Capitulo treinta y uno

2.8K 207 19
                                    

–Cualquier cosa estaré al pendiente... –dicho esto cierra la puerta delante de él y se marcha.

Suspiré una vez que estaba ahí. Apenas me había dado cuenta que no había respirado hasta que por fin pude estar sola. Me desvestí, y con cuidado me puse de pie. Me metí a la ducha y después abrí el agua.

Esta caía a mí con una cierta temperatura. Perfecta para no moverle más.

En ese momento me puse a recordar lo de hace dos noches. En la cama. Con Tony.

Cerré los ojos mientras mantuve el recuerdo en mi mente. Mientras comenzaba a tocarme....

(...)

Fui por las bolsas de compras y saque lo que venía ahí dentro. Una linda blusa de tono claro que hacía contraste con esos jeans de mezclilla, y para agregar también habían unas bonitas botas de agujeta, y una chaqueta oscura.

Después de revisar las etiquetas, me percaté cuando supé lo cara que era cada prenda. Me sentía un poco apenada. Y culpable. No me sentía agusto con esto....

Una vez que terminé de vestirme fui abajo. En un momento creí haberme perdido, por lo exageradamente grande que era ese lugar, pero después de tanto buscar por fin conseguir encontrar a Tony. En la cocina. Preparándose un café.

Estaba por hablarle. Pero el fue primero.

–¿Todo bien? –me preguntó sin aún haberse dado la vuelta para mirarme.

–Sí, si.. –dije, cada vez en un tono más bajo–. por cierto, gracias por....

–¿La ropa?

–Sí. –solté una pequeña sonrisa después de darme a mi misma una mirada tan fugaz de abajo hacia arriba–. debo admitir.. que tienes buen gusto en.. la ropa.

–Ya te he dicho, fue mi chofer.

–Bueno, él...

–Tranquila, podrás agradecérselo cuando nos vayamos.

Escuché una cierta tristeza en sus últimas palabras. Agaché la mirada obligándome a no hablar demasiado cruel por más que odie esta idea.

–Sabes que... no tenías porque hacer esto...

–¿Qué cosa?

–De comprarme ropa...

–La necesitabas.

–Sí, pero no tan... –dije, haciendo que las palabras hablaran por si solas sin decir más.

–Creeme que para mi él problema no es el dinero

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

–Creeme que para mi él problema no es el dinero. –una vez que termina de prepararse su café voltea y me observa. Tan detenidamente.

Alcé una ceja después de escucharlo decir aquello.

–Dudo bastante en cómo me veo. Mi padre siempre me pide estar presentable.... y ahora que estas prendas son algo de lo que el no está enterado.... temo a su opinión... –dije, en un tono de preocupación, mientras no dejaba de jugar con mis dedos.

–Yo digo que estás hermosa. –dice rendido. Aún sin quitarme la mirada de encima.

Dicho esto, me deja tranquila. La batalla entre mis dedos termina. Y mi preocupación por lo que dije había desaparecido. Me bastaba escuchar eso.

Quería agradecerle su apreciable cumplido. Pero quedé con el nudo en la garganta que hasta me impedía pasar saliva.

–Tengo hambre... –dije por último. Y no sólo era para cambiar el tema. Si no que también lo decía enserio.

–Compre esto... –dice él mientras me daba una ensalada que con tan sólo verla supe que tan bien me llenaría el estómago.

La tomé entre mis manos y me senté para comenzar a devorarla. Pues el hambre ya estaba hasta el tope.

–¿Tu no... comerás algo? –pregunté.

–Ya lo hice. –respondió. Antes de darle un sorbo a su café.

–Dime algo... ¿por qué sólo compras comida ya hecha? –volví a preguntarle.

Deja la taza a un lado y se cruza de brazos.

–Digamos que no soy alguien que está mucho en casa.

–Entonces ¿sólo eres bueno en otras cosas menos en prepararte tu propia comida? –fruncí el ceño.

–Algo así. –se encoge de hombros después darme la razón.

–Yo tampoco sé, pero... podríamos aprender juntos...

Iron Man mi Guardaespaldas ❨sin editar❩Where stories live. Discover now