La alumna favorita. (Lady Gaga & Tara Savelo)

Cap.29

Matthew había vuelto con Tara y ambos comenzaron a bailar más cerca. Stefani ni siquiera parpadeaba al verlos, a pesar de haber cruzado miradas con la joven ella seguía mirandolos y de repente él se acercó a Tara, robandole un beso. Stefani sintió una ola de sentimientos que explotaron en ella en un sólo momento. Quedó petrificada y notó cómo Tara no se separaba de él. Eso la molestó más y no pudo controlar su enojo así que sólo decidió salirse de ahí.
¿Lo hizo a propósito? ¿Por qué lo hizo? Claro, era su "amigo". ¿A quién engaño? Desde el principio sabía que claramente no eran sólo amigos.
La cabeza de Stefani no paraba de bombardearla con tantos pensamientos.
Sólo controlate...controlate...Se trataba de calmar a sí misma.
-Stefani, espera.-Una voz la llamó y cuando volteó se dio cuenta que se trataba de Tara. En ese momento sintió como su rostro ardía de enojo así que la ignoró.-Yo no quise que pasara.
-No sé de qué estás hablando.-Contestó sin mirarla.
De repente sintió como tomó su brazo y la detuvo.- Sé que nos mirabas y te juro que yo no quise que me besara.
-¿De verdad? Entonces porque...-Reprimió sus palabras.-Esto es una locura, no necesito que me des explicaciones del beso, no me interesa. Tara, soy tu profesora, no necesito explicaciones de tu vida y menos amo...-De repente sintió las manos de la joven sobre su rostro. Stefani quedó sorprendida, apenas y pudo reaccionar cuándo ella se acercó para besarla. No pensó, no reaccionó, no hizo nada. Stefani sólo sentía la presión de los labios de la rubia sobre los suyos, vio como la joven tenía sus ojos cerrados, ella sólo parpadeaba una y otra vez. Apenas sintió un levemente movimiento por parte de Tara, cuando reaccionó y la apartó de inmediato empujandola de los hombros. Ambas se quedaron mirando, esperando la reacción de la otra. Stefani sólo la miraba atónita, intentó hablar pero las palabras no llegaron. Sólo negó con la cabeza confundida y siguió su camino, aún sin procesar lo que había sucedido.
Tara veía como su profesora comenzaba a alejarse.-Stefani.
Ella no volteó. Ni siquiera escuchó que la llamaba. No podía creer lo que había sucedido y seguía perdida en el vacío de sus pensamientos...

-¿Qué fue lo que hice?-Se preguntó la joven cuando su profesora ya estaba lejos. Tocó levemente sus labios.-De verdad la besé.-Se dijo para poder procesar todo pero no funcionó. Las puertas del gimnasio se abrieron súbitamente haciendo que ella diera un pequeño sobresalto.-¡Tara tienes que venir!-Exclamaron Lauren y Federic. Ella los miró confundida.-Taylor y Matthew, están a punto de pelearse.
Tara se mostró sorprendida y corrió hacia ellos.-¿Qué pasa?-preguntó cuando estaba cerca de sus amigos. Entraron al gimnasio y vieron todo lo que estaba pasando. Los profesores intetaban separar a los dos alumnos.-¡Atrévete, vamos, intentalo y te dejaré en el suelo!-Le gritó Taylor a Matthew.
-¡Ya es suficiente!-Mencionó el profesor Cooper entre los alumnos.
-No puedo creerlo.-Susurró Tara molesta y con vergüenza.-No tengo tiempo para esto.-Salió de ahí y sus amigos la miraron confundidos.
Lauren se acercó más a ella.-Pero Tara, es por ti que se están peleando, al menos deberías de...
Negó con la cabeza.-Están peleando porque son unos idiotas, que a mi no me involucren. Tengo mis propios problemas.-Caminó fastidiada.
-¿Qué sucede?-preguntó Federic. Ella sólo negó con la cabeza.-¿Acaso te hizo algo Matthew?
Volvió a negar.-No. Se...se trata de Stefani.-Habló sin mirarlos. No estaba segura si debía de decirles lo ocurrido.
Ambos se mostraron confundidos.-¿Qué hizo?
Respiró hondo.-Es...lo que yo hice.-Apretó sus labios para después suspirar.-La besé...
-¡¿QUÉ!? ¡¿Cuándo!? ¡¿Por qué!?-Exclamaron los dos.
-No tenía otra opción, ella vio cuando Matthew me besó y se molestó, yo...yo...no sabía que hacer. Era una situación de extrema necesidad.
-¿Pero qué dem...Tara no quieras justificar tú locura.-Habló Lauren.-Dijiste que no la ibas a besar o algo parecido. Eso es demasiado.
-Insisto, fue una situación de extrema necesidad, el plan iba quedar completamente arruinado si no hacia algo.
Lauren negó con la cabeza.-¿Y no pudiste pensar en otra cosa que no fuera besarla?
-¡No! El tiempo se agotaba y yo sólo...-No se atrevía a terminar la oración.
-La besaste.-Federic lo hizo por ella y Tara sólo asintió.-¿Y que sigue? ¿Te vas a acostar con ella?-Preguntó sarcástico.
Tara se mostró asqueada con la idea.-¿Qué? Claro que no. Yo...-No podía pensar claramente.-No sé que hacer. Pero definitivamente no me acostaré con ella.-Aclaró.
-Sólo faltaba eso.-mencionó su amiga, cruzandose de brazos.
-Y...¿Ella como reaccionó?
La joven suspiró.-Ella...No dijo nada.-Ambos amigos se mostraron sorprendidos.
-Quizás estaba tan molesta que no quiso decir nada.-Intuyó Lauren.
Tara negó con la cabeza.-Estaba más sorprendida que enojada, estoy segura, incluso yo sigo sorprendida.
-Es lo mínimo que puedes sentir.-Comentó su amiga enojada.-¿Y cuándo piensas disculparte con ella?
Tara alzó una ceja.-¿Disculparme? ¿Qué? ¿Por qué?-Habló, casi ofendida.
-¿Por qué? Tara, la besaste sin su consentimiento, tienes que hacerlo.
-Pero...no...no pue...
-¿Lauren?-Una voz interrumpió la conversación y todos voltearon.
-Paul. Oh, lo siento yo estaba...
-Descuida, sólo me preocupe que no llegabas. ¿Nos vamos?-Habló un tanto nervioso.
-Hay un hotel a sólo unos kilómetros, muy barato, para que puedan pasar bien la noche.-Bromeó Federic y Lauren lo golpeó en el hombro.
-Cierra ma boca. Sólo tu sabrías de hoteles baratos.-Volteó a ver a su pareja.-En un momento voy.-Él asintió y se alejó.-Tara, tienes que resolver esto. Necesitas disculparte.
Ella puso los ojos en blanco.-Yo sabré que hacer, mejor ve y disfruta de la noche, tú que si puedes.-Respondió algo desanimada.
Lauren suspiró y se despidió de ambos.-Tu también lo hubieras hecho si no te hubieras metido en este loco plan.-Se alejó. Tara sintió un poco de remordimiento.
-No lo hagas.-Mencionó Federic y ella lo miró confundida.-No le pidas disculpas. Si quieres seguir con el plan, no debes de mostrar arrepentimiento.
Y aquél pequeño remordimiento en ella desapareció.-¿Entonces qué hago?
Él sonrió.-Déjame ayudarte con esto...