Tengo que irme. —comenté mientras me dirigía a la salida.

—Te llevaré a casa. —dice Tony, detrás mío. Sentía como me pisaba los talones.

Lo detuve antes mientras me giraba hacia él.

—No! —exclamé firmemente—. Entiende que ya no eres mi guardaespaldas.

—Georgie...

—Enserio, detente. Comprende que si quería acostarme con Peter, o quien sea, tú ya no deberías intervenir. No eres más que una persona más, ¿entendiste?

Mi forma de hablar era tan dura para mí que incluso yo misma me sorprendía, aunque no como ellos.

Sin decir más me marché.

Iron Man mi Guardaespaldas ❨sin editar❩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora