-          Ah, bien. ¿Quién es Sonia?

-          No sé. Antes estaban hablando de ella, se be que vino en julio y empezó a tontear con Carlitos.

-          ¿Enserio?

-          Si, eso han dicho.

-          Tia tengo ganas de llorar, ¿Por qué?

-          Porque estás celosa.

-          ¿Tú crees?

-          Si, es la misma sensación que he tenido cuando os vi a ti y a Pedro abrazados.

-          Pues no quiero esto, no quiero quererlo joder, no quiero pasarlo mal por un tío.

-          Tú no mandas, manda tu corazón de quien se enamora y de quien no.

-          Tia te juro que si ahora veo a Sonia la mato.

-          Yo te ayudo.

Volvemos donde están todos y nos miran, a saber que han hablado de nosotras…

-          ¿Nos vamos a la playa? Dice Carlitos.

-          Vale, vamos. Dice Sara.

-          Esperaros que dejo el móvil en casa. Dice Clara.

-          Vale, ¿Quieres que te acompañe? Dice Carlitos.

-          Vale, así seguro que no me entretengo. Dice Clara.

-          Os esperamos en la playa. Dice Esther.

-          Vale, ahora vamos. Dice Carlitos.

Nos  bajamos a la playa, llevo un cabreo flipante, como alguien me diga algo, no sé como podré reaccionar. En ese momento viene mi abuela.

-          ¿Te quedas un rato a Verónica? Me dice.

-          Vale. Le contesto. - Verónica, ven.

-          Espera, que quema. Dice Verónica.

-          Espera, yo la cojo. Dice Carlitos que acaba de llegar.

-          No, no hace falta, ya voy yo, es mi hermana, es mi preocupación no la tuya. Le digo.

-          Vale, lo que tú digas. Me dice sorprendido, de normal siempre le digo que la coja él.

Voy a por mi hermana, la cojo en brazos, y la llevo a mi toalla.

-          Quiero bañarme. Me dice.

-          Espérate, que no tengo ganas ahora. Le digo enfadada.

-          No, vamos, tata.

-          Que te he dicho que no, que te esperes.

-          Tata.

-          No.

En ese momento viene Carlitos, la coge al brazo, coge el flotador y se la lleva al agua, resoplo y voy detrás, no me fío de dejármela sola con él.

Entro poco a poco, Porque el agua esta fría. Cuando llego hasta Carlitos y Verónica, me dice.

-          Aguántala.

-          Voy. Le digo. Y veo que se sale hacía fuera. No digo nada paso, en ese momento oigo.

UN GIRO DE 360 GRADOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora