Capítulo 47

470 48 8
                                    

    Subo las escaleras asegurándome que nadie me siga, los pasos son suaves para que nadie me escuche, miro con cuidado los pasillos para con cuidado acercarme a la habitación de Zayn, pego mi oreja en la puerta, no hay ruido adentro. Ruego en que la puerta este sin seguro cuando me dispongo a poner mi mano en el pomo y girarlo con cuidado, me fijo una vez más para asegurarme que estoy sola.

Entro y cierro la puerta, enciendo la lámpara de mi celular y con cuidado me encamino a las gavetas de Zayn, pinturas bien tapadas, lápices de colores bien asegurados y cuadernos sellados, pero más al rincón hay una bolsa de plástico transparente. Tomo la bolsa con cuidado, al tenerla frente a mí la abro para ver el contenido, Marihuana lista para encender y fumar.

Me maldigo internamente mientras cierro la gaveta, subo mi vestido y en el borde de mis bragas prenso el pequeño paquete con cuidado.

Salgo de la habitación, mis manos están frías pero no importa, bajo a la primera planta y sin que nadie me vea tomo las llaves de mi auto y me voy. Sin esperar nada me adentro al automóvil y salgo espantada de la casa.

Conduzco lejos sin importarme, lo hago hasta llegar a mi departamento y entrar sin problemas al edificio, subo en el ascensor y al llegar a mi piso salgo corriendo hasta llegar a mi puerta.

Cuando entre busque el encendedor en la cocina y saque el paquete, el cual no se había doblado, aún seguía intacto. Lo encendí con la luz de luna, perfecta como ella sola, con manos temblorosas lo acerque a mis labios y fume con cuidado, no me ahogue a la primera, a pesar de la sensación que provocaba en mis pupilas gustativas seguí, me senté en una silla en dirección a la ventana y me drogue por primera vez.

Solo tres veces, dándome el tiempo necesario para seguir, lo apague y al asegúrame que no ocasionaría un incendio lo deje en la bolsa y la guarde arriba de los cajones donde nadie llegaría o buscaría.

Fui hacia la habitación me quite el vestido con cuidado y lo deje en mi armario, me deshice de todo para después adentrarme al baño y darme una ducha tibia, al salir me puse una piyama de unicornios, volví a la sala, pedí pizza y después me senté en el sofá a ver Reign.

Dos rápidos minutos después la pizza estaba aquí pero con alguien más. Él se adentró sin permiso y dejo la pizza en la mesa para después mirarme con un poco de enojo.

Sin darle importancia camine hasta la pizza y tome una rebanada para después voltearme hacia Harry.

-¿Por qué te fuiste?-Pregunta cruzándose de brazos.

-No pude más, todo era muy alegre y no me sentía cómoda-Contesto como si nada.

-Lo hicimos para que te sintieras alegre, en familia y que sintieras apoyo de todos, ¿así agradeces?-Pregunta dándole lugar al odio.

-Me fui sin hacer ruido por eso, para que siguieran disfrutando sin mí

-¿No pensaste que al hacerlo preocuparías a todo?.

-Pero tú te encargaste de eso, ¿no es así?.

-Para tu suerte lo hice, estas colmando la paciencia de tu familia.

No digo nada, me dispongo a comer desviando la vista de él. Escucho como se queja para después acercarse a mí y quitarme la pizza de la mano.

-No piensas en nadie, ni en ti misma Selena. Te haces daño a ti y a los demás-Me reprocha.

Me intento alejar pero me toma de las muñecas y me acerca más a él.

-Harry

-¿Recuerdas nuestro primer aniversario?-Pregunta interrumpiéndome.

-Si-Contesto en un murmullo mientras los recuerdos se hacen presentes.

-Te lleve a un parque de diversiones, Salí vomitando de ahí y tu querías volver a repetir los juegos, después tú me llevaste al zoológico, pagaste para que le pudiera dar de comer a todos los animales, tocarlos y a los menos peligrosos me dejaron abrazarlos, me permitieron bañar a un caballo blanco

-Parecíamos un par de niños ese día, y cuando aquel loro dijo tu nombre te emocionaste mucho.

-Quiero volver a esos días.

-No puedes.

-Lo sé, solo deseo volver en el tiempo y haber encarcelado a Ella.

-La querías-Digo en un susurro.

-No, nunca lo hice ni lo hare. Pero ella no me importa, tu sí, yo quiero que me perdones.

En ese momento los juegos artificiales se hicieron presente alumbrado la sala con sus luces y el Big ben sonó. Mire hacia la ventana sintiendo la mirada de Harry en mí, lo mire nuevamente y una sonrisa triste se asomó en su rostro.

-Los juegos artificiales se miran más bonitos desde tus ojos-Dice haciendo que mi corazón se mueva con rapidez y me sonroje.

Entonces hice algo que nunca me creí volver a hacer y mi yo interna me grito patética y estúpida en ese momento.

Lo bese, sin esperar que el correspondiera, pero lo hizo segundos después, era suave, lento y dulce, gritaba por todos lados que le había extrañado y que le seguía amando. Se volvió intenso, ya ni siquiera escuchaba el ruido de afuera, ya no. Solo éramos él y yo.

Me tomó por sorpresa cuando me levanto pero no me importo, ni siquiera estar sentada en mi mesa. Sus manos sin ningún remordimiento empezaron a navegar por el mar que era mi cuerpo, sus besos viajaron por todo mi rostro, mi cuello y clavícula.

Mis manos jalaban de sus cabellos y gemí cuando su mano se adentró en mi short y bragas, nuestros labios se volvieron a unir al mismo tiempo que me levantaba de la mesa para llevarme hasta la habitación chocando con todo.

Al caer en la cama mi blusa desapareció y el empezó a besar cada parte de mi cuerpo, íbamos demasiado rápido pero no importaba.

Con mis piernas lo hice caer contra el colchón, me senté a horcadas sobre él y le quite ese hermoso suéter rosa, lo mire con atención deseando nunca olvidar nada de él, porque tal vez hoy sería la última vez que lo tendría de esta forma.

Bese hasta la última esquina de su rostro y torso, llegue hasta el borde su pantalón y el me ayudo a quitárselo, entonces yo misma me quite el short de la piyama junto a mis bragas, el trago duro y yo sonreí divertida.

Quite su bóxer lentamente hasta dejarlo igual que yo, yo misma me encargue de que el quedara dentro de mí pero él me devolvió a la pose anterior.

-Tú siempre serás perfecta para mí.

PerfecciónWhere stories live. Discover now