capitulo 4

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Es lunes, mi madre me despierta, me levanto con muy pocas ganas, me pongo el uniforme del colegio, despierto a mi padre, que se ha quedado dormido, voy a hacerme el vaso de leche, cojo la maleta y me subo a casa Sol, como todos los lunes, mientras voy, me enciendo un cigarro que me dura justo el trayecto hasta su casa, llamo al timbre, me abre Adrián, su hijo, entro a su casa y espero a que estén listos, bajamos al coche, subimos y nos vamos a Onteniente, al colegio, donde estoy interna.

Entre al internado porque en mi instituto de antes no hacia nada, a veces ni entraba a clase, me cayeron 7 en segundo y mi madre me amenazó en meterme a un internado, como muchas veces no cumplía lo que prometía me lo tome de broma, hasta el día que vi los papeles encima de la mesa, ese día sabia que ya no había marcha atrás, que me iba a un internado. Empecé el curso y los primeros días lo pase muy mal, quería volver a casa, quería estar rodeada de mi familia y no de monjas, hasta que vi que llorara lo que llorara o me pusiera como me pusiera iba a seguir ahí dentro. Muchas de las otras internas tampoco querían estar ahí, pero había internas que ya era el segundo y tercer año que estaban, entonces pensé que no sería tan malo, que si las otras habían aguantado yo no podía ser menos. El primer día, subí al pabellón de secundaria, y en la segunda planta estaba segundo y tercero, otra vez a hacer segundo por no haber estudiado antes, empecé a mirar listas pero no me encontré, entonces me vino una chica, era una negrita, era alta, con el pelo oscuro, llevaba una coleta y vestía también con el uniforme como todos, menos los de bachiller, entonces me dijo.

- ¿Eres nueva?

- Sí. Le dije con mucha vergüenza.

- ¿Eres interna? Pregunto con una sonrisa.

- Sí. Le dije con una mueca.

- Me llamo Lara ¿Y tú? Me pregunta divertida

- Claudia… Le respondo.

- Tranquila, es normal que estés así el primer día, no conoces a nadie. Me dice tranquilizándome.

En ese momento suena el timbre, todos entran a clase menos yo, soy la última en entrar. Cuando entro solo queda sitio al lado de una chica rubia, a primera fila, justo donde no quería. Está todo el mundo hablando y gritando hasta que entra la profesora entonces dice.

- Buenos días, soy Ana y soy vuestra tutora. Para conocernos todos vamos a ir uno por uno presentándose, aunque algunos ya os conozcáis.

Me quedo mirándola fijamente y pienso que me esta vacilando, que eso se hace en infantil no en segundo de la eso. ¡Madre mía que curso me espera! Pienso.

Empieza uno a decir nombre y apellido, cuantos hermanos tiene, de donde es y si ha repetido alguna vez, así uno por uno hasta que llega el turno de la que esta a mi lado.

- Me llamo Julia López, tengo una hermana más pequeña, de nueve años, soy de Alcoy y este es el primer curso que repito. Al oír eso me sorprendo y pienso. ¡Esta será igual que yo! Y sonrío brevemente hasta que Ana me señala. Ahí me pongo roja y me cuesta hablar.

- Me llamo Claudia García, tengo tres hermanas, una de 21 años, una de 8 años y una de 3 años, soy de Agres y este es el primer curso que repito. Respiro hondo y suelto un suspiro.

A lo tonto ya ha pasado una hora y toca cambiar de profesor, pensaba que teníamos que cambiar nosotros de clase, pero ahí los que se mueven son los profesores de clases y no los alumnos.

Entra otro profesor enseguida y otra vez a presentarnos. Se acaba la hora, cojo mi almuerzo y salgo al pasillo. Cuando veo a Lara, la veo acompañada de otras chicas, me imagino que serán mas internas. Me quedo pensando que hacer hasta que veo que Lara me hace una señal para que vaya, cuando empiezo a andar, noto que alguien me coge del brazo, me giro sorprendida y veo a Julia, la que se sienta a mi lado en clase y de repente me dice.

UN GIRO DE 360 GRADOS.Where stories live. Discover now