T H R E E

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Era el día libre de Louis, pero eso no significaba que no tuviese trabajo por hacer. Solo era el día en el que no recibía pacientes.

Y ahí estaba el, atónito ante los resultados del chico Styles. Para empezar, la apariencia del menor lo había tomado por sorpresa. No aparentaba la edad que tenía, incluso parecía menor. Era demasiado pequeño para tener 19 años.

Otra cosa era su timidez. Eso había despertado cierto instinto protector en él, aunque sabía que sólo era porque lo veía débil. O eso era lo que Louis quería suponer.

Pero sus resultados eran... Otra historia. Era obvio que el pequeño tenía un trauma que le impedía hablar, pero no era solo eso, el crío era inmaduro. De verdad. Y eso era preocupante.

Sabía que los padres del chico se empecinarían en decir que no era más que un resultado erróneo por parte de su negligencia. Sobre todo la Señora Styles; la mujer estaba convencida de que su hijo había dejado de hablar solo para fastidiarle un poco más la vida. Pero eso no lo debía saber nadie, ellos tenían una fachada de familia perfecta que mantener.

Finalmente, transcribió lo que le resultó importante y prosiguió con los demás documentos que debía de revisar. Ya tendría tiempo de conocer más a fondo al hijo de los Styles.

[...]

Harry estaba corriendo hacia la escuela. Ni siquiera había desayunado, y tenía la camisa al revés. Pero no quería llegar tarde, luego podría ocuparse de eso. El día estaba realmente espantoso, y el chófer se había enfermado.

En eso, un auto se detuvo frente a él. De este bajó un chico al que Harry reconoció como un compañero de clase. El joven ser acercó a él, con una mirada que el rizado no pudo interpretar y comenzó a hablarle.

"Hey, Styles ¿cierto? Soy Josh, voy contigo a la escuela. ¿Por qué no vienes en auto? Tenía entendido que hasta tenías tu propio chófer". Harry negó un poco con la cabeza. Él solo quería llegar a la escuela sin problemas.

"Hum, ¿Quiéres que te llevemos? Estás llegando demasiado tarde". Dijo el tal Josh. Él no parecía malo, quizás quería ser su amigo. Harry solo les agradeció con la cabeza y subió al auto.

[...]

Estaban a mitad de camino, y Harry estaba feliz porque los chicos le contaban chistes y le hablaban de sus novias. Ellos eran muy simpáticos. Aunque ahora solo le estaba prestando atención al camino. Podía ver el edificio donde trabajaba el señor Tomlinson, pero este quedaba en el sentido contrario a la escuela. Fue entonces cuando Harry comenzó a asustarse. ¿A dónde lo estaban llevando?

Y, de repente, el auto se detuvo.

"Baja del auto y ve con los chicos Styles, debo revisar el motor". Todos bajaron y se metieron en un callejón mientras que el dueño del vehículo revisaba la maquinaría.

El callejón estaba oscuro, y eso le daba un poco de miedo a Harry. Él no quería entrar ahí.

"Styles, ¿Te enseñamos un juego? Será divertido". Bueno... Si era un juego no podía ser malo ¿Cierto? Harry asintió efusivamente.

"¡Bien! Se llama hagamos mierda al niño rico... ¡y se juega así!" Harry recibió un fuerte golpe en la mandíbula, seguido de varios puñetazos en el resto de la cara y el cuerpo. Y luego... oscuridad.

[...]

A Harry no le gustó ese juego.

Había despertado alrededor de las cuatro de la tarde en el callejón, sin su mochila ni su celular. Intentó levantarse pero fue en vano debido al agudo dolor que la acción le hizo sentir. Estaba realmente lastimado.

Luego de un par de intentos logró levantarse y moverse lentamente. El cuerpo completo le dolía, además de que el callejón lo asustaba demasiado. Comenzó a llorar, en realidad no sabía dónde estaba ni cómo volver a su casa. Eso era lo peor.

Cuando logró salir del lugar, vio el edificio donde el señor Tomlinson lo había atendido el lunes. Caminó hasta este como pudo, y toco el timbre del portero eléctrico.

Cuando la secretaria atendió, a pesar de lo mucho que intentó, lo único que logró salir de su boca fue un gemido lastimero que al parecer alarmó a la señorita. Y pocos segundos después, se encontraba subiendo en el ascensor con esta a su derecha, preguntándole si estaba bien.

Estaba empapado, otra vez, y lleno de golpes por todo el cuerpo. Devastado en su totalidad.

Al entrar al piso, la muchacha le tendió una toalla y llamó a la puerta del señor Tomlinson, que no tardó en responder con un "Pase".

"Se-señor, llegó uno de sus pacientes. Styles, él... ¿Podría usted llamar a sus padres?, yo... bueno es mi descanso y... su aspecto me inquieta" La señorita habló.

"Hum... Sí, bueno, está bien. Te mereces un descanso, Sarah. Puedes pasar. Harry"

Harry entró al desván con la cabeza gacha.

"¿A qué se debe tu visita? ¿Sucedió algo de lo que quieras comentarme?" Harry levantó la cabeza levemente. Lo suficiente como para que el señor Tomlinson pudiese verlo.

"Oh dios santo, ¿Quién te hizo eso?" Preguntó Tomlinson, levantándose de su asiento.

"Harry, ¡¿Quién te hizo eso?!" Levantó la voz. Estaba enojado con él, Harry no quería que estuviese enojado con él. Instintivamente, se alejó unos pasos, y quedó parado contra la puerta.

Louis notó esa acción, y se acercó un poco a él, hablándole más calmado.

"Harry... perdona, no quería asustarte. Ya no llores, por favor". Prosiguió "No estoy enojado, ni nada de eso. Tranquilo". Harry se acercó a él y lo miro a los ojos. Se podía ver a kilómetros que estaba asustado.

"Vamos a lavarte la cara ¿Si? Ven". Logró llevarlo al baño. Cuando se vio al espejo notó lo mal que se veía. Tenía moretones en toda la cara, el labio roto y un ojo morado, sin mencionar lo que debía tener en el resto del cuerpo.

"Tu ropa está empapada. Voy a buscar algo mío. Quédate aquí" Louis volvió minutos después con un sweater, un pantalón y una manta.

"¿Puedes cambiarte solo, o tengo que ayudarte a hacerlo?" Harry se puso completamente rojo, y hubiese sido realmente adorable de no ser por todo el morado que contrastaba con este.

Finalmente, y a duras penas, Harry logró cambiarse solo e ir con Louis.

"Ve al sofá Harry. Voy a hablar con tus padres" Louis se fue, y unos minutos más tarde regresó.

"Ponte cómodo. No podrán venir hasta dentro de dos horas" Anunció el mayor. Harry suspiró, nunca tenían tiempo.

"¿Sabes los nombres de los que te hicieron... esto?" Harry asintió levemente. Louis le pasó un cuaderno y una pluma. "Escríbelos, por favor". Y así lo hizo. Louis se ocupó de guardar el cuaderno para poder decirles a sus padres los nombres luego.

Y la espera se le hizo tan pesada, que se quedó dormido.

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Heya!

Wow ok, el capítulo más largo de esta novela. Weird.

Este capítulo me gustó mucho escribirlo. Déjenme soy una sádica •u•.

Disfrútenlo como yo disfruto su sufrimiento òuó

Adiosh papus.

Speak//Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora