𝐏𝐑𝐎𝐇𝐈𝐁𝐈𝐓𝐄𝐃 + JiRosé

I

Chapter1:-

-Tengo tanta hambre.-se quejo la de cabellos rojos.

-Jisoo. Te has estado quejando desde hace un tiempo. ¿No me digas que tú y Seokjin...

-¡¿Qué?!-grito espantada.-No.-negaba con sus manos.-No hemos llegado a tanto. No me mires de esa forma, Jennie Kim.

-Yo no he dicho nada.-se excusó rápido.

-Hace unos días inauguraron un restaurante. Podríamos ir a verle.

-Excelente idea,Lisa. Uh,Rosie. Haz estado un poco callada últimamente,¿sucedio algo malo?

-No,Jisoo.-negó con una sonrisa forzada.

-No mientas.-dijo la rubia haciendo que las demás detuvieran él paso.-Vio a Hoseok bailar con la chica nueva.

-Aah. Ahora entiendo todo. No te preocupes,Rosie,solo estaban bailando su coreografía.

-Si~,demasiado cercas el uno al otro.-dijo con total sarcasmos. Nuevamente comenzaron a caminar.

-Mira. Hoseok es mi primó, además son novios de hace meses. No seria capas de mirar a otras niñas,él te quiere Rose.-hablo la rubia.

-No estoy diciendo lo contrarió, solo qué... No me gustó como estaban tan cercanos,es todo.

-¿Celosa?-dijeron la morena.

-Estamos juntos,¿no?

-Aww,nuestra Rosita, esta creciendo tan rápido.

                         🌹

-Buenas tardes.-dijeron al unísono.

-Buenas tardes.-una señora de edad les dio la bienvenida.-¿Que desean servirse?

-Si es posible, todo él menú.

-¡Jisoo!

-Es broma.-hizo un ademán para que se calmaran.-Veamos...-mencionó mientras leía él menú.

                         🌹

-Mmmh,esta delicioso todo.-las dos restantes asintieron.-Vamos,Rose. Come algo.-le indicó.-No haz parado de mirar por la ventana,parecés boba.

-¡No me digas así!-gruñó sorprendiendo al restó.-Iré al baño. Permiso.-pasó por él lado de la morena y se perdió entre las mesas del lugar.
Iba tan enfurecida,que no se dio cuenta que alguien salía de la cocina con una bandeja repleta de platos. Solo se escuchó él estruendo y platós quebrándose en la cerámica.

-Mierda.-escuchó mascullar al chico.

-¡Oh,dios! !Te ayudaré!-se colocó en cuclillas y comenzó a levantar pedazo por pedazo.

-Cuidado,puedes...-ya era tarde. Su dedo había empezado a sangrar.

-Que torpe.-se dijo así misma.

-No digas eso.

-No lo digo por el corte, sino por esté desastre.-abrió sus brazos ante el problema.

-Fue un accidente. No te preocupes.-dijo él muchacho.

-¡Park!-ambos se incorporaron ante él grito de la mujer.-Te rebajaré tu sueldo, por cada plato rotó.

-Pero señora...-trató de decir él pelinegro.

-Nada. Mira,te quedarás a limpiar todo él restaurante, ese será tu castigo.

-Pero me amaneceré, debo ir a clases.

-Debiste de haberlo pensado antes de...

-Señora.-la detuvo la chica.-Yo me haré cargo de todo esto.