E I G H T E E N

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Louis olvidó como respirar por un segundo.

"Algo así." Okay, eso fue discreto, muy discreto. Sigue así Louis.

Harry volvió a escribir en la libreta.

"Entonces, ¿Por qué no podemos besarnos?"

"Por qué no es tan fácil como parece, amor. Hay muchas cosas que, por más que las sientas, tienen que madurar de alguna forma para suceder. Seguir tus impulsos no siempre es lo correcto, todo tiene que ser reciproco, ¿entiendes?"

Harry negó con la cabeza, Louis rió.

"Habló del amor Harry. Es algo complicado, ¿sabes? Ambas personas tienen que sentirlo, conocerse lo suficiente para demostrarlo. Tu y yo nos conocemos, nos queremos, pero no estás listo para... todo eso. Hay que ir despacio." Louis intentó con todas su fuerzas comfortar al menor, no lastimarlo. No podría soportar el hecho de haberlo lastimado.

Harry asintió, y ojala las cosas hubiesen acabado ahí.

Pero, si acababa ahí, ustedes no tendrían nada más que leer, ¿verdad?

No, claro que Harry no se detuvo. El crío, tan tierno y pequeño como cualquiera lo vería, era putamente obstinado. 

"Lou, ¿Qué hacen los novios?"

"¿Un chico puede gustar de otro chico?"

"¿Por qué en la televisión solo aparecen chicas saliendo con chicos?"

"¿Qué es una cita?"

"¿Podemos tener una cita?"

Y rayos, claro que podían.

Decir que Louis le dio una respuesta positiva a esta última pregunta solo porque ya estaba agotado de contestarle todo de forma técnica sería casi una subestimación.

Así que, una noche de todas esas que pasaban aburridos en la casa, Louis tomó las llaves, abrigos y dinero, y se encaminó al parque con Harry para llevarlo a su primera cita. 

Si nos ponemos a hablar de primeras citas, ¿Qué se imaginan?

¿Cine?

¿Café?

¿Una cena a la luz de las velas?

A la mierda con eso, irían a patinar.

Luego de un (por demás) ajetreado viaje en bus, llegaron al parque central de la ciudad, en donde una preciosa pista de hielo recientemente alisado se encontraba esperándolos junto a la música desvaída e inentendible de los viejos parlantes, las luces de la ciudad y el frío del invierno. 

Vaya atmósfera. 

Lo divertido, casi cómico de la situación, era el hecho de que Harry no sabía patinar, y debía sostenerse de Louis en todo momento si no quería caer de lleno al hielo, por lo cual, se la pasaron abrazados, a paso torpe y lento, paseando por aquella pista a la que tan poca gente iba. 

El mayor recordaba haber pasado infinidad de tardes ahí, practicando y cayendo junto a sus hermanas, su abuelo, su madre. Todos esos raspones y moretones valieron la pena si lo hicieron llegar a esto, a este momento que probablemente atesoraría de por vida. A su primera cita con Harry. 

Donde las palabras no hacían faltas.  

  ------------♥------------ 

Que onda que pez, ya volví :v.

Ay, el amor, el amor. Me siento bien pendeja escribiendo esto pero meh...

En fin, disfruten del capítulo y, si tienen pareja, inspírense en el. No vayan al cine ni a cenar, ya está muy quemado, sean creativos. 

sin más que decir me retiro.

Adiosh papuz.  

Speak//Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora