Capítulo 1.

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"Yo soy tu padre, y sabes perfectamente que haría lo que fuera por cubrirte las espaldas, te guste o no"

La espuma en mi cuerpo es lo suficiente como para cubrirme por completo, me enjuago y después salgo de la tina. Me pongo la bata, después me lavo los dientes y por último salgo del baño, cuando llegue a mi guardarropa elegí una buena opción para una perfecta mañana mientras que mi cabello lo había dejado suelto. ¿Raro en mi? Tomaría mejor el término "normal".

Me senté frente mi tocador y me comencé a maquillar mi rostro como de costumbre. Simplemente algo tenue. Pasaba el delineador por el contorno de mi ojo derecho cuando suena mi celular. Era mi amiga de la preparatoria, Ana.. me pedía urgentemente que cuando llegara al colegio la buscara en los pasillos de cuarto grado. Cuando le colgué volví con lo que hacia. Ya en el momento de haber terminado guarde todo dejando el lugar como había visto desde que desperté.

Me mire al espejo, fue ahí cuando no me aparte la vista de encima. Aprecié como me veía esta mañana. ¿Mejor que otros días? Seguro. —Nótese mi sarcasmo

—¿Señorita Georgie? —me llaman desde el otro lado de la puerta—. El desayuno esta listo. —agrega.

Con tan sólo escuchar la voz de esa mujer y su pequeño canto que hace cada vez que pide a los demás bajar o ir al comedor, me di cuenta que no era nadie menos que la ama de llaves. Una mujer con buen corazón y muy respetuosa, enfocada sólo en su trabajo. Ah!, y mencionándola, no sólo es ella quien mi padre contrata para mantener la casa impecable, y aseada, con todas las tareas hechas, en pocas palabras, los encargados de dejar el hogar "Perfecto", y son incontables esas personas que vienen cada día a trabajar bajo el mismo techo donde yo vivo.

Y no sé que piensen los demás cuando digo que incontables sea para mí un alrededor de diez a quince personas. ¿O estoy loca? Sólo digo... ¿Que pensarían ustedes si tuvieran a esa cantidad de gente en el mismo lugar dónde tu esperas al menos descansar después de un día agotado, y ellos aún encima de ti? Oh! Y he olvidado mencionarles los chóferes, cocineros, asistentes y "escoltas" —o algo similar—de mi padre. Bueno, bienvenidos a mi vida desde hace diecisiete años. Seguro al principio parezca una maravilla, pero poco a poco se va haciendo un gran dolor de cabeza y te gustaría mandar a todos a la... igual no tengo yo la palabra para hacerlo. 

Cuando apenas logro recuperar mi consciencia sacudo levemente mi cabeza.

—Sí! —le contesté en un tono lo suficiente alto mientras me levanto a tomar mi mochila, y después salgo de mi habitación.

Bajé por las escaleras mientras escuchaba música clásica provenir desde el salón principal, en donde habían más de tres hombres de traje oscuro cuidando el lugar. Cuando llegué al comedor vi sólo a mi madre sentada mientras desayunaba.

—Buenos días, Georgie. —me saluda mi madre.

Es una mujer de cabello castaño que le llega hasta los hombros. Todos los días vestía muy elegante, y llevaba el cabello recogido... tan perfecto era su peinado. También llevaba puestos unos preciosos y costosos pendientes que median más de cinco centímetros. 

—Hola madre...—me acerco a ella y le beso la mejilla—. Veo que has empezado sin mí. —Después tomé la jarra de jugo que había a unos centímetros y me serví. Enseguida me fui a sentar dos sillas a distancia de ella.

—Bueno querida.. jamás dependeré de la hora en que despiertas para desayunar contigo.

Rodé los ojos y me incorporé de la espalda a causa de sus palabras tan irritantes.

Iron Man mi Guardaespaldas ❨sin editar❩Where stories live. Discover now