d i e c i e s é i s

13K 2K 1.2K
                                    


ya lo sabía    

Algo le pasó a Jongin ese día.

No supo si fue la extensa conversación con Sehun, o sus ganas de ya dejarlo salir todo, pero decidió que era hora de enfrentar sus más fuertes temores. Era hora de decir la verdad. Era hora de que Kyungsoo entendiera que de parte de Jongin habían cambiado las cosas, o quizá, siempre había sido así.

Jongin se movió renuente en su cama y se encontró obstruido por una mano sobre su pecho, de inmediato abrió los ojos algo sorprendido demasiado acostumbrado a amanecer en la comodidad y soledad de sus sábanas, fue un lapsus de sorpresa el que lo embargó por el hecho de encontrarse con Oh Sehun, uno que duró muy poco porque rápidamente recordó que él se había quedado a dormir después de la charla que habían tenido.

Lentamente, Jongin se fue levantando dejando el tullido cuerpo de Sehun reposar cómodamente sobre su cama, le agradecía al cielo por el hecho de ser sábado porque de ser día de semana, ambos estarían completamente perdidos, corriendo de aquí para allá desesperados por llegar a tiempo a sus clases. Afortudamente, hoy podía relajarse, preparar un desayuno a base de pan integral con jamón y queso y hacer té en su pequeña cocina de dos hornillas.

Antes de levantarse de la cama vio a Sehun luchando en sus sueños, con un puchero en la boca y las piernas fuera de la cama, así que le acomodó, puso sábanas sobre él, y con una sonrisa se encaminó hasta el baño.

La noche había pasado lenta, pero al mismo rápida. Los toqueteos incesantes en su puerta

murieron en algún punto de la noche y Jongin de alguna manera, no supo cómo interpretarlo. Kyungsoo había estado allí, tocando como siempre sólo que esta vez, Jongin no tuvo ganas de abrirle, no tuvo ganas de echar a Sehun para echarse a pelear con su amante, para dejarse envolver con sus palabras y mucho menos, para terminar haciéndolo como todas las noches. Jongin realmente quiso algo diferente, al menos esa noche; por ello se plantó al piso y miró a Sehun como buscando consuelo y lo encontró. Sehun puso una de sus manos sobre la pierna temblorosa de Jongin y apretó y con eso entendió que él estaban allí, para protegerlo, así fuera de sus propias emociones.

Entre chistes, Jongin escuchó mejor la historia de Sehun y Yixing, una historia que parecía no tener pies ni cabeza, porque aún en su posición, Jongin afirmaba que en la mirada de Yixing en el centro comercial encontró algo más, algo que al parecer Sehun no pescó, y aunque intentó explicárselo en la comodidad de sus colchas, Sehun se negó a creer que el cariño que le profesaba Yixing era algo más amorosos, Sehun fue muchos «Se puso así porque está decepcionado de mi inclinación sexual». Pero Jongin no podía estar seguro de ello.

También hablaron de Kyungsoo. Fue una conversación interesante, puesto que bueno, nadie más sabía de ello aparte de Sojung, y ella venía siendo como una extensión más de Jongin.

—Es que... Kyungsoo y tú —Había dicho Sehun, con los dedos en su barbilla cuadrada—, es sorprendente. De todos, el más recto siempre fue él. Nunca pensé que también le gustaran los chicos.

—Sí, es algo que hasta a mí me tomó por sorpresa —respondió Jongin, cabizbajo—. Toda nuestra relación es tan extraña.

—Contando cómo comenzó, te creo —dijo, con una sonrisa, aunque no le duró mucho—. Ha llevado esto de callar delante de todos lo que realmente es al extremo.

Jongin se echó una risita sin verdadera gracia.

—La forma en la que tú luchas contra la represión es diferente a la de él, Sehun-ah —explicó Jongin—. Tú sabes lo que eres, sabes lo que quieres, lo que te gusta. Tienes miedo de mostrarlo al mundo, sí, pero al menos no te lo ocultas a ti mismo, en cambio él...

They Never Know → KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora