¿Como sanar un corazón roto?

Capitulo 7

Parte 2/2

Ámbar estaba en su teléfono y le llego un whatsapp, no leí lo que decía porque eso sería muy abusador de mi parte, aunque a ella no le importa que vean sus mensajes no quiere decir que yo voy a andar por la vida leyendo conversaciones ajenas. Solo llegue a ver la foto de quien era, no la vi bien pero se me pareció muchísimo a Jay.

Me preguntaba si era el, y porque le escribe a Ámbar, y si acaso la conoce, y si son algo, millones de preguntas se cruzaron por mi cabeza, ahora menos le iba a contar sobre él, quien sabe si son o eran algo. Decidí no quedarme con la duda y preguntarle, al final que pierdo con preguntar.

Oye Ámbar, ¿puedo ver la foto de ese chico? Es que se me parece a alguien- dije tratando de no sonar tan obvia, y al parecer funciono porque ella solo sonrió me paso el teléfono y me dijo claro, ten.

Abrí la foto y efectivamente, si era Jay, así que le pregunte otra vez- ¿Lo conoces?- Ella me mira con obviedad y me responde

Si, él va a la misma universidad que yo, me estaba preguntando sobre que sabía de una actividad que tenemos todos los estudiantes de la universidad. ¿Por qué? ¿Tú lo conoces?

Ahmm no, bueno si, algo, solo lo vi en una fiesta, pero no lo conozco en realidad, solo lo he visto, me parece lindo- Dije tan rápido que apenas creo que lograron entenderme, Ámbar me miro confundida y se empezó a reír, a lo que Amber se apresuró a decir.

Te gusta, ¿verdad?- No me imagino la cara que puse, pero sentí que me dio un mini infarto cuando me dijo eso, empecé a sudar tanto que ya me estaba preocupando, jamás pensé que decirle a tus amigas que te gustaba alguien fuera tan difícil.

Eso creo- Logre responder en un hilo de voz, sin embargo ellas lograron escuchar y se emocionaron tanto que las dos gritaron al unísono de emoción, o eso espero. No puedo creer que gritaran, estábamos en un autobús, todas las personas voltearon a vernos confundidos, como si estuvieran viendo a un fenómeno, el chofer freno de golpe por los gritos, ya que pensó que le estaban pidiendo que se detuviera.

Ámbar se disculpó con el señor diciéndole que avanzara, solo fue una confusión, poniéndose como un tomate, el señor arranco maldiciendo su trabajo, creo que ser un chofer de un transporte público no es nada fácil.

Dios mío Maddie, te gusta un chicooo- dijo Ámbar después de disculparse con el chofer.

Es cierto, creo que se acabara el mundo, cosas como estas no suceden todos los días- dice Amber.

Deberíamos pedir un deseo, tal vez se nos hace realidad- responde su hermana, al mismo tiempo que hace como si pidieran un deseo.

Ok ya, basta, tampoco exageren- les digo fingiendo estar molesta, la verdad me estaba aguantando la risa, esas chicas definitivamente no son normales.

Uy si, por favor Maddison entiéndenos, jamás nos habías dicho que alguien te gustaba- Me dice Ámbar, y su hermana le sigue, si, es verdad, siempre nos decías que esas cosas no van contigo, créeme hasta había empezado a dudar de tu sexualidad, dice Amber en tono burlón, yo hago una expresión de ofensa y me empiezo a reír.

Son demasiado exageradas la verdad- dije al momento que llegamos al instituto, me despedí de Ámbar, ella seguía su camino ya que la universidad quedaba unas calles más adelante, no sin antes decirles a las dos que debían guardarme ese secreto. Ellas solo se pusieron la mano en el corazón e hicieron un ademan con la cabeza, yo me reí y nos bajamos para entrar al instituto.

Al otro día ellas me pidieron que les contara toda, absolutamente toda la historia ya que ayer no me había dado tiempo de contarles, yo se las conté y ellas daban su opinión de todas las escenas, nos reímos mucho y así fue como Jay se aparecía en mi vida cada vez, de alguna u otra forma, había algo que me recordaba a él.