UN GIRO DE 360 GRADOS.

Capítulo 9

Me desperté a las diez de la mañana, no podía dormir más, la verdad es que creo que no he dormido ni una hora seguida, no puedo parar de pensar en Carlitos, si actuará como si nada, pero sé que no, o por lo menos yo.

Me levanto de la cama y voy al salón, mi madre se entraña al verme tan pronto despierta y dice.

-          ¿Qué haces ya levantada?

-          No podía dormir.

-          ¿Estás mala?

-          No, solo que una mala noche.

-          Ah vale.

En ese momento aparece Raquel y viene a abrazarme, cuando me abraza no puedo contenerme y me cae una lágrima, sin que ella me la vea me la quito y le sonrío.

-          ¿Cómo has dormido?

-          Fatal, no he podido pegar ojo.

-          Ya, ya te he oído. Te has levantado cincuenta veces al baño.

-          Ya, haber si paseando me entraba el sueño, me he salido a la terraza a fumarme un cigarro y todo.

-          No te ralles Claudia, no vale la pena.

-          Ya, pero sabes que no puedo.

-          No entiendo el porque.

-          Porque me importa y mucho.

-          Y tú a él.

-          Pero no es lo mismo.

-          Claudia, vale ya.

-          Vale.

Voy a la cocina y me hago el desayuno, no tengo nada de hambre, tengo el estomago revuelto y todo por su culpa, me hago solo un vaso de leche, pero antes de tomármelo, mi padre me hace bajar a por churros, me visto y bajo, mejor, así que me de un poco el aire.

Cojo a Verónica y nos bajamos, cuando salimos del portal, veo la ventana de Carlitos subiéndose, se me acelera el corazón, pero es su madre, no es normal que se levante tan pronto, voy y compro los churros y de repente me oigo silbar a alguien, miro a mi balcón, pero de ahí no viene, vuelven a silbar y disimuladamente veo a Carlitos asomado, no lo saludo, me hago como si no lo hubiera visto, paso la acera y voy hacía mi portal, vuelven a silbar, se que es él y no me giro, abro y entro, cuando estoy dentro me apoyo en la puerta, que difícil se me va ha hacer, subo al ascensor, mi hermana me mira y le digo que apreté, ella me mira con cara de pilla y aprieta, cuando llegamos abro la puerta y entonces veo a mi hermana Sara salir de la habitación.

-          Buenos días.

-          Hola. ¿De dónde venís?

-          De comprar churros, ¿Qué no lo ves?

-          No, me acabo de levantar.

-          Ya, tienes una cara.

-          Pues de dormir.

-          Vale simpática.

Vamos por el pasillo, y le doy los churros a mi padre, él me da un beso y le sonrío, entro al salón y tengo allí el vaso de leche, no me apetece nada, pero ya que lo tengo hecho me lo bebo. Cuando acabo, me voy a ponerme el bikini, me pongo los pantalones y la camiseta de la playa, la del grupo que por delante pone “KEEP CALM AND LOVE BELLBITCH”, soy fan de esta camiseta, la tenemos todos, mayores y pequeños, aun no hemos coincidido todos, pero espero que algún día la llevemos todos.