Capítulo 11

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Son las once y cuarto, suena mi móvil, alguien me llama, lo cojo sin mirar el nombre y digo.

-          ¿Quién?

-          Soy Berta, ¿bajas?

-          Ah, hola, me acabas de despertar…

-          Lo siento enserio, ¿tardas mucho?

-          Pues no sé, unos diez minutos o por ahí.

-          ¿Me abres?

-          Espérate, que si están mis padres no puedes subir. En realidad sé que no están, pero no tengo ganas de que suba, me acuerdo de todo lo de ayer y me entra un escalofrío, entonces digo. - No están.

-          Vale, perfecto, pues ábreme. Dice mientras cuelga.

Voy sin ganas al telefonillo, ¿Qué se cree esta, que se puede invitar sola? En ningún momento la he invitado a subir.

-          Hola. Me dice cuando le abro la puerta.

-          Hola. Le digo seria.

-          ¿Qué te pasa? ¿es por lo de ayer?

-          No, paso ya de vosotros… no tengo nada con él para ir enfadándome.

-          Tia, lo siento, se me lanzo y pues no me dio tiempo a apartarme.

-          Tia, no quiero detalles, quiero que dejes ya el puto teme en paz, te he dicho que me da igual y punto.

-          Claudia, te conocí ayer y me has demostrado que eres una buena amiga, que se puede confiar en ti y no quiero que nos enfademos.

-          Tia, déjalo ya, no quiero hablar más de esto.

-          Vale, lo siento.

Me hago el vaso de leche, me pongo el bikini, cojo la bolsa y nos bajamos a los bancos, no hablamos de nada, estoy enfadada y mucho, no era día para que me comentara lo de ayer, nunca sería el día, confié en ella, me dijo que no pasaría nada y si pasara sería la primera en saberlo, ya lo veo… Llegamos a los bancos, están sentados Carlitos, Alicia, Paula, Lucia, Pedro, Clara, Esther, Sara y María. En ese momento llega Denis con Fer y Toni, a saber de donde vienen.

-          Hola. Dice Berta al llegar.

-          Hola. Le contesta Carlitos con una sonrisa.

Le miro con cara de asco y me ve, agacho la cabeza y siguen hablando, la verdad es que desconecto, que no quiero saber nada de lo que hablan, ni ellos ni nadie, quiero que me dejen en paz hoy, no quiero saber nada de nadie, por lo menos ahora.

Veo que se levantan y van hacía la playa, ya han venido todos los que faltaban, me levanto la última del banco, cojo mis cosas y voy detrás de ellos, se acerca Paula y Lucia.

-          ¿Qué te pasa? Me dice Paula.

-          Nada.

-          Claro y por eso estas súper rara. Dice Lucia.

-          Tio, que me dejéis, que no me pasa nada. Digo enfadada.

-          Vale, vale. Dice Lucia.

Entramos a la playa, pongo la toalla la primera, a mi lado se pone Carlitos y a mi otro lado Berta, lo que faltaba ya, me tumbo y no digo nada, veo que se miran y me dan ganas de llorar, pero no aguanto, paso de ellos, cojo el móvil, los cascos y me pongo música, veo que se levantan todos y se van a la orilla a hacerse fotos, paso de ir, no tengo ganas. Sigo con mi música durante casi toda la mañana, no me muevo de allí, no me apetece, de repente noto que alguien, que esta mojado, se tumba encima de mí, giro la cabeza y veo a Carlitos. No le hago caso, sigo tumbada como si no estuviera, entonces mi quita un auricular y me dice.

UN GIRO DE 360 GRADOS.Место, где живут истории. Откройте их для себя