Capítulo 19

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Las semanas iban pasando y algo raro pasaba con mi madre, estaba distinta, ya no lloraba, sonreía...

Cuando nos dimos cuenta de lo que pasaba no nos lo podíamos creer, tenía un novio, pero no un novio normal y corriente, no, era el mejor amigo de mi padre...

Con solo dos semanas de que mi padre faltara, ella se arropo en el cariño de ese gilipollas, ese gilipollas que si antes le tenía asco, ahora ya no lo podía ni ver.

Pasaban las semanas y entre Raquel y yo la íbamos ocultando, decíamos que nos íbamos con mi madre a cenar para que él y mi madre se vieran.

La gente del pueblo se empezó a dar cuenta y empezaron a hablar, decían que eso iba de antes, que mi madre nunca había querido a mi padre, que mi madre engaño a mi padre...

Pero no, nada de eso es verdad, lo único que mi madre ha encontrado el cariño que le faltaba con él.

Los meses pasaban y yo no decía nada, no me desahogaba, me lo callaba todo lo que pensaba sobre ellos, mi madre se estaba distanciando de mi familia y llego el día que exploté.

Mis hermanas  y mi abuela habían planeado un viaje para el cumpleaños de Sara, pero mi madre ya había hecho planes con ella, Verónica y el gilipollas, así que una tarde de junio, el gilipollas bajo a casa mi abuela a decirle barbaridades, mientras mi madre se lo consentía...

Después de 10 minutos diciéndole de todo, mi hermana Raquel apareció y le empezó a gritar y decirle que él quien era para decirle nada a mi abuela, total que mi madre y él se subieron en el coche y se fueron.

En ese momento me llamó mi hermana y me dijo que bajara a casa mi abuela.

-          ¿Qué pasa? Digo al entrar por la puerta.

-          Tú eres tonta ¿no? Me dice Raquel.

-          ¿Por qué? Le contesto sin entender nada.

En ese momento entra mi madre por la puerta y mi hermana se calla y deja de reñirme.

-          ¿Pero tú quien te has creído que eres para decirle eso a Bodi? Dice mi madre a gritos mirando a Raquel. (Bodi, es el apodo del novio de mi madre)

-          ¿Y él quien es para bajar a gritarle a la abuela? Dice mi hermana.

Empiezan las dos a discutir, y yo lo oigo todo mientras doy pequeños puñetazos en la pared, no aguanto ni una discusión más, así que exploto.

-          Queréis dejar ya de gritar y de discutir en esta puta casa o por lo menos cuando yo no este, estoy harta de toda estas putas discusiones, siempre estáis igual y no aguanto más. Digo gritando.

En ese momento hay un silencio rotundo, mi madre me mira sorprendida, porque ella se pensaba que estaba de acuerdo con la relación que tiene con el gilipollas, así que le acabo de sorprender, me mira, coge el bolso y se va con el coche.

Empiezo a llorar mientras mi hermana y mi abuela me cuentan todo lo que el gilipollas le ha dicho a mi abuela, así que decido llamar a mis tios para que estén al corriente de todo, pero antes me bajo al bar de mi tio, Barxeta, con mis dos hermanas pequeñas, para contárselo todo, pero cuando entro veo que el gilipollas está dando la vuelta delante del bar y se sube hacía arriba, así que sospecho que va otra vez a mi casa, y está mi abuela sola, así que le dejo las niñas a mi tio y me subo a ver que va a hacer.

Y en efecto cuando voy en dirección a casa mi abuela está aparcando el coche delante de la puerta.

-          ¿Dónde vas? Le digo con mucha rabia.

UN GIRO DE 360 GRADOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora