e x t r a / s e x i n g

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de seguridades

—¡Zhang imbécil número uno Yixing, ¿qué hacía el maldito de Wu Yifan a tu alrededor?!

Sehun estaba delante de Yixing llevando su normal atuendo para resguardarse un clima frío, una camisa manga larga gruesa ceñida a su figura, pantalones rotos, un suéter ancho y esponjoso y zapatos a juego. Tenía los brazos cruzados para añadirle a su look algo de «fuckboy», y el ceño, no había que olvidarse del enorme ceño fruncido que decoraba a sus anchas su rostro pálido y cuadrado.

Estaba enojado.

Y no se podía ni contener, ni disimular.

—Hola, bebé. ¡Buenos días para ti también! —respondió Yixing mientras dejaba su torre de libros en la mesa de la biblioteca y se acercaba a Sehun para recibir un lindo beso mañanero, por supuesto, Sehun no se lo dio—. De acuerdo, como quieras.

Sehun se enfurruñó aún más debido a que, como siempre, Yixing se encogía de hombros y decidía pasar de él, como en ese momento en el que, al ser negado su beso, volvió a su asiento con los libros y los numerosos apuntes que barajaba entre sus cuadernos y laptop. Obviamente, dicha acción hizo que Sehun enervaba más.

¿Cómo se atrevía?

Nada más esta mañana, Sehun había amanecido con un ánimo agradablemente increíble. Yixing no estaba en su lado de la cama, pero aquello no le alarmó tanto debido a que su novio estaba terminando un proyecto en la biblioteca así que él puso todo de su parte para no seducirlo la noche anterior y robarle horas de sueño dedicadas al sexo porque sabía que la espera iba a valer completamente la pena. Todo con Yixing siempre merecía un poco la pena.

Sehun se arregló esa mañana como siempre, desayunó en el cafetín de la universidad junto a Soojung y mientras divagaba con ella, salió el comentario que hizo que su ánimo cayera al suelo y decidiera dejar de comer para más bien, comerse vivo a Zhang Yixing y no de la manera que al chino le hubiese gustado.

Soojung no lo había comentado en mal plan ni por asomo, ella simplemente había dicho que saludó a Yixing en la biblioteca cuando éste conversaba con Wu Yifan. El escenario siguiente se lo armó Sehun solito. Yifan no era una persona mala, pero tampoco era de fiar. Sehun lo conocía muy bien, demasiado; fue el mismo Jongin quien le contó que lo había encontrado en los baños con Kyungsoo y además, Sehun mismo lo había visto seducir a un par de estudiantes y llevárselo con él a las aguas oscuras de sus pozos, así que Yifan o Kris o como quisiera llamarse no era de fiar.

Para consternación de todos, Sehun no se consideraba alguien celoso, sólo protector de lo suyo. No podía permitir que a Yixing a y él le pasara lo mismo que a Kyungsoo y Jongin, no. Habían pasado ya demasiadas cosas como para añadirle una más.

—¿Eso es todo lo que me dices? Te hice una pregunta, Zhang, responde —exigió Sehun, parado allí, delante de la mesa y con los brazos todavía cruzados sobre su pecho; era la pose que Soojung llamaba «mírame maldito, o sea» pero a Sehun le pudo importar menos verse como una perfecta reina del drama.

—Yifan sólo quería que le prestara mis apuntes, Sehun, no es la gran cosa.

Oh no señorito, claro que lo era.

—Ajá, sí, no te creo —rumió él en tono acusador—. Todo el mundo sabe que no se te pueden pedir apuntes porque los escribes en mandarín, entonces, ¿por qué él los querría?

Yixing tuvo el tupé de rodar los ojos con una risita insulsa incluida.

—¿Será porque Yifan también es chino y los entiende perfectamente?

They Never Know → KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora