Finding The Omega ✬ YM

➳ Nueve.

            Me hace feliz saber que la historia
está teniendo muchas nuevas lecturas
¿acaso eso no es genial? ^^
¡Muchas gracias por leer!

¿Algo que decir de la historia? uwu

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— En verdad le importas... es algo sorprendente—El omega menor había comenzado a murmurar, temblando un poco al escuchar la voz de los dos alfas que se encontraban fuera. Tenía miedo de que hayan escuchado la plática o que entraran en cualquier momento—, puede que no lo demuestre muy seguido, pero él simplemente está dolido, no es tan... malo como parece.

— ¿Y tú como sabes eso? —El omega de Jimin gruñó con un poco de celos, no era algo que podía controlar, simplemente... odiaba el hecho de no conocer suficiente a Suga—. Él... el parece ser una persona de poco hablar, digo, no comparte sus sentimientos con nadie. No puedes saber si es malo o no ¡puede haber matado a muchas personas!

— ¿Sabes cuantos años tiene? —El mayor negó con un poco de vergüenza, Baek suspiró, podía adivinar cómo se sentía el lobo de su mayor: desilusionado—, tiene veinticinco años y yo tengo diecisiete.

— Ustedes vivieron juntos una niñez...

Baek asintió un poco desanimado—: en esos tiempos no era una persona como la que conocemos ahora, él antes me protegía cuando su padre intentaba llevarme con cualquier hombre. Yo apenas tenía nueve años cuando mi virginidad estuvo en peligro, y luego... la perdí cuando mi alfa vino por mí.

El menor había sonreído con un poco de vergüenza, bajó la cabeza mientras algunos de sus cabellos, que pertenecían a su flequillo, caían en su frente. No era como que le gustase hablar de su pasado, no le gustaba recordar el hecho de que perdió a su madre, y en especial, no le gustaba hablar de que su alfa lo había rechazado, que lo había regresado y que ya no lo quería más junto a él. Su lobo... su lobo estaba débil y atento ante el recuerdo del calor, de repente, su lobo se ponía a llorar acurrucado en una esquina dentro de él.

— Su olor... él huele raro—Murmuró Jimin mientras observaba la sumisión total en la que se encontraba el menor. Sabía la historia y eso lo entristecía, era toda una maldición para el más pequeño haber nacido en un lugar como este; y cuando tuvo esperanzas de retomar una vida normal, una vida feliz, su alfa lo rechazó

— ¿Su olor? —El cachorro dobló su cabeza hacia un lado mientras hacía la pregunta. Jimin asintió con entusiasmo. Le interesaba saber más sobre aquel alfa, era una persona sumamente interesante.

— El huele a flores muertas ¿alguna vez has olido eso? —La nariz del mayor se arrugó un poco mientras su labio inferior se abultaba. Los dos omegas estaban teniendo una conversación amena y eso hacía que le corazón de Jimin se agitara: al fin tenía un amigo. Observó como el menor negó—, cuando era pequeño, cuando mamá estaba viva... ella sembraba muchas rosas en el jardín ¡el olor era asombroso! —Baek se sintió un poco mal al escuchar que la madre del otro había fallecido—, luego, cuando ella murió, yo no sabía cómo cuidar las flores y mi papá tampoco quería hacerlo... las rosas murieron junto a ella. Ese olor siempre lo odié, increíble que me haya seguido hasta donde estoy actualmente.

— Pero hyung—Baek hizo que parara de hablar, la mirada llena de dolor de Jimin se centró en el rostro sorpresivo de su menor. No entendía por qué había tanta sorpresa—, Suga nunca ha tenido olor.

La boca de Jimin se abrió y se cerró, entendía que habían pocos casos de lobos que simplemente no tenían olor: desde que nacen, el día que se presentan, hasta que mueren, ellos simplemente no tienen olor. Sin embargo, Suga sí que olía, y muy fuerte a decir verdad. Rápidamente negó con la cabeza, no era posible que aquel alfa no tuviese semejante olor y que solo fuese parte de su imaginación.