Capítulo 50.

2K 131 88
                                    

—¿Qué tan seguido viene Stark? —le pregunté. Me interesaba saber. Necesitaba saberlo. Maldita sea! Estaba celosa.

—No muy seguido. —se encoge de hombros—. ¿Tony Stark es amigo tuyo?

—¿A qué viene esa pregunta?

—Bueno, realmente me puso a pensar mucho la noche en la embajada cuando te ví con él...

—Oh. Bueno... es... una larga historia.

—Adelante. —se sienta en su cama, y con su mano me pide acopañarlo—. Tenemos mucho tiempo. Puedo escuchar.

Su modo tan abierto de tratar conmigo me hacía sentir con toda la confianza, que acepté su solidaria invitación y accedí a contarle.

—Fue hace dos años... —comencé mientras me ponía cómoda—. Mis padres lo habían contratado como mi guardaespaldas después de enterarse de lo mal que llegué a terminar en una fiesta de mis colegas.

—¿Guardaespaldas? Guao! —exclamaba asombrado—. Vaya. El señor Stark como un guardaespaldas. Jamás me lo llegué a esperar, además de que sería asombroso.

—Ni por qué ilusionarse. La situación con él como un hombre que está encima de mí todo el tiempo hizo la situación complicada. Era todo un caos. No me gustaría tener que volver a pasar por lo mismo...

—¿De verdad te crees eso? —una ceja la levanta mientras que su pregunta me obligaba a quedar pensando—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿De verdad te crees eso? —una ceja la levanta mientras que su pregunta me obligaba a quedar pensando—. Igual si realmente lo sientes de ese modo, tienes suerte de que haya terminado—. argumenta. Deja pasare un momento. Nadie habló por un buen rato. Pues cuando Peter había dejado de comentar, levanté la mirada, y me encontré con sus ojos observando también. Tan detenidamente. Como si fuera la primera vez que me estuviera viendo. Parpadeo un poco los ojos, y pasó un mechón de pelo que caía por mi cara y me hizó el gran favor de pasarlo por detrás de mi oreja—. Te noto algo diferente... —dice él, inspeccionando cada parte de mi rostro. Cada facción. Cada expresión. Se esforzaba por encontrar la novedad que veía en mí.

—¿Como qué? —le pregunté, aún perdida en su mirada.

—Estás diferente... a la primera vez que te ví. —dice Peter, confirmando—. pero no puedo evitar observar lo hermosa que eres, Georgie...

Mi nombre salía de sus labios tan sutlmente. Tan suave. Tan fino. Se lucía en pronunciarlo perfectamente.
Con sólo escuchar su voz un gran escalofrío pasaba por mi cuerpo completamente. De una manera en la que nadie nunca en mi vida me había hecho sentir.

Eso me impulsó a dar el siguiente paso que nunca se me había ocurrido dar, mucho menos con él:
me acerqué un poco más hacía él hasta quedar lo suficientemente cerca suyo. Rozabamos mutuamente.

Bajé la mirada, y observé sus labios, así como él hacía con los míos. Poco a poco él se acercó más a mí, tomó de mi mejilla y consiguió besarme. Así mismo! Un tierno beso impacó contra mis labios.

Iron Man mi Guardaespaldas ❨sin editar❩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora