Tristeza teñida de rojo |Liam & ___(TN)|

Capítulo 5 Me agradas

Estaba en un gran dilema por primera vez después de mucho tiempo, estaba frente a mi armario sin saber que ponerme. No es que quisiera verme bonita para Liam, porque no lo era y Liam no me interesaba, era la inquietud de salir en público con un tipo como él, la gente pensaría “Debe de estar ciego para estar con esa chica”, “La única razón lógica para que él saliera con eso es porque es su hermana”… Al final opté por unos jeans deslavados suelto, una blusa vaquera y mis converse, me recogí el cabello en un chongo.

Las calles estaban repletas de gente, era lo malo de las ciudades, siempre había gente. Visitamos museos, el parque y demás zonas importantes en el lugar, aun así mi idea no cambiaba: estar en casa sola iba a ser siempre el mejor lugar. Al estar oscureciendo me llevó de regreso a la cabaña.

-Gracias por aceptar salir conmigo.

-Si… de nada. –Todavía no lograba ver a las personas directamente a los ojos mientras hablo- Buenas noches.

-Lograste tu objetivo de no verme durante una semana, pero esta tarde lo recompensa. Me agradas.

“Me agradas” sin duda es lo que se usa cuando no quieres decir algo como “no quiero decir que te odio pero tampoco que me gustas, sólo no quiero que no me odies, porque mira, soy atractivo y a todos les debo caer bien”. No pude evitarlo, soy humana, me sonrojé.

-Creo que debería de decir que tú también me agradas…

-Sino es así, no lo digas, por favor. No me gusta ese tipo de personas que dicen ese tipo de cosas para agradar –tal vez estaba equivocada en cuando al “me agradas” de la Pérdida De Tiempo- Yo digo las cosas que siento. Me agradas y me pareces interesante.

-Pero… ¿cómo puedes pensar que soy interesante si no hablo lo suficiente para serlo? –a veces pensaba que mi tono de voz era realmente bajo.

-Eres misteriosa, eso él lo que te convierte interesante. Me gustaría que hablaras más sobre ti pero no te obligaré a nada.

A Liam Payne le agradó y no es mentira, su tono tan profundo de decir todas aquellas palabras me cautivo por completo, quizá todo eso sea un juego y que eso se lo decía a todas, no importa quería jugar con el fuego y peor aún, salir quemada. Lo último que quería es que supiera que también me estaba empezando a agradar.

El resto de la semana no lo vi.