Interlude

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Interlude (La vida de pareja no tiene porqué ser aburrida)

                   » NamJin— SeokJin!Centric. Tattoo studio AU. crack. domestic fluff?.

×××

— ¡NamJoon! ¡Por el amor de Dios! ¡Haz el favor de ponerte algo!


Al ver a Jin entrar por la puerta y gritarle aquello, NamJoon levantó la cabeza y lo miró con los ojos redondos e inocentes, la boca llena de pan de molde untado de una cantidad insana de Nutella, distrayéndolo del episodio de Weightlifting Fairy Kim Bok Joo que estaba viendo en la televisión.


SeokJin no podía decir que NamJoon no estuviera para empotrarlo contra el colchón, la pared, el sofá, la encimera de la cocina y todos los muebles que tenían en aquel minúsculo apartamento que compartían, pero, por mucho que su inagotable deseo por NamJoon nunca menguase, tenía que convencerse de que aquellas no eran fachas para recibir visitas.


NamJoon estaba sentado en el suelo, disfrutando de su dulce favorito, viendo su drama favorito del momento, con nada más y nada menos que los shorts más diminutos que tenía en su posesión (los cuales eran sus favoritos), junto con una camiseta sin mangas que exponía sus hombros, sus clavículas, sus costillas y hasta sus pezones.

Por lo general, SeokJin disfrutaba de tener a NamJoon ligerito de ropa en casa. Sabía muy bien que a su novio le gustaba mostrar todos los tatuajes que recorrían su cuerpo cada vez que tenía ocasión, pero había aspectos de NamJoon que SeokJin prefería que quedasen reservados para su disfrute, único y personal.


NamJoon no contestó, volviendo a su serie de televisión y llevándose otra cucharada de Nutella a la boca para mantenerla ocupada, mientras que SeokJin se tragaba a las malas la regañina que tenía en la punta de la lengua y se metía en la cocina a dejar las bolsas de la compra que pesaban más que un muerto.

NamJoon tendía a ser algo perezoso en las labores del hogar, siempre escudado tras su torpeza y su innata habilidad para romper cosas, pero nunca era vago cuando se trataba de trabajo, aquello que pagaba las facturas y les daba de comer a ambos.


SeokJin comenzó a guardar la compra en el frigorífico y los armarios de la cocina, refunfuñando por lo exhibicionista que podía ser NamJoon a veces.

NamJoon y él solían llamar mucho la atención cuando salían a la calle, no solo por ser una pareja abiertamente homosexual, caminando de la mano sin pudor frente a las escandalizadas miradas de las viejas y los conservadores, sino también por la extensa colección de piercings y tatuajes que ambos lucían en sus cuerpos.

A SeokJin le iban más las perforaciones, sus dos orejas llenas de pendientes, la aleta de la nariz, la lengua, los pezones, las clavículas y el ombligo. Sin embargo, también estaba muy orgulloso de sus tatuajes. una hermosa rosa floreciente en su cuello era el único que permanecía siempre a la vista, ya que por su espalda descendía el ramo de flores más variado, hermoso y colorido que unos ojos hubieran visto nunca, por supuesto.

Y aunque NamJoon también tuviera piercings, las orejas y su labio inferior con un arete a cada extremo, él era más de tatuajes. NamJoon tenía los dos brazos tatuados, desde la punta de los dedos hasta llegar a la espalda, los hombros y pasando por su cuello. Los favoritos de SeokJin eran los elegantes mandalas que tenía adornando sus rodillas, de hecho, adoraba ver el cuerpo de su novio decorado en tinta de colores, haciendo de él el hermoso lienzo que sabía que era. Pero si había un lugar donde SeokJin no quería ver tatuajes, era en aquellos tersos, morenos y musculosos muslos, porque si había algo que SeokJin adorase más que ver el a su novio gimiendo su nombre mientras le hacía el amor, era ver a su novio gimiendo su nombre mientras le hacía el amor con los muslos llenos de cardenales fruto de los besos y chupetones que él había hecho con orgullo.

2 COOL 4 SKOOL | Antología pt.1 |Where stories live. Discover now