20. Parte 2, "Dorée"

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Al menos en teoría.

Luego de unos quince minutos increíblemente estresantes, estaba dirigiéndose a toda velocidad por entre los matorrales de la vereda, haciendo lo posible en que la policía no lo viera. Sentía su corazón en un puño, y no por esa razón particular.

Scott y Allison lo estaban esperando muy confundidos, medio escondidos detrás de su Jeep, que estaba aparcado a media cuadra de la casa de Lydia.

–¿Dónde está Ariel? –Allison fue la primera en preguntar. Se había sacado su peluca azul y su piloto del disfraz, luciendo más o menos normal.

Stiles no encontraba su capacidad verbal. En otras palabras, estaba demasiado ocupado volviéndose loco para poder decir algo.

–¡Stiles! –Scott lo aferró por los brazos, sacudiéndolo–. ¿Dónde está?

Se pasó ambas manos por el rostro, negando con la cabeza. –No lo... no—¡No lo sé!

–¿Cómo que no lo sabes? Stiles, estaba vestida completamente de blanco, y no era fácil pasarla por—

–¡Ya sé eso, Allison! Estoy queriendo decir que no sé qué demonios le sucedió. Encontré— encontré su móvil. En la habitación de Lydia.

Sacó el celular de Ariel que había encontrado en el suelo de la habitación, dándoselo a Scott. Apenas lo desbloqueó, pudieron ver las llamadas que había realizado.

–Me llamó, Scott. Más de tres veces. Y ni siquiera me he dado cuenta.

–Nos llamó a los tres. –murmuró su amigo, devolviéndole el teléfono–. Esto es malo.

Sí, no me digas, quería espetarle. Se mordió la lengua, sabiendo que no serviría de nada. –La ventana de la habitación estaba abierta. No quiero saltar a conclusiones, pero—

–Eso es algo que hice yo. Antes.

Ambos compartieron una mirada de complicidad. Tenía que ser en su cumpleaños, con la jodida luna llena—

–Quédense aquí. –Scott interrumpió sus insultos internos, comenzando a irse.

–Espera, ¡Scott! –Allison le detuvo agarrando su brazo, con el desconcierto plasmado en su rostro–. ¿A dónde irás? ¿Qué es lo que sucede?

–Veré si puedo captar su rastro. En serio, no se muevan de aquí.

No fue difícil para Stiles notar la frialdad en su voz. Y si no había sido difícil para él, no quería imaginarse para Allison, quién se quedó allí muy quieta sin decir palabra. Ninguno de los dos tenía intención de irse a otro lado, tampoco. Mil y una cosa estaban cruzando su mente a la velocidad del halcón milenario, y cada una era peor que la otra.

–Algo sucedió con Ariel. –murmuró Allison. No era una pregunta. Sin embargo, sintió la necesidad de responder.

–Espero que no.

Scott regresó muy poco después, más agitado de lo que esperaba Stiles. Hombre, eso no era un buen augurio.

–Definitivamente se fue por la ventana. No fue fácil, su rastro está por toda la jodida casa, pero creo que fue en rumbo hacia...

Tuvo que parar, tomando un par de respiraciones profundas. No sabía si estaba así por el esfuerzo de mantenerse en calma durante la luna llena, o por la carrera reciente.

–Por favor, no digas el—

–Bosque. –concluyó Scott.


Medio minuto después, estaban subidos al Jeep yendo a toda velocidad hacia la casa de Ariel.

outlasted spirit ⋄ stiles stilinski // 2Where stories live. Discover now